El desarrollo de esta nueva entrega de Rainbow Six no ha sido nada fácil para Ubisoft. Tras anunciarse en el 2011 bajo el nombre de Rainbow Six Patriots y con una fecha de lanzamiento inicial prevista para el 2013, vimos cómo pasaron los meses sin que la compañía gala enseñara nada más sobre él. Dos años más tarde, Ubisoft anunció que el juego había sido reiniciado y que no se lanzaría en PS3 y Xbox 360, sino en PS4 y Xbox One (además de PC) confirmando de esta forma que se trataría de un título de nueva generación.
Finalmente, en el E3 del año pasado, la importante feria anual de videojuegos que se celebra en Los Ángeles, Rainbow Six Patriots mostró su nueva cara, o mejor dicho, su nuevo nombre y jugabilidad. El proyecto fue renombrado a Rainbow Six Siege y por lo que pudimos ver durante su presentación, estaría muy centrado en su modo multijugador.
Ahora, tal y como suele ser habitual con todos los juegos que tienen modo online, Ubisoft ha iniciado una fase de alfa cerrada en PC para recoger opiniones y comprobar que todo funciona tal y como debería con el objetivo de que su lanzamiento sea lo más redondo posible.
En Vandal hemos tenido la suerte de formar ya parte del equipo Rainbow, y si bien el juego todavía está muy verde y lejos de una fase de desarrollo cercana a su lanzamiento, nuestras primeras impresiones han sido positivas.
Si no conocéis esta veterana saga creada por el escritor Tom Clancy, decir que estamos ante un juego de acción táctica en primera persona. ¿Esto qué quiere decir? Que se aleja totalmente de la propuesta de otros títulos de acción más frenética como podrían ser Call of Duty o Battlefield. Aquí, por lo general, una bala acabará con nosotros, y si morimos tendremos que esperar a que comience la siguiente ronda para poder volver a jugar.
En esta alfa solo hemos podido probar un modo de juego (Rehén) en dos mapas diferentes, por lo que los contenidos a los que hemos tenido acceso han sido muy limitados, aunque suficientes para hacernos una buena idea de a qué aspiran sus desarrolladores. En este modo de juego, uno de los equipos será el defensor y otro el atacante, papeles que se alternarán cada ronda, así hasta que alguno de ellos consiga cuatro victorias con al menos dos puntos de diferencia.
El objetivo del equipo defensor es evitar que el enemigo rescate a un rehén, aunque la ronda también finalizará si alguno de los dos bandos acaba con todos sus miembros muertos, ya que aquí no podremos resucitar. Por la experiencia que hemos tenido, esta es la forma más habitual de terminar las partidas, quedando el asunto de rescatar y defender al rehén en un segundo plano para determinar la zona del mapa donde tendrá lugar la acción. Destacar también que cada ronda dura tres minutos y si los atacantes no consiguen rescatar al rehén o matar a los contrarios en ese tiempo, ganarán los defensores.
Antes de cada ronda nos tocará seleccionar nuestra clase de personaje (no podemos repetir si otro jugador selecciona antes al que queremos). Como era de esperar, cada una de ellas cuenta con sus propias habilidades y artilugios especiales, así como armas. Todas son más o menos útiles y se complementan relativamente bien, aportando cada una su granito de arena a la causa. Por ejemplo, los atacantes cuentan con una clase equipada con un gigantesco martillo capaz de derribar puertas y paredes con facilidad, mientras que los defensores cuentan con otra capaz de fortificar estructuras para que sean más difíciles de derribar.
Un detalle que nos ha llamado mucho la atención y que nos ha parecido bastante original, es el comienzo de cada ronda. Antes de que empiece la partida propiamente dicha, los atacantes tendrán 30 segundos para buscar la posición del rehén utilizando una especie de cámara con ruedas y forma de cilindro, mientras que los defensores podrán aprovechar ese tiempo para fortificar la zona y escoger posiciones estratégicas Además, podrán disparar a las cámaras para evitar que los contrarios puedan seguir buscando.
Terminado este tiempo será cuando comience la acción de verdad. Una de las peores cosas que le puede pasar a los atacantes es no haber encontrado en la fase previa al rehén, ya que con esto irán muy a ciegas y perderán un tiempo muy valioso buscándolo, lo que los deja a merced del enemigo. Lo normal suele ser que los defensores se pongan en modo "seta" (es decir, escondidos y quietos en una posición concreta esperando que pase alguien desprevenido para matarle antes de que sepa por donde le han venido las balas) cubriendo todos los accesos posibles, mientras que los atacantes no tienen más remedio que desarrollar un plan de acción para realizar un asalto con éxito.
La comunicación entre jugadores de un mismo equipo es vital, ya que hace falta mucha colaboración para hacerse con la victoria. Aquí no existen los héroes y si vamos solos y por nuestra cuenta lo más probable será que acabemos con una bala entre los ojos y perjudiquemos a nuestro equipo. Un detalle muy interesante y que nos ha parecido de lo mejor del juego lo tenemos en el hecho de que las paredes y puertas son totalmente destruibles, lo que nos permite desarrollar una gran cantidad de estrategias.
Por ejemplo, si sabemos que los defensores están todos dentro de una habitación esperando a que entremos para tendernos una trampa, podemos colocar explosivos en cada pared para volarlas, sorprenderles y dejarles aturdidos durante unos segundos que podemos utilizar para matarles entre toda la confusión y las nubes de polvo. O al contrario, si estamos defendiendo y prestamos atención quizás seamos capaces de concretar la posición del enemigo mientras se prepara para entrar, algo que podemos utilizar en nuestro favor para disparar a esa zona y matarles a través de las paredes.
Por destruir podemos hasta romper los suelos de pisos superiores para atacar desde arriba. Todo esto ofrece muchísimas posibilidades y consigue que el juego sea bastante tenso, ya que nunca nos sentiremos a salvo por muy bien colocados que estemos. Además, los momentos en los que se producen los asaltos son realmente espectaculares y frenéticos, ya que se suelen resolver en cuestión de segundos.
Aquí importa mucho más una buena estrategia, estar atentos al entorno y saber deducir los movimientos de los rivales que ser buenos apuntando y disparando. De hecho, la sensación que transmiten las armas al disparar no nos ha gustado demasiado, ya que son demasiado ligeras y no tienen peso ni retroceso alguno, haciendo que fallar un disparo sea algo bastante complicado.
Un detalle que nos ha llamado la atención es la búsqueda por hacer de este juego algo mucho más accesible para los jugadores, por lo que no os esperéis una experiencia especialmente realista. Por ejemplo, siempre podremos ver las posiciones nuestros aliados incluso a través de las paredes, lo que nos permitirá tenerlos en todo momento localizados.
Además, si un jugador es herido, este se quedará desangrándose en el suelo (tiene un botón para taponar la herida y que así el proceso sea más lento) y si un aliado va en su ayuda lo puede curar y hacer que vuelva a estar como nuevo casi por arte de magia. Aunque ojo, no son pocas las veces que hemos utilizado como cebo a un enemigo en este estado para que uno de sus compañeros se acerque a ayudarle y así matar a dos pájaros de un tiro, por lo que aseguraos de que todo esté despejado antes de acudir al rescate.
De todos modos, estamos seguros de que Ubisoft incluirá algún tipo de modo para los jugadores más veteranos y "hardcore" que quieran la experiencia más realista posible, eliminando cosas como todas las ayudas de interfaz, la cámara de muerte que nos indica la posición del enemigo que nos ha matado, y la posibilidad de ver jugadores a través de las paredes, aunque esto es algo que todavía está por verse.
En lo que respecta a los mapas, los que hemos podido probar se ambientan dentro de un avión y en una casa de dos pisos con un sótano. Ambos están muy bien diseñados, repletos de múltiples entradas y conexiones que dan mucho juego y pie al desarrollo de buenas estrategias. La experiencia de jugar en uno u otro varía muchísimo, ya que en el avión no pararemos de movernos por pasillos estrechísimos que apenas nos dejan movilidad, mientras que en la casa hay espacios y habitaciones más grandes. Además, en este últimos los atacantes pueden hacer rápel para escalar el edificio y disparar a través de las ventanas mientras cuelgan de una cuerda.
A nivel técnico, tal y como dijimos al principio del texto, el título todavía está demasiado verde. De hecho, la mayoría de las opciones gráficas están bloqueadas en esta alfa, por lo que no hemos podido ni activar la sincronización vertical, de modo que todavía es demasiado pronto como para ponernos a valorar cómo luce, ya que faltan muchas texturas, efectos y los bugs están a la orden del día. Eso sí, hay uno de ellos que necesita solucionarse urgentemente, ya que daña muchísimo la experiencia de juego: el clipping.
Si alguien se acerca demasiado a una pared o puerta, parte de su personaje la atravesará, por lo que ya os podéis hacer una buena idea de lo vendido que esto nos deja. Hemos llegado a ver cosas como que alguien se acerque para colocar un explosivo y se le vea medio cuerpo en la habitación de al lado, convirtiéndole en un blanco fácil. Y esto no es algo que sea poco frecuente, ya que pasa constantemente incluso con las estructuras que colocamos para defendernos. Esperemos que lo solucionen de aquí a su versión final, porque arruina gran parte de la experiencia.
A nivel sonoro sí que nos ha gustado bastante más. No hay música, aunque tampoco la necesita, ya que aquí lo importante está en escuchar tanto lo que nos dicen como los efectos de sonido. Estos últimos están muy conseguidos y pueden indicarnos por dónde nos vienen los rivales, de modo que se trata de un apartado que tiene un gran impacto en su jugabilidad (aunque el sonido de las armas al disparar es muy mejorable).
Todavía es muy pronto para juzgar y valorar Rainbow Six Siege, aunque si sois amantes de la acción táctica (es un juego pausado y que requiere mucha paciencia), haríais bien en no perderle de vista, ya que si al final consigue solucionar todos sus problemas y resulta tener una buena variedad de modos, mapas, opciones de juego y personajes, podría acabar resultando en un título muy divertido al que echarle multitud de horas junto a nuestros amigos.