Bugbear Entertainment no tendrá para muchos un renombre dentro de la industria, pero llevan bastantes años firmando juegos como FlatOut Ultimate Carnage o Ridge Racer Driftopia. Ahora se han propuesto firmar su "Next Car Game", o su "próximo juego de coches" en castellano, con un simulador de velocidad y destrucción en el que la diversión directa tiene el mismo peso que la habilidad del jugador. Por ahora, Next Car Game está en fase alfa, pero os contamos las positivas impresiones que nos ha dejado.
Destruction Derby
Hemos podido probar tanto una demostración del juego como tal como una concebida para mostrar el motor tanto físico como gráfico, y os hablaremos de ambas. Pero empecemos por el principio. El primer contacto que hemos tenido con Next Car Game ha sido una fase en la que dentro de un circuito cerrado, teníamos que destruir a nuestros adversarios mientras luchábamos por sobrevivir.
Éste seguro que es el primer recuerdo de muchos jugones con su PlayStation, pasándose las tardes enteras reventando coches con Destruction Derby, y lo cierto es que también fue el nuestro.
Aunque ahora entraremos en detalles, nos parece interesante destacar que mientras probábamos esta competición de choques jugando en solitario –contra 23 coches controlados por la inteligencia artificial–, pero con amigos viendo la partida, se sucedían los comentarios de degustación de la destrucción, seguidos de un "¡déjame a mí!" tras terminar la prueba. Este modo es sencillo, directo, muy sorprendente en lo visual, accesible, adictivo y, sobre todo, muy divertido. Probablemente un juego actual no sobreviviría durante mucho tiempo con tan sólo un modo, pero no os preocupéis; Next Car Game no se queda aquí.
No sólo de choques vive el hombre
Aparte, esta alfa nos ofrece carreras de 24, 12 ó 2 coches sobre arena o sobre asfalto, con dos vehículos para elegir y con algunas opciones de personalización –todavía muy escasas, pero que se ampliarán notablemente más adelante–. Las carreras son también muy divertidas, aunque cuesta bastante más cogerle el truco a la conducción, que, además, varía sensiblemente entre dos trazados con superficies tan dispares como la arena o el asfalto. Es recomendable también probar el modo práctica, en el que podremos probar con más tranquilidad los vehículos y sus configuraciones, y cómo evitar perder el control en el más que probable caos que viviremos en algún momento de la carrera.
El caos, desde luego, no es algo negativo en este título. Next Car Game está pensado para que soltemos algún que otro "¡halaaa!" –u otras interjecciones que quizás no debamos reproducir por escrito, ya sabéis– cuando menos nos lo esperemos. Tal es así que en una de las pantallas que capturamos para acompañar a las impresiones podemos ver cómo a los nueve segundos de comenzar una carrera ya hay un coche bocabajo y otro volviendo a la pista. Os podéis imaginar el nivel de destrucción y los momentos tan espectaculares que podremos llegar a ver en el modo de destrucción.
El trabajo tras la diversión
Para que todo funcione, Bugbear ha puesto mucho trabajo en el motor del juego. Aunque pueda no parecer sorprendente en un primer momento, os aseguramos que las físicas y el sistema de daños del vehículo son muy realistas, aunque pensamos que a los daños se les ha dado un margen de ficción para evitar que nuestro vehículo dejase de funcionar –o explotase– a los dos choques. Sobre todo, obviamente, en el modo de destrucción podemos ver cómo se abolla y deforma violentamente nuestro vehículo, y cómo esto afecta a la dirección o al manejo del mismo.
También se han cuidado los daños y las físicas de los escenarios, con multitud de elementos destructibles que afectarán a nuestro vehículo. Es decir, si intentamos llevarnos una valla por delante, ésta nos irá frenando hasta que nos detenga prácticamente por completo. No faltarán tampoco los neumáticos para intentar salvarnos de un choque letal, o los restos de carrocerías desperdigados por la pista. A la hora de conducir, las físicas se reflejarán en aspectos como la conducción en función de dónde tenga el vehículo el motor, o cómo modificarán los impactos de los rivales nuestra trayectoria.
La diversión tras el trabajo
Como decimos, Bugbear ha trabajado duro para que "lo que no se ve" sea parte de la diversión del juego. Para mostrar este trabajo también nos han dado la posibilidad de probar una demostración técnica, en la que tenemos diferentes maneras de experimentar con las físicas y los daños. Desde cruzar un peligroso circuito a lanzarnos contra la turbina de un avión, pasando por dar vueltas en una jaula o ser disparados por un cañón, esta demostración nos tuvo entretenidos un buen rato, dejando la puerta abierta a la diversión sin compromiso.
Esta demostración, además, permite lanzar diferentes objetos de diferentes materiales contra el entorno o los coches para ver cómo funciona el sistema de daños, y nos deja apreciar también el gran trabajo que guarda Next Car Game en este aspecto. Lo cierto es que esta demo –disponible para los que reserven el juego ahora en Steam– es razonablemente completa y divertida, y nos gustaría verla, si fuese posible mejorada y ampliada, en la versión final.
El sabor de los clásicos
El primer contacto con Next Car Game ha sido muy positivo. Nos ha recordado mucho a títulos clásicos como el mencionado Destruction Derby, en los que, sólo viendo la partida, ya te puedes imaginar de lo divertido que es. Las carreras son también destacables, especialmente si podemos mantenernos en una buena posición para ver cómo los rivales chocan a nuestro alrededor y nos arrastran al caos, o nos dejan imágenes que nos hacen encoger el cuello, como si fuésemos a evitar el impacto.
Es cierto que, siendo una alfa, quedan bastantes aspectos por pulir, pero por el momento es una oferta muy sólida. Tenemos que ver hasta qué punto se amplían los contenidos, cómo se integra el multijugador y se consiguen poner una propuesta sobre la mesa que consiga atrapar por igual en todos sus aspectos, pero no podemos negar que aquellos que disfrutaron con títulos como FlatOut deberían seguirle la pista muy de cerca a lo nuevo de Bugbear Entertainment.