Que en pleno 2024 vaya a estrenarse un multijugador asimétrico basado en una película de los 80 tan de nicho como Los payasos asesinos del espacio exterior es algo que sigue sorprendiéndonos. A fin de cuentas, estamos hablando de un género en el que muchos lo han intentado y han acabado fracasando con licencias infinitas a veces más populares, como Evil Dead, Dragon Ball, Predator o Cazafantasmas, lo que ya de entrada nos genera ciertas dudas sobre el tirón que puede tener esta nueva propuesta de Illphonic para atraer jugadores.
Ante esto solo cabe hacerse una pregunta, ¿es lo suficientemente divertido como para apelar a quienes nunca vieron la película o no la recuerdan con demasiada nostalgia y hacerse un hueco en un territorio que Dead by Daylight domina con mano de hierro? Para resolver esta duda, en Vandal ya hemos tenido la oportunidad de jugar algunas partidas antes de su lanzamiento oficial el próximo 4 de junio encontrándonos con algunas ideas interesantes de lo más interesantes aunque aún no tenemos claro hasta dónde será capaz de llegar.
Payasos contra humanos
Como en muchos otros títulos similares, Killer Klowns from Outer Space: The Game nos propone adoptar el rol de un asesino o el de un superviviente. En el primer caso, nos tocará dar caza a nuestros rivales, mientras que en el segundo nuestra misión será encontrar una salida para escapar con vida del mapa antes de que se acabe el tiempo.
Lo interesante es que esta vez el juego no enfrenta a un único jugador contra varios, sino que los divide en dos equipos: tres payasos contra siete humanos.
Puede parecer un detalle menor, pero es algo que aporta algo de frescura y cambia las dinámicas de las partidas, reduciendo de paso la barrera de entrada que supone jugar como asesino en otros títulos del género, ya que aquí nuestras carencias o inexperiencia las podemos suplir coordinándonos con nuestros compañeros para hacer encerronas a los supervivientes o cumplir otras tareas que puedan ayudarnos a hacernos con la victoria.
En el caso de que nos toque jugar como un payaso, dispondremos de un arma estándar que sirve para convertir en algodón de azúcar a nuestras presas, encerrándolas así en un capullo que podremos transportar hasta algunas de las perchas que hay repartidas por el escenario. Si pasados unos segundos nadie rescata a nuestra víctima, esta morirá y el medidor del apocalipsis aumentará. Si este llega al máximo, la partida acabará antes de tiempo y ganaremos automáticamente.
Por supuesto, otra opción que tenemos es la de eliminar directamente a nuestros adversarios a base de golpes con otras armas, como una maza o una escopeta que arroja palomitas de maíz. Si reducimos su salud a cero, podremos acercarnos a ellos para rematarlos con una especie de fatality y eliminarlos de la partida.
Como uno de estos seres alienígenas, contaremos con una serie de habilidades que nos serán muy útiles para dar caza a los humanos, como una especie de hipnosis para atraerlos a nuestra posición sin que puedan hacer nada para impedirlo, convertirnos en una caja de pizza con patas para camuflarnos con el entorno y tender emboscadas o un gigantesco salto con el que podemos teletransportarnos a cualquier punto del mapa que queramos. Obviamente, para reutilizarlas tendremos que esperar un tiempo, pero bien usadas marcan la diferencia entre una victoria o una derrota. A nosotros nos ha parecido especialmente buena y divertida la habilidad de salto, ya que nos ha permitido cortarle el paso a muchas de las presas que huían de nuestros compañeros, algo que nos ha dejado claro que el trabajo en equipo va a ser fundamental en ambos bandos.
En cambio, si el papel que nos toca desempeñar es el de un superviviente, nuestro objetivo pasará a ser el de explorar los escenarios buscando objetos y armas que nos permitan tanto defendernos de nuestros perseguidores como encontrar una vía de escape. El mapa en el que hemos jugado esconde muchas oportunidades para esconderse y marear a los payasos, como radios que podemos encender para que hagan ruido y nos sirvan como distracción, aunque lo que más nos ha llamado la atención es lo poco indefensos que nos hemos llegado a sentir, ya que al poco de empezar la partida encontramos armas como cuchillos, pistolas y escopetas que si bien tienen unos usos limitadísimos, resultan tremendamente efectivos contra los asesinos. Eso sí, a diferencia de los humanos, los payasos reaparecen al poco tiempo de ser eliminados, pero si juegan a lo loco pueden salir muy escaldados.
La búsqueda de llaves y otros objetos claves para abrir las salidas de los escenarios nos ha parecido un tanto caótica y en las dos partidas que hemos jugado la cosa ha acabado siempre con payasos y humanos corriendo de un lado a otro sin mucho sigilo, ya que hay tantos jugadores que suele ser normal que se produzcan los encuentros con frecuencia. Obviamente, huelga decir que los supervivientes pueden correr mucho más rápido que los asesinos y que hay una barra de resistencia que impide que podamos estar siempre a la carrera.
Un detalle muy curioso e interesante es que cuando un humano escapa o muere, todavía puede ayudar a sus compañeros superando una serie de sencillísimos minijuegos que aparecerán en su pantalla mientras está en modo espectador. De esta forma, cada vez que supere una de estas pruebas, enviará un objeto a la persona que esté observando, como armas, munición o incluso llaves. Además, es posible revivir a todos los jugadores eliminados una vez por partida.
Aunque los objetos y objetivos se redistribuyen de manera aleatoria en cada partida, nuestra breve sesión de juego nos ha dejado un tanto preocupados con su potencial a corto plazo, ya que nos ha dado la impresión de que, salvo que el título final llegue con montones de contenidos, sorpresas y mecánicas que no hemos visto, la mecha se le va a acabar rápido, pues en lo puramente jugable es muy simple, los enfrentamientos y persecuciones resultan caóticos en el mal sentido y el sigilo no está demasiado bien llevado.
A nivel gráfico tampoco es ninguna maravilla con unos modelados mejorables y unas animaciones un tanto pobres, pero si por algún motivo sois fans de la cinta original, disfrutaréis viendo la recreación tan fiel que se ha hecho de la estética de la película, desde el diseño de las armas y los payasos hasta los propios escenarios y el aroma ochentero que lo impregna todo. Del mismo modo, lo poco que escucharemos de la banda sonora capta a la perfección el estilo musical del filme y los efectos son lo suficientemente buenos como para permitirnos detectar la localización de los enemigos mediante el sonido, donde tenemos que hacer una mención especial al ruido de goma que hacen los zapatos de los payasos al andar, algo a lo que tendremos que prestar muchísima atención cuando juguemos como supervivientes.
Los payasos asesinos más ochenteros regresan el 4 de junio
Con apenas un par de partidas es imposible decir si Killer Klowns from Outer Space: The Game conseguirá hacerse un hueco entre los jugadores, ya que apenas nos ha dado tiempo a asimilar sus conceptos básicos y procesar todo lo que ocurre durante una sesión de juego. Tiene ideas interesantes y con potencial, aunque no hace nada especialmente llamativo más allá de basarse en una película de nicho. Tampoco es que sea un mal juego, pues no se puede negar que es entretenido, pero ahora mismo es difícil ver que como podría tener el gancho suficiente como para atraparnos más allá de una breve temporada. ¿Conseguirá hacernos cambiar de parecer su versión final cuando descubramos todo lo que esconde y podamos profundizar en sus mecánicas? Muy pronto lo sabremos.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en un evento de prensa online al que fuimos invitados por Teravision Games. Jugamos a la versión de PC en Steam en un ordenador con un procesador AMD Ryzen 5 3600 y una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3080 Ti.