Desde el final de este mes de abril ya está disponible la beta cerrada de lo nuevo de Yager Development, después de que el año pasado no siguieran adelante con el desarrollo de Dead Island 2. En un cambio de ritmo completo tras Spec Ops: The Line nos presentan Dreadnought, una mezcla entre shooter competitivo por equipos y juego de estrategia con batallas entre naves acorazadas de dimensiones épicas.
En esta curiosa mezcla de estilos podemos elegir una de las cinco clases de naves disponibles, para formar equipo junto a unos amigos y derrotar a otros jugadores en escenarios enormes, ya sea sobre la superficie de un planeta o en el espacio. Lo que hace que pase de ser un shooter en el espacio a un juego de estrategia, lo determina la velocidad de las naves y el ritmo de las batallas.
Éstas mastodónticas masas de metal tienen la potencia de fuego necesaria para hacerle un buen agujero a un planeta visible desde el espacio, pero a cambio sus capacidades de maniobra se ven afectadas drásticamente, convirtiendo el campo de batalla en combates estratégicos donde el posicionamiento, la formación con tus compañeros y el conocimiento del arsenal de tu nave son la clave para alcanzar la victoria.
Cada nave tiene un arsenal completamente distinto al resto, además de sus capacidades de resistencia y velocidad. El Destroyer es la nave más equilibrada con una buena capacidad de destrucción; el Dreadnought que da nombre al título sacrifica velocidad a cambio de convertirse en un tanque de resistencia impenetrable; la Corvette es la más maniobrable de todas pero no esperéis estar a los mandos de un X-wing, más rápida que el resto y con capacidades de camuflaje y huida; el Artillery Cruiser es literalmente un cañón con unos motores acoplados, destrucción masiva y resistencia mínima; y por último el Tactical Cruiser que trae múltiples habilidades de reparación para el resto de la flota.
Según subimos de rango todas las naves son completamente personalizables, gracias a las piezas que se van desbloqueando en la tienda. Pudiendo cambiar bastante no solo los ataques disponibles sino también ligeramente el equilibrio entre resistencias, apoyo en batalla y velocidad para ajustarlas a vuestra forma de jugar.
Aunque cada una de ellas tiene un set completo de ataques completamente diferenciados, una vez en batalla el control de todas funciona de forma parecida. Tenéis acceso a dos formas de disparo regular, uno para largo y otro para corto alcance y cuatro ataques especiales con tiempos de enfriamiento. Además hay una habilidad especial común a todas las naves que consiste en potenciar por un tiempo limitado la velocidad, el ataque o generar un escudo infranqueable alrededor de la nave, guardar esta última para momentos clave es imprescindible para cambiar la balanza del combate.
La beta viene actualmente con dos modos de juego bastante clásicos, un deathmatch para ver que equipo alcanza antes un número concreto de puntos por muertes, y otro de eliminación del equipo contrario, sin poder volver a la batalla una vez muertos. Los modos de juego crecerán una vez salga la versión completa al mercado, pero por ahora nuestra experiencia con los modos disponibles ha sido grata.
Las batallas tienen en cuanto a movimiento un ritmo muy tranquilo, debemos posicionarnos aprovechando el terreno, siempre conscientes de desde que ángulos somos visibles para nuestros enemigos, que tendremos marcados en el minimapa siempre que otro compañero los haya visualizado. Podemos disparar a grandes distancias y rara vez entraremos al cuerpo a cuerpo a no ser que vayamos apoyados por más miembros del equipo.
El tutorial incluido nos dejará completamente al control de la nave pero dominar realmente las capacidades y estilos de cada una de ellas va a venir de la mano de muchas horas de juego. Es muy fácil que una mala estrategia te deje vendido convirtiéndote en una gran diana de metal en mitad del espacio, pero las capacidades destructivas de cada una de las naves hacen los combates una experiencia muy divertida y siempre te dejan la sensación de que estás aportando algo aún en las primeras partidas, donde simplemente te estás acostumbrando a leer todo lo que te rodea.
Visualmente en Yager han apostado fuerte por un espectáculo de disparos y explosiones en escenarios con una iluminación muy cuidada, que exigirá cierta potencia en vuestros equipos para poder ser disfrutada en todo su esplendor, generando batallas en las que no hay gran cantidad de elementos móviles pero donde la lluvia de ataques ya se encarga de rellenar el resto.
Actualmente podéis apuntaros a la beta en la página web del juego pero si queréis un acceso inmediato garantizado existen dos packs a la venta, con contenidos de naves y extras para la salida del título que apuntan aparentemente a un free to play con compras internas al tener dos monedas distintas de juego, una de ellas de pago.
Dreadnought todavía no tiene fecha de salida fija más allá de que será este 2016, e iremos viendo hacia dónde evoluciona esta oferta de combate naval espacial. De momento promete un multijugador exigente con una curva de aprendizaje interesante que nos dejará jugarlo no pocas horas. Veremos si la oferta completa mejora el conjunto hasta hacerlo redondo.
Hemos escrito estas impresiones gracias al acceso a la beta cerrada que nos ha proporcionado la agencia Cosmocover.