Cuando solo cursaban unos pocos años de la pasada generación, la consola más popular de aquella época ya era PlayStation, la consola gris de Sony. Grandes juegos visitaban esta consola, y muchos se proyectaban como tales. Dentro de este grupo se encontraba un juego en sí, Metal Gear Solid, perteneciente a una ya consolidada (pero desconocida, sin embargo, por una gran cantidad de jugadores) saga. No fue hasta el año 1998 que hizo su aparición tan magna obra. Catalogado como uno de los mejores juegos de la generación, y para muchos uno de los mejores de todos los tiempos, quedó albergado en la mente de millones de jugones de alrededor del mundo. Una vez más se conmocionó el sector al saber del regreso de Snake, sí, pero no para la consola a la cual nos tenía habituado, sino que para el cubo de Nintendo. No se trataba de una nueva aventura ni un nuevo número en la saga, sino que del remake de la gloriosa edición de 32 bits.
Dos compañías, dos genios. Un resultado
Este juego se presentó como la colaboración conjunta entre dos enormes compañías niponas: Nintendo y Konami. Ambas están detrás de tan grande proyecto, y se apoyan además en la pequeña pero experimentada compañía canadiense de Silicon Knights, creadores de Eternal Darkness. En el pasado E3 2003 se desvelaron los primeros detalles y las primeras imágenes de este título, y se hizo hincapié en la colaboración entre Shigeru Miyamoto e Hideo Kojima (creador de la saga), dos de los mejores programadores y directores que ha visto nacer el sector videojueguil. Ambas partes, junto al esfuerzo por parte de SK y su presidente Denis Dyack, están enfocando su esfuerzo a hacer de este remake algo especial, a la altura de la versión original de PSX. Y es esta la razón por la cual el juego ya ha visto un retraso, mejorar la calidad de éste y de paso dejar satisfecho a la amplia cantidad de fans que existen a lo largo y ancho del mundo. Todo está dado para mejorar lo inmejorable, algo que nadie tenía en mente, pero que gracias a la colaboración de las 2 grandes niponas, podremos disfrutar muy pronto.
Una historia de terroristas
Todo comienza con Solid Snake infiltrándose en una base militar repleta de armamento nuclear en la lejana isla de "Shadow Moses" en Alaska. Dentro de esta oculta base se encuentra el grupo terrorista Foxhound que amenaza al gobierno norteamericano de que van a lanzar una arma nuclear experimental, llamada Metal Gear Rex, en menos de 24 horas pidiendo a cambio un rescate: a su jefe, el Big Boss. Tratando de impedir este vasto ataque, el gobierno llama al mejor elemento del Coronel Roy Campbell, el personaje principal del juego: Solid Snake. Obviamente esta tarea no va a ser nada fácil, es Snake contra todo un grupo de terroristas muy bien armados. Y no es solo el impedir este ataque, sino que además debe cumplir varios objetivos dentro de su misión, como es el rescatar a dos importantes personajes de las garras del enemigo, averiguar si Foxhound tiene el potencial posible para ocupar las armas nucleares y acabar con ellos.
Con solo esta pequeña introducción, se da pie a una de las historias mejor llevadas a los videojuegos, como si de una película se tratase. Los cambios argumentales son muy frecuentes, repentinas sorpresas que nos dejarán fríos y un sinfín de añadidos que hicieron que el juego, en su tiempo, fuera alabado por las revistas especializadas. Desde un principio se nos presentará la historia con escenas cinemáticas en tiempo real, aunque son más que eso.
Esto, sin duda, es uno de los puntos fuertes del juego, el hacer gala de impresionantes escenas introductorias con tomas de diferentes ángulos para apreciar de mejor modo la acción, cosa que podrán confirmar la gran cantidad de jugadores que han tenido el placer, sí, placer, de jugar Metal Gear Solid. Agregado a esto, y para compenetrarnos más con la historia, nos comunicaremos con diferentes personajes a través del Codec, donde se nos darán pistas y reseñas sobre el que hacer a continuación en el juego, sin olvidar los detalles agregados para darle mayor valor y complementación a la historia.
Un remake digno de Konami y Nintendo
A espera de más información, el juego pinta más que un simple remake. Y es que eso es lo que quieren lograr, un remake pero con elementos que lleguen a ser novedosos para aquellos que ya hayan jugado anteriormente. No es tan solo poder revivir la aventura con mejores gráficos, sino que tener un nuevo enfoque que te impulse a jugar una vez más este gran título. Vamos a ver algunas de las nuevas características que posee. Primero que nada, algunos escenarios han sido modificados levemente con respecto a su versión original, agregando casilleros, ya sea para esconderse de los soldados que se pasean constantemente o para encerrar a éstos y de paso limpiar nuestro camino de tan molestos individuos. En segundo lugar, tenemos la opción de mirar a nuestro alrededor con vista en primera persona, que ayudará a enfocar mejor nuestros ataques. Esto no es un simple añadido, servirá, por ejemplo, para las batallas contra los jefes finales, dándole una nueva perspectiva a la acción. Otra nueva característica, o más bien dicho, un nuevo movimiento para Snake, por lo menos en este remake, es el poder colgarte en los bordes y avanzar por ellos para evitar ser descubierto. Con este nuevo agregado, puedes infiltrarte con mucha más facilidad en ciertas zonas, haciendo del juego algo mucho más dinámico.
Tecnología de nueva generación
Lo que salta primero a la vista son los cambios gráficos que ha sufrido desde su traspaso desde la antigua generación a ésta. Y es que es normal que esté, en el aspecto gráfico, a la altura de los demás juegos de la consola cúbica. En las primeras imágenes y videos que se desvelaron, se notaban cambios importantes, que iban desde los diseños de los personajes, hasta la renovación total de las escenas cinemáticas. Snake luce un aspecto similar al que aparece en Metal Gear Solid 2, una definición facial excelente, donde podemos ver las distintas expresiones y sentimientos, desde enojo hasta tristeza, mientras que su cuerpo está definido por una gran cantidad de polígonos, dotándolo de mayor espectacularidad. Los enemigos también cuentan con una gran definición. Tal es el caso de Revolver Ocelot (uno de los jefes del juego), quien ha aparecido en varias imágenes con un aspecto remozado, lleno de texturas y elementos en su cuerpo. Otro aspecto que cabe destacar es la calidad de las texturas que muestran los escenarios. Pisos nevados en donde podremos dejar nuestras huellas, escenarios y pasillos cerrados fielmente reproducidos, además de muchos elementos interactivos, como es el caso de botellas, dan mucha más vida a los niveles y serán las delicias de los amantes del aspecto gráfico. Resalta, en este sentido, su gran parecido al MGS2 de PS2, ya que Konami le cedió los engines gráficos a los chicos de SK, quienes a su vez, han aprovechado esto y lo han aplicado de excelente manera.
Siendo un juego netamente de acción y espionaje, la jugabilidad toma un papel importante, tal vez el más importante, a lo largo de todo el juego. Por esta razón, se ha adaptado el control de Gamecube a las acciones de Snake, logrando un resultado más que satisfactorio. Por ejemplo tenemos el caso del botón Z, muchas veces utilizado inútilmente, pero esta vez será esencial si queremos tener una perspectiva en primera persona. Las secuencias del codec han sido tomadas casi con calco, mostrando en pantalla los mismos rostros que la versión original de MGS.
Por otro lado tenemos el sonido, que hace gala del Dolby Pro Logic II, elemento esencial para este género de juegos. El MGS original destacó, principalmente, por las voces de los personajes dentro del juego. Y éste no es para menos, ya que se tomó al mismo elenco para que pudiera regrabar las voces. Hay algunos nuevos diálogos en este sentido, que no dejan de ser anecdóticos, ya que son cosas meramente de retoques en escenas cinemáticas o secuencias del codec. El resultado es, en el caso de las voces americanas que siguen estando presentes, para hacernos sentir escalofríos y rememorar uno de los mejores exponentes en el tema voces.
Por último, se destaca algo que han querido recalcar los de SK: la inteligencia artificial. Cosa esencial para este juego, en donde el sigilo y el mantenerse escondido van de la mano, tratando de evitar a toda costa el enfrentamiento cara a cara con los soldados de turno. Estos serán más sensibles a los ruidos que emitimos, desde el sentir nuestros pasos hasta vernos nuestra sombra, obligándonos a ocultarnos en cada centímetro de pared que encontremos a nuestro alrededor. Un gran factor para un gran juego. Sin una IA bien desarrollada, este juego no llegaría al nivel al que llegó en el pasado, ni la expectación que está generando en el presente.
¡Snakeee!
Poco. Sí, queda muy poco para poder ver nuevamente, desde la época de la NES, a un nuevo Metal Gear en una consola de Nintendo. Y es que estamos hablando de una saga, una de las más importantes, de Konami. Está de regreso, Solid Snake en el cubo, dejando al lado criíicas y opiniones mal fundadas acerca de este género en la consola que nos toca. Ahí está, haciéndolo nuevamente, trayendo hacia nosotros un nuevo fruto de las "amistades" de Nintendo. Una sorpresa magistral, inesperada por muchos, que lleva la coletilla The Twin Snakes, y que en Marzo podremos disfrutar en nuestros hogares. Necesitarás concentración, pues el más mínimo error te hará ser descubierto y echar la misión por la borda. Huye. Escóndete. Los soldados de Foxhound te están esperando con metralleta en mano, dispuestos a eliminarte sin compasión. Te están acechando y te están esperando: Vulcan Raven, Psycho Mantis, Decoy Octopus, Sniper Wolf y Revolver Ocelot. Usa tu habilidad para derrotarlos y lograr tu objetivo, misión extremadamente compleja, razón suficiente para temer al líder, si, el hombre con el mismo código genético que tú. Es Snake, pero su nombre es Liquid. La Serpiente Gemela.