El desarrollo de un videojuego de Rare siempre es un buen motivo para recordar todo aquello que hizo especial al estudio que se labró un nombre junto a Nintendo, y que luego ha ido probando suerte en su no tan fructífera relación bajo el amparo de Microsoft. Da igual cuántos años pasen y cuántos títulos estén a sus espaldas: Rare sigue siendo un nombre de peso en esta industria. Ahora, tras varios años de espera, parece que Sea of Thieves, su ambicioso videojuego multijugador en primera persona ambientado en un enorme y colorido mundo de piratas, va tomando forma y se encamina a Xbox One y PC de la mejor manera posible.
La aventura por encima de todo
Uno de los aspectos fundamentales de Sea of Thieves, será el de transmitir una sensación de aventura constante. Como si se tratase de una película de Errol Flynn, el videojuego de Rare buscará que nos sintamos un verdadero pirata, deambulando por escenarios paradisiacos, enormes y concurridos buques, húmedas cuevas y cristalinas o tempestuosas aguas. Durante la presentación en la charla con la que Microsoft inauguró su E3, el vídeo mostrado hacía hincapié en la generosa variedad de ambientes, intentando enseñar en apenas unos minutos, todas las posibilidades que nos aguardan en el juego.
Combatiremos desde naves con docenas de cañones por banda, bucearemos por las peligrosas profundidades de aguas infestadas por tiburones en busca de cofres hundidos, desafiaremos tempestades, lucharemos contra esqueletos entre riscos y cocoteros y descubriremos ruinas en atolones perdidos. Sea of Thieves pretende sentirse como un título impredecible en cada partida, retando al jugador y a sus acompañantes -en principio, un total de cuatro- a una auténtica montaña rusa llena de momentos imposibles, combates tensos contra variados enemigos y situaciones de pausada y deleitable exploración. En otras palabras: es el videojuego que la saga cinematográfica de Piratas del Caribe debería haber tenido.
La cooperación será vital en el videojuego, invitándonos a ayudarnos los unos a los otros como una aguerrida, unida y veterana tripulación en la búsqueda de aventuras y tesoros, definiendo -como en buen juego multijugador- un rol específico para cada personaje y compañero. Si bien Mike Chapman, diseñador jefe en Rare, ha destacado que jamás ha concebido Sea of Thieves como un MMO, sí quiere que se trate de un título diseñado en base al compañerismo y la aventura cooperativa, en la que cada jugador se sienta importante con su rol a desempeñar. En otras palabras: cuando nos conectamos desde nuestra Xbox One o PC, juguemos para divertirnos y no para competir.
Esto se nota nada más tomar contacto con el videojuego, pues encontraremos desde personajes capaces de desentrañar pistas de mapas a otros expertos en el combate con trabucos y pistolas, pasando por los siempre eficientes espadachines. En uno de los momentos de la demo, uno de los piratas sostenía un cofre, mientras otros le guardaban las espaldas combatiendo contra múltiples esqueletos y zombis en una desesperada huida de una cueva maldita.
El concepto de videojuego divertido y accesible está patente, pues Sea of Thieves se aleja por completo de los elementos propios de otros MMO, como la evolución compleja del personaje en base a la experiencia y el farmeo artificial, evitando la repetición de misiones por el mero hecho de gozar de un nivel superior al de otros jugadores. Rare quiere que el jugador disfrute, que explore islas y cuevas llenas de tesoros, y que el único objetivo sea el de gozar con un botín más grande que el de la partida anterior.
Botines, que además de presentarnos incentivos estéticos -en forma de armas especiales, armaduras, trajes o similares-, indicarán a otras tripulaciones y piratas en el juego qué tipo de jugadores somos o cuáles son nuestras credenciales. ¿Somos unos piratas sedientos de sangre? Pues llevaremos armaduras acordes. ¿Somos conquistadores o exploradores? Así lo demostrarán nuestros aspectos. En una de las múltiples presentaciones de Rare en el E3, se destacó esta característica, prometiendo que no encontraremos diferencias jugables entre usuarios que jueguen más o menos. Desde el estudio están muy volcados en presentar un juego amigable y accesible a todos, sin barreras y equilibrado, y parece que lo están logrando.
La variedad de misiones parece que será grande -y distintas entre ellas-, y además, según han confirmado sus creadores, Sea of Thieves presentará campañas en vivo, unos eventos que irán ofreciendo contenidos constantes en forma de misiones diarias y dinámicas que buscan condimentar las aventuras de los jugadores. En este tipo de videojuegos, el soporte a corto y medio plazo es vital para mantener la atención del respetable, con múltiple contenido que haga atractivo el videojuego a todos aquellos que decidan invertir sus horas en el título. Rare es conocedora del funcionamiento de estos títulos y ha prometido un plan de actualizaciones constante y nutrido de elementos y características para que siempre tengamos algo que hacer.
Los abordajes también estará a la orden del día, con la posibilidad de atacar -y ser atacados- en nuestras travesías por los mares del juego. En la demostración del E3, asistíamos a un tenso combate entre navíos en mitad de una tormenta. Entre vaivenes, los jugadores combatían por robarse los unos a los otros el tesoro encontrado, mientras se lanzaban plomo entre trabucos y cañones. El concepto es tan sencillo como efectivo: no hay nada más propio a la definición de la piratería que el robarle -lo que sea- a otro, y no hay nada más divertido que sentirse un pirata al hacerlo.
Colorido y muy cuidado
Rare siempre ha destacado por encimas de otras compañías desarrolladoras de videojuegos por mantener una estética constante, un diseño artístico reconocible y unos apartados gráficos preciosistas y llamativos. Sea of Thieves quizás no sea el juego más brillante, pero sí os podemos decir que goza de personalidad suficiente como para ser uno de los videojuegos con mejor rostro y aspecto de todos los que veremos el próximo año. El título, que contará con mejoras en la nueva y potente Xbox One X, presenta un colorido y desenfadado mundo, en el que preciosas puestas de sol se mezclan con violentas tormentas, y en el que el océano cobrará un sentido especial. Si sois fetichistas de los efectos gráficos usados en los videojuegos para recrear el agua, os rogamos que prestéis especial atención a lo que han conseguido.
Nos sorprendió especialmente el diseño de la vegetación, muy viva y llamativa, y el cuidado que se ha puesto a la hora de presentar los personajes. Hemos encontrado piratas de todo aspecto y naturaleza, con un estilo de caricatura que le sienta especialmente al relato aventurero que está cuajando Rare.
Un juego a tener en cuenta
La principal clave de Sea of Thieves es que está destinado a casi cualquier tipo de jugador. No hay que ser un experto en juegos de rol multijugador, ni un veterano usuario en títulos de acción en primera persona. Rare ha diseñado su videojuego para que sea accesible, ofreciendo una aventura muy disfrutable, sin requisitos o conocimientos previos de ningún tipo.
La camaradería que se puede formar con nuestra tripulación, su diseño artístico y las posibilidades en forma de misiones y objetivos, pueden conseguir como resultado una propuesta divertida y atractiva, ya sea en Xbox One o en PC. La obra de Rare se postula como uno de los videojuegos a tener en cuenta para comienzos de 2018, y sin lugar a dudas, parece haberse ganado por méritos propios el ser una de las experiencias más divertidas y entretenidas de este E3.