Que PlatinumGames es uno de los grandes estudios del momento es algo que ya no puede negar nadie. El estudio liderado por Hideki Kamiya ha conseguido labrarse una reputación a base de lanzar auténticos juegazos. Si bien durante su trayectoria ha tenido algún que otro pequeño traspiés, como el reciente y flojo The Legend of Korra, la calidad media de sus producciones suele ser altísima, especialmente cuando son juegos de acción, la gran especialidad de estos japoneses como bien han demostrado con las dos entregas de Bayonetta, The Wonderful 101 o Vanquish, por mencionar unos pocos ejemplos.
Pero probablemente los títulos de PlatinumGames que más expectación consiguen levantar son los firmados y dirigidos por el propio Kamiya, el creador de auténticas obras maestras como Okami o el primer Devil May Cry. Por eso, cuando se anunció en el pasado E3 que Scalebound, su próximo título, sería exclusivo de Xbox One y que trataría sobre dragones, consiguió atraer las miradas de todo el mundo. Y eso que solo nos mostraron una secuencia cinematográfica generada por ordenador.
Sin embargo, hemos tenido que esperar hasta la gamescom de este año para haber podido ver por primera vez su jugabilidad, algo que solo ha servido para hacernos la espera hasta su lanzamiento todavía más dura, ya que todo lo que hemos visto de él hasta el momento nos ha encantado.
Cuando Kamiya dijo que este sería su proyecto más grande y ambicioso hasta la fecha no mentía. Escenarios enormes, un mundo de gran tamaño y escala, mucha acción, mecánicas de juego tan innovadoras como clásicas y dragones. Muchos dragones.
El creativo japonés nos ha confesado que es un grandísimo fan de estas míticas e imponentes criaturas desde siempre, y que uno de sus grandes sueños siempre fue hacer un juego que tratara sobre ellos y que les hiciera justicia, de modo que se trata de un proyecto muy personal y desafiante. Sin embargo, aquí no controlaremos directamente a un dragón ni serán los grandes enemigos. En vez de apostar por el enfoque clásico y habitual, Kamiya quiere que el jugador cree un vínculo con una de estas criaturas, que tenga que colaborar con ella, que luche junto a ella y que traben una amistad, motivo por el que nuestro protagonista será un humano al que siempre le acompañará un gigantesco dragón.
Podremos darles diversas órdenes y será realmente importante la colaboración con él, tanto dentro de los combates como fuera de ellos, ya que, por ejemplo, podrá abrirnos nuevos caminos derribando escombros o abriendo puertas que son prácticamente de su tamaño. En cuanto a sus usos durante las batallas, hemos visto unos pocos ejemplos, ya que por ejemplo podremos enviarle a combatir contra una bestia gigante mientras nosotros nos encargamos de monstruos más pequeños antes de acudir en su ayuda, o solicitarle que destruya una estructura concreta con varios enemigos para así quitarnos de en medio a varios de un solo plumazo.
Hemos visto poco, pero el sistema promete y no dudamos de que más adelante se nos abrirán muchas más posibilidades de acción. Continuando con los combates, la parte que controlamos nosotros directamente (es decir, a su protagonista humano), nos ofrece el habitual repertorio de golpes y combos al que ya nos tienen habituados desde PlatinumGames, con unos movimientos muy rápidos, ágiles y dinámicos.
Eso sí, a la hora de hacer frente a los enemigos más grandes y poderosos no nos bastará con atacar y golpear simplemente donde buenamente podamos, ya que también tenemos que procurar exponer las partes más débiles y vulnerables de las bestias que nos planten cara. Por ejemplo, el jefe que se mostró durante la demo de la conferencia de Microsoft de la gamescom, tiene un exoesqueleto muy duro que le protege prácticamente de casi todo, aunque por debajo su carne está totalmente expuesta, por lo que tenemos que procurar enfocar nuestros ataques ahí. Una táctica que nos mostraron era la de utilizar una mina paralizante en su abdomen, seguir combatiendo y esperar a que esta se activara. Una vez explota y paraliza al enemigo, tendremos unos valiosos segundos para destrozar a nuestro rival junto a nuestro dragón y, lo que es más importante, para intentar cercenarle algunos de sus miembros, ya que estos podremos convertirlos en unas gemas que luego podremos utilizar para mejorar a nuestro personaje. Y claro, también para debilitar a la criatura.
Además de los movimientos de combate cuerpo a cuerpo, también tendremos a nuestra disposición armas a distancia, como un arco, que nos permitirán atacar desde una distancia prudencial, aunque ojo, que el tiempo para recoger orbes es muy corto y quizás prefiramos entablar un combate cuerpo a cuerpo con los enemigos normales y más pequeños que nos encontraremos durante las mazmorras para no arriesgarnos a perdernos la recompensa.
Finalmente, uno de nuestros recursos más valiosos será la forma de dragón que podremos adoptar con nuestro personaje, haciéndonos temporalmente mucho más poderosos, por lo que nuestros golpes pasarán a ser bastante más dañinos. Tampoco podemos olvidarnos de mencionar los objetos consumibles, como la mina paralizante de la que hablamos anteriormente. Estos los podremos colocar en accesos rápidos para que su uso sea rápido e intuitivo y nos ayudarán de formas muy diferentes durante los combates, abriéndonos nuevas estrategias para batallar.
Si bien casi todo lo que nos han mostrado se centra en dejarnos ver cómo serán las secuencias de acción, el juego tendrá un fuerte componente de rol que se irá desvelando a medida que pasen los meses de aquí hasta su lanzamiento. Por suerte, nos han enseñado un brevísimo vistazo a algunas de estas características: posibilidad de personalizar las distintas partes de nuestro dragón y de equiparle con armaduras, seleccionar el tipo de elemento al que queramos que sea afín (fuego, hielo, etcétera) para tener el tipo de dragón que más nos guste, evolucionar sus habilidades para hacer de él algo único, elegir su apariencia, visitar ciudades repletas de gente con la que podremos interactuar, un inventario dividido por casillas que nos ha recordado a lo visto en la saga Diablo, multitud de armas diferentes para manejar, etcétera.
Por si todo esto fuera poco, también se nos dará la posibilidad de disfrutar el juego en compañía de otros jugadores, una característica que promete bastante y que podría acabar desencadenando batallas realmente espectaculares con varios jugadores y dragones colaborando para tumbar a alguna de las criaturas más poderosas con las que nos encontremos en nuestro camino.
Destacar que a pesar de estar ante un juego de Platinum Games, Scalebound tiene un desarrollo mucho más libre que cualquiera de sus otros juegos, por lo que no esperéis entrar en una mazmorra y que esta esté dividida por secciones en las que os vayan puntuando según cómo lo vayáis haciendo. Aquí marcamos nuestro propio ritmo y jugamos como queramos hacerlo.
A nivel gráfico el título luce genial, con detalles realmente impresionantes como el tamaño de nuestro dragón y de los monstruos más grandes. También hay que destacar su apartado artístico, con un mundo y unos escenarios muy bellos (hasta las cuevas que nos han mostrado nos han parecido muy bonitas), así como un diseño de criaturas que nos ha dejado con la boca abierta. Tampoco podemos olvidarnos de los efectos gráficos, con detalles muy cuidados, como el comportamiento de la hierba al viento. El único problema que tiene ahora mismo es que su tasa de imágenes por segundo no es del todo estable y hemos visto más de un tirón, aunque es algo totalmente comprensible en un juego al que todavía le queda año y medio para ponerse a la venta. Además, conociendo la importancia que le dan en PlatinumGames a la fluidez en sus juegos, no dudamos de que esto se solucionará de sobras de cara a su estreno.
Motivos para ilusionarnos con Scalebound tenemos más que de sobra: PlatinumGames, dragones, monstruos gigantes, un interesante mundo para explorar y descubrir, mucha acción, múltiples dosis de rol, cooperativo online, un genial apartado artístico... No podemos esperar a descubrir más sobre esta prometedora aventura que apunta firmemente a convertirse en uno de los mejores juegos del año que viene y probablemente en un motivo más que de peso para hacerse con una Xbox One.