Una de las sorpresas más agradables de esta generación fue Dying Light, una aventura de acción en mundo abierto con zombis que recogía el testigo de Dead Island, la anterior saga de Techland, pero que daba un salto de calidad en todos los sentidos, añadiéndole a la fórmula el parkour, entre otras mejoras.
Dado su éxito, era previsible que más tarde o más temprano se anunciaría Dying Light 2, y ese momento ha llegado en el E3 2018, donde lo hemos visto por primera vez en acción, en una demo a puerta cerrada que nos ha enseñado Techland. Nos esperábamos la típica secuela de "más y mejor de lo mismo", algo que siempre se puede permitir una saga debutante, pero nos ha sorprendido su ambición, introduciendo muchos más cambios y novedades de los esperables.
Volverá a ser una aventura de acción en mundo abierto, ahora ambientada en una ciudad europea ficticia, que será hasta cuatro veces más grande que el mapa del primer juego.
Han pasado 15 años desde que esta plaga de zombis se extendió entre la humanidad, y esto se verá reflejado en un mundo realmente postapocalíptico, sin reglas ni gobiernos, donde reina la ley del más fuerte, en una ciudad tomada por diferentes facciones.
El combate está muy mejorado, ahora más estratégico y fluido, se siente más natural, aunque igual de intenso y visceral. Y el parkour, una de las grandes señas de identidad del primero, también ha recibido multitud de mejoras, con nuevas animaciones y movimientos, y nuevos elementos en los escenarios en los que apoyarse colgarse o balancearse, como nuevos tipos de cuerdas y plataformas móviles.
Pero las mayores novedades de esta secuela vienen por el lado de la narrativa y nuestra capacidad de cambiar el mundo que nos rodea con las decisiones que tomemos, algo para lo que han fichado a Chris Avellone, veterano diseñador y guionista que ha trabajado grandes RPG como Fallout 2, Planescape: Torment, Icewind Dale o Fallout: New Vegas, un experto en crear historias no lineales, y que es el diseñador narrativo de Dying Light 2, junto a varios guionistas que trabajaron en algunas de las mejores misiones secundarias de The Witcher 3: Wild Hunt.
La ciudad en la que se desarrolla el juego está habitada por varias facciones, y la manera en la que nos relacionemos con ellas cambiará los acontecimientos y el mundo del juego, algo en lo que Chris Avellone tiene gran experiencia como vimos en el genial Fallout: New Vegas. A lo largo de la aventura tomaremos cientos de decisiones, de mayor o menor importancia, y estas cambiarán el aspecto y diseño de los escenarios, como vimos en un ejemplo muy concreto.
Era una misión en la que había que dirigirse a un depósito de agua, escalarlo y negociar con sus dueños. Si los derrotábamos le entregábamos ese bien tan preciado a una de las facciones, y el barrio cambiaba por completo; una fuerza de seguridad tomaba la zona y desaparecían los enemigos humanos y los zombis de los alrededores, aparecían fuentes de agua en las que podíamos recuperar la vida, y multitud de atajos en forma de cuerdas y nuevos caminos que facilitaban el parkour y la movilidad, así como toda la imaginaria visual de esta facción, con banderas y otros adornos que cambiaban completamente el aspecto de la zona.
Por contra, esta facción dominaba con mano de hierro todo el barrio, oprimiendo y realizando ejecuciones publicas a quienes se atrevían a quebrantar su ley o no les seguían la corriente, y esta era una situación explosiva, que nos insinuaron se podría acabar volviendo en nuestra contra, a pesar de que en un principio habíamos hecho algo aparentemente bueno.
Luego cargaron partida y nos mostraron qué hubiera ocurrido en caso de tomar una decisión diferente en esta misión. En vez de arrebatarles el depósito, negociábamos con sus dueños, y acordábamos un porcentaje de los beneficios, ya que comerciaban con el agua. El barrio seguía hecho un desastre, repleto de enemigos, pero a cambio recibíamos una suculenta suma de dinero cada cierto tiempo, y la facción opresora no se hacía con la zona.
Las decisiones no serán blancas o negras, será un juego lleno de grises, y narrativamente nos parece muy ambicioso, ya que esto tiene sus implicaciones en la jugabilidad, cambiando las condiciones de los escenarios. Es una idea genial, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la gran mayoría de los sandbox, con entornos en los que apenas podemos influir con nuestras acciones.
Hay otras novedades importantes en Dying Light 2, como que las diferencias entre la noche y el día ahora estarán más marcadas, ya que los zombis evitan la luz y no pisan las calles en las horas diurnas, campando a sus anchas por la noche. Mientras que por el día nos tendremos que enfrentar a peligrosos enemigos humanos, que usan armas y pueden hacer parkour igual que nosotros y pueden perseguirnos incansablemte, así que ahora no tendremos demasiado claro qué son más peligrosos, si los monstruos o los humanos.
Esto no quiere decir que no podamos encontrarnos con zombis durante el día, pero estos siempre se encontrarán dentro de edificios y todo tipo de interiores, ocultos de la luz. Si nos persiguen, bastará para salir a la calle para que el sol los achicharre. Nos enseñaron una escena muy tensa, en la que entraban en una tienda abarrotada de zombis, teniendo que movernos con sigilo para que no nos descubrieran. Todavía no nos mostraron cómo será la noche, en la que al parecer habrá unas cuantas sorpresas en forma de nuevos monstruos y situaciones.
Como ya hemos explicado de pasada, la movilidad y escalada por los escenarios se ha mejorado, y nos mostraron el ascenso al depósito de agua como un ejemplo de lo que llaman puzles de parkour. A diferencia de otros juegos en los que los caminos están perfectamente marcados y sabemos en todo momento por dónde debemos escalar, en Dying Light 2 el plataformeo es mucho más orgánico, los caminos no son para nada obvios, e ingeniárnoslas en cómo llegar a un sitio será un desafío en sí mismo.
Cuando estamos escalando, dando saltos y agarrándonos a todo tipo de salientes, el cansancio o "estamina" de nuestro personaje se va agotando, y tenemos que saber gestionarlo, no haciendo más movimientos de la cuenta hasta no estar a salvo y poder recuperarnos. Esto es algo que ya estaba en el primero, pero ahora lo hemos visto mucho más marcado, y han creado situaciones desafiantes utilizando esta mecánica. No valía cualquier camino para escalar la torre, ya que si elegíamos uno no apropiado, que exigía demasiado esfuerzo a nuestro personaje, podíamos caer al vacío y matarnos.
También volveremos a tener un gran repertorio de armas que podremos crear y personalizar, aunque nos dijeron que como han pasado 15 años desde que la humanidad se fue al garete, las armas de fuego serán muy escasas, ya que no hay munición, y el cuerpo a cuerpo será el ingrediente básico en los combates. Y también volveremos a tener un completo árbol de habilidades para mejorar a nuestro personaje, ya sea en el combate, el parkour y otros aspectos.
Volverá a haber un modo cooperativo para cuatro jugadores, aunque solo progresará la historia en el usuario que haga de anfitrión, el resto ganando experiencia y todo tipo de armas. Esto será interesante, ya que como el mundo del juego cambiará tanto en base a las decisiones que tomemos, será curioso entrar en el mundo de un amigo y comprobar lo diferente que es al tuyo, sin necesidad de empezar una partida desde cero. Habrá también un modo multijugador competitivo, aunque todavía no han desvelado los detalles, pero han dicho que nos sorprenderá.
De los gráficos no hemos dicho nada, pero el primero ya se veía genial, y este se ve todavía mejor. Es curioso lo que ha sido capaz de conseguir Techland visualmente con este juego, un estudio que se supone que no es "top" dentro de la industria, pero que nos mostró uno de los mejores apartados gráficos que vimos en toda la feria. Con unos escenarios repletos de detalles, una iluminación genial y una gran mejora en las animaciones y modelados de los personajes, Dying Light 2 es un juego visualmente sobresaliente.
Una secuela más ambiciosa de lo habitual
Nos gustó muchísimo el primer Dying Light y nos ha sorprendido lo ambiciosa que es esta secuela, que mejora en todos los aspectos jugables, y que ataca de manera decidida lo que era la parte más floja del primero, la narrativa. Tomar multitud de decisiones y que estas influyan en el mundo del juego nos parece un punto de partida genial para una aventura de mundo abierto, y contar con el talento de Chris Avellone asegura no es una mera promesa, y va a ser un aspecto muy trabajado.
Se lanzará el año que viene para PS4, Xbox One y PC, y no lo perdáis de vista los amantes de la acción en mundo abierto y de los juegos de zombis, ya que apunta a ser uno de los títulos más potentes de 2019, una aventura con auténtica personalidad propia.
Hemos visto una demostración del juego en una presentación organizada por Techland en el E3 2018.