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Género/s: Acción / Hack and Slash
Fecha de lanzamiento:
WiiU:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Valhalla Game Studios
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 54,95 €
Jugadores: 1
Formato: Wii U Optical Disc
Textos: Inglés
Voces: Inglés
Online: Sí
ANÁLISIS

Impresiones Devil's Third

Superamos las primeras horas de la nueva aventura de Tomonobu Itagaki, un juego que podría convertirse en una de las grandes decepciones del 2015.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión Wii U.

Tomonobu Itagaki no es solo una de las figuras más polémicas de la industria por sus declaraciones sin tapujos, sino también una de las mentes creativas más respetadas y aclamadas del sector. Igualar el trabajo de este japonés con esas dos obras maestras de los hack 'n slash que son Ninja Gaiden (Xbox) y Ninja Gaiden 2 (Xbox 360), así como de las cuatro primeras entregas de Dead or Alive, no es algo que esté precisamente al alcance de cualquiera, tal y como ha quedado patente con Ninja Gaiden 3 y Dead or Alive 5, juegos que no fueron dirigidos por Itagaki y que experimentaron un evidente bajón de calidad respecto a sus predecesores.

Por eso, cuando en pleno E3 del 2010 se anunció Devil's Third, un nuevo juego para Xbox 360 y PlayStation 3 firmado por este creativo, automáticamente reclamó la atención de todo el mundo, ya que ese simple hecho era suficiente como para merecer algo de nuestro interés. Sin embargo, desde su presentación no volvimos a saber nada más de él y la quiebra de THQ (editora del juego) tampoco pareció ayudar demasiado a que su desarrollo marchara adecuadamente.

De esta forma, pasaron varios años hasta que en el E3 2014 Itagaki sorprendiera a propios y extraños anunciando que Devil's Third pasaría a ser un juego exclusivo de Wii U editado por la propia Nintendo, un movimiento que casi nadie se esperaba y que encima venía acompañado por las primeras secuencias de su jugabilidad.

Eso sí, ha tenido que pasar otro año completo para que Nintendo nos haya dado la oportunidad de probarlo por primera vez y rodeado de ciertas polémicas, como la cuestionable decisión de no traducirlo a nuestro idioma, algo que llevaba años sin ocurrir con un juego publicado por esta veterana compañía japonesa y que parece que se va a repetir con la próxima entrega de Project Zero (esperemos que no).

La mezcla de combates cuerpo a cuerpo con tiroteos no termina de funcionar del todo bien.

Así pues, y ya con la versión final en nuestras manos, hemos tenido la oportunidad de superar los primeros compases de la campaña para un jugador de Devil's Third, lo que nos ha permitido hacernos una buena idea de su propuesta y salir finalmente de dudas.

Por desgracia, todavía estamos intentando recuperarnos de la tremenda decepción que nos han dejado sus horas iniciales.

Sí, no se nos ocurre otra palabra más que decepción para describir lo que transmite Devil's Third, ya que cuenta con todas las características que un juego necesita para ser tachado de mediocre. Pero vayamos por partes y no adelantemos acontecimientos.

Para quienes no le hayáis seguido la pista, decir que nos encontramos ante un juego de acción en tercera persona que busca mezclar combates cuerpo a cuerpo con diversas armas (katanas, hachas, etcétera) y tiroteos con coberturas, tanto en tercera como en primera persona, según la precisión con la que queramos apuntar.

Esta extraña mezcla, que sobre el papel puede sonar bien y dar pie a situaciones tan variadas como espectaculares, en la práctica se ha acabado plasmando con una torpeza enorme, provocando que el título no convenza ni como hack n' slash ni como shooter. El control en los combates cuerpo a cuerpo es extremadamente simple y todo consiste en pegar unos pocos golpes flojos para luego pulsar el botón de ataque fuerte y ver una ejecución que dependerá del arma que llevemos, ya que todas se manejan exactamente igual (aunque la velocidad, potencia y efectividad de cada una varía). Si hay combos distintos y variados, nosotros no los hemos visto.

Para complementar nuestros ataques tenemos varias acciones defensivas como bloqueos (que podremos realizar incluso con armas a distancia como fusiles de asalto) y esquivas, aunque también podremos arrojar nuestra arma como si fuera un proyectil. Y esto es caso todo lo que encontraréis a la hora de luchar mano a mano contra vuestros rivales, lo que se acaba traduciendo en una serie de batallas muy aburridas y simplonas en la que nuestra única motivación será ver nuevas ejecuciones, aunque estas se acaban repitiendo bastante.

No tardaremos en cansarnos de ver las mismas ejecuciones una y otra vez.

La otra parte de la moneda la tenemos en los tiroteos, que no dejan de ser los mismos que hemos visto ya en decenas de juegos: toma una cobertura (o no, aunque así no duraréis demasiado) y dispara, ya sea desde la cadera en tercera persona o apuntando en primera. La IA no es especialmente brillante, así que a menos que nos destrocen nuestra cobertura, nos tiren una granada o nos venga algún enemigo cuerpo a cuerpo, podremos parapetarnos en un sitio concreto e ir destrozando al ejército rival sin demasiadas complicaciones.

Ojo, porque no se trata de un juego fácil, algo que ya es marca de la casa, por lo que moriréis bastante incluso en su nivel de dificultad normal. Esto se debe a que los rivales suelen ser muy numerosos, a un sistema de regeneración de salud automática que apenas nos permitirá aguantar un par de golpes seguidos y a una serie de habituales situaciones en las que tendremos que hacer frente a enemigos con armas cuerpo a cuerpo mientras nos fríen a balazos otros tanto con sus fusiles y lanzacohetes.

Si matamos enemigos cuerpo a cuerpo rellenaremos un medidor que nos permitirá desatar todo el potencial de nuestro personaje.

Estas últimas nos obligarán a usar el escenario para poder atraer a los enemigos a sitios fuera de la visión de los tiradores para así poderles despachar, ya que ponernos a pegar katanazos cuando somos un blanco fácil es la peor idea que se os puede ocurrir. Para facilitar esto, tendremos una técnica de deslizamiento por el suelo que nos permitirá movernos por el escenario con algo más de soltura, aunque los rivales tienen una puntería que más quisiéramos para nosotros.

Al menos, tenemos que admitir que los controles están muy bien resueltos y nos ha sorprendido gratamente la naturalidad con la que pasamos de una cámara a otra. Además, el hecho de que no tengamos que pulsar un botón para ponernos en cobertura (basta con acercarse a una pared o estructura donde podamos refugiarnos) también nos ha parecido un gran acierto. Devil's Third tiene multitud de fallos, pero los controles no son uno de ellos.

El diseño de niveles, al menos en estos primeros compases, también nos está pareciendo muy deficiente, proponiéndonos situaciones muy mal planteadas, repetitivas y sin garra alguna (especialmente en los momentos en los que se busca romper con la tónica habitual). Todo es un pasillo por el que avanzamos de forma lineal con algunas zonas un poco más abiertas, algo que no sería un gran problema si todo lo que saliera a nuestro paso a medida que avanzáramos fuera mínimamente estimulante, cosa que no es así.

Los primeros jefes finales a los que haremos frente son de lo peor que hemos visto en mucho tiempo.

Pero si hay algo peor que su diseño de niveles, eso son sin duda sus jefes finales, totalmente lamentables y con unas rutinas de ataque que palidecen frente a lo que se podía ver hace unas cuantas generaciones, proponiéndonos unos enfrentamientos totalmente anodinos y aburridos que conseguiremos superar repitiendo los mismos movimientos una y otra vez.

La historia tampoco hace mucho por salvar el conjunto, con una serie de personajes sin carisma alguno y muy mal escritos, una narrativa desastrosa y un guion que hace aguas por todas partes. Resumiendo de forma rápida, encarnaremos a Ivan, un antiguo terrorista que tras ser encarcelado se dedica a realizarle favores al Gobierno de los Estados Unidos a cambio de determinadas recompensas, como una batería o una guitarra española. Ahora, tras un ataque perpetrado por su antiguo grupo de compañeros que ha fundido los sistemas electrónicos de todo el mundo, le tocará pararles los pies antes de que sea demasiado tarde.

Si esperabais que al menos su apartado gráfico se salvara de la quema por ser un exclusivo de la consola, también tenemos malas noticias que daros. Los modelados cumplen sin grandes alardes, los escenarios resultan muy genéricos y cuentan con una dirección artística no especialmente inspirada, existen texturas con una resolución irrisoria (y eso cuando consiguen cargar a la primera), suele haber algo de popping y lo que más nos ha molestado: una tasa de imágenes por segundo que no conoce la palabra "estabilidad".

El juego no es ninguna maravilla gráfica ni artística, aunque al menos nos ofrece todo el gore y la violencia habitual de los juegos de Itagaki.

Del sonido tampoco hay demasiado bueno que decir, ya que la banda sonora es totalmente olvidable (no hace ni media hora que dejamos de jugar para escribir este texto y somos incapaces de recordar alguna de sus melodías), los efectos cumplen sin más y el doblaje en inglés (al igual que los textos) hace gala de unas interpretaciones de muy dudosa calidad.

Tal y como habéis podido comprobar a lo largo de este texto, nuestras primeras horas con Devil's Third nos han dejado helados incluso con la ola de calor que estamos viviendo estos días. Todavía mantenemos algo de esperanza en que el juego vaya mejorando considerablemente a medida que avancemos y que su modo multijugador consiga atraparnos, aunque por si acaso, preferimos mantener nuestras expectativas bajo mínimos tras este primer contacto, ya que lo jugado hasta el momento no nos invita a mantenernos especialmente optimistas.

Redactor