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Género/s: Minijuegos / Otros
WII, PS2, PC, GBA:
GCN, XBOX:
X360, NDS:
WiiU:
PS3:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ubisoft
Producción: Ubisoft
Distribución: Ubisoft
Precio: 59.95 €
Jugadores: 1-4
Formato: 1 DVD
Textos: Español
Online: No
ANÁLISIS

Avance Rayman Raving Rabbids

Primeras impresiones de la presentación de Wii en Europa.
Versiones Wii, PS2, Game Boy Advance, Xbox 360, NDS, GameCube, Xbox, PC. También disponible en PlayStation 2, Ordenador, Game Boy Advance, GameCube, Xbox, Xbox 360 y Nintendo DS.

La demo de este juego que hemos podido probar en Londres es la misma que hace escasas semanas estuvo en la feria de Leipzig, donde se mostraron algunos de los minijuegos que formarán esta nueva aventura creada por Ancel, padre de Rayman.

Aunque muchos esperábamos un plataformas puro y duro, esta nueva vertiente del personaje de Ubisoft se ha demostrado como, simple y llanamente, sublime. Estar en la zona de demostración de este título era sinónimo de ir carcajadas incluso por encima de la -muy alta- música discotequera con la que Nintendo tuvo a bien "deleitarnos." Y es que éste ha sido uno de los sinónimos de diversión más evidentes de todo el evento, junto a Wii Play y, claro está, Wario Ware.

Uno de los minijuegos nos invitaba a bailar en una especie de pesadilla setentera del sábado noche mientras los conejos energúmenos se nos acercaban por los costados, teniendo que eliminarlos moviendo el nunchaku o el mando remoto (izquierda y derecha) en cuando pisaban un círculo. No es sino una versión del control de los juegos musicales de alfombrilla, como Dance Dance Revolution, pero resulta endiabladamente divertido y cómico, sobre todo según se aceleraba la música y los conejos empezaban a acosarnos a mayor ritmo.

Probamos también un minijuego de acción en primer persona, una especie de juego de disparos "sobre raíles", es decir, con el camino predeterminado a través del cual disparábamos desatascadores a los conejitos que se iban asomando alocadamente desde cualquier sitio, escondidos a la espera para saltar a nuestra yugular como bien les enseñó su camarada adiestrado por los Monty Python. Mover el nunchaku recargaba nuestra arma (de munición ilimitada, pero cargador algo escaso), otorgándole un ritmo tan frenético como en el del anterior minijuego.

Otro juego de puntería consistía en lanzar zumo de zanahoria dentro de las gafas de buceo de los conejos que se acercaban a nosotros, también en primera persona, en una especie de cruce de juego de feria con House of the Dead; una experiencia de juego absurda pero gratificante que nos exige apuntar con el mando remoto mientras agitamos el nunchaku para empujar la bomba que lanza el líquido. También tuvimos una sesión de minijuegos de velocidad, en este caso una carrera sobre rinocerontes (o algún bicho indefinido que se le parezca) en el que el mando remoto funcionaba como látigo para sugerirle al animal que una velocidad superior sería apropiada mientras girábamos con el stick analógico del nunchaku.

Visto lo visto, Rayman Raving Rabbids se perfila como un juego divertido, no sólo por su jugabilidad, sino por su continuado estilo alocado que nos invita a meternos en el pellejo de un melómano Rayman que quiere convertirse en la peor pesadilla de Hugh Hefner matando conejitos a diestro y siniestro. Nosotros estamos dispuestos, si la versión final mantiene esta línea, a seguirle el juego.