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Género/s: Acción / Beat'em up
Fecha de lanzamiento:
PS4, XBOne, Switch, PC:
Android, iPhone:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Guard Crush Games / Lizardcube
Producción: Dotemu
Distribución: PlayStation Network
Precio: 24,99 €
Jugadores: 1-4
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: Sí
ANÁLISIS

Impresiones Streets of Rage 4, el regreso de una leyenda

Probamos el espectacular regreso de toda una leyenda de los 'yo contra el barrio'.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, Xbox One, Switch, PC, Android, iPhone. También disponible en Xbox One, Nintendo Switch, Ordenador, Android y iPhone.

Traer de vuelta una saga clásica que lleva años olvidada nunca es una tarea fácil, ya que siempre corres el riesgo de no estar a la altura de los recuerdos de los fans y de causar rechazo al tomar ciertas decisiones, sea en lo artístico o en las novedades jugables que has intentado introducir para modernizar la fórmula.

Este es, sin duda, el mayor reto al que se enfrentan Guard Crush Games y Lizardcube con Streets of Rage 4, la cuarta parte de una serie que lleva sin dar señales de vida desde Mega Drive y cuyas dos primeras entregas están consideradas por muchos como dos de los mejores beat'em up al estilo "yo contra el barrio" que se han realizado jamás.

Por eso, cuando asistimos a nuestra cita de la gamescom para probar el retorno de esta legendaria saga de Sega no pudimos evitar sentir cierto nerviosismo.

A fin de cuentas, estábamos a punto de reencontrarnos con una de las sagas de nuestra infancia, cuyos juegos hemos seguido rejugando con cierta asiduidad con el paso de los años, y por muchísimo que quisiéramos esos son unos sentimientos que sabíamos que no íbamos a poder quitarnos fácilmente para poder aproximarnos a él completamente libre de prejuicios.

¿Estará a la altura de la leyenda? ¿Hasta qué punto respetará la esencia clásica de la serie? ¿Se sentirá realmente como Streets of Rage? ¿Encajarán bien las novedades? ¿Y el nuevo estilo gráfico y artístico? Estas eran algunas de las preguntas que no parábamos de hacernos mientras nos dirigíamos al stand en el que nos habían citado para jugar.

Una vez allí, nos sentaron en un sofá junto a un compañero de un medio internacional para jugar en cooperativo en un intento por replicar esas largas tardes repartiendo mamporros virtuales junto a nuestros amigos, nos dieron nuestros respectivos mandos, escogimos personaje y... se produjo la magia.

Puro Streets of Rage

Por si alguien tiene todavía alguna duda, Streets of Rage 4 es un beat'em up de pura cepa, de los de antes y sin "moderneces" de ningún tipo, por lo que prescinde de esos elementos roleros que se han popularizado en el género últimamente para centrarse única y exclusivamente a lo que hace verdaderamente divertidos a estos juegos: avanzar por niveles lineales y pegarse de tortas con todo el que se cruce en nuestro camino.

El juego es puro 'Streets of Rage'. Y de los buenos.

Para comprobar hasta qué punto se había replicado la jugabilidad característica de la serie decidimos escoger a Blaze para nuestra primera partida y no tardamos ni medio segundo en sentirnos como en casa, con unos controles prácticamente calcados a los de Streets of Rage 2 y unas animaciones de combate que éramos capaces de identificar sin ningún problema, tanto a la hora de andar y movernos como a la de golpear.

Lo mejor de todo es que las físicas son brutalmente satisfactorias. Es algo difícil de describir, pero sus desarrolladores han conseguido que sintamos todos y cada uno de los golpes que damos, con unas cajas de colisiones que funcionan a la perfección y enemigos que reaccionan de forma lógica y consecuente a los impactos, consiguiendo que los combates se conviertan en una experiencia tremendamente intuitiva en la que los guantazos fluyen de forma orgánica.

Esto es algo que se nota especialmente cuando elevamos a nuestros rivales del suelo y podemos continuar castigándolos mientras están el aire sin poder defenderse con juggles que nos saldrán solos y casi sin pensar en ello. De hecho, si nos ponemos de acuerdo con nuestro compañero y conseguimos sincronizarnos podremos hacer auténticas bestialidades, jugando con los enemigos como si fuesen una pelota.

Ojo con el fuego amigo si no queréis acabar pegándole una paliza a vuestro compañero cuando juguéis en cooperativo.

Por supuesto, los controles son tan sencillos como cabría esperar: un botón para atacar y hacer combos, otro para ataques dirigidos hacia nuestra espalda, otro para golpes fuertes que consumen parte de nuestra vida y un tercero para agarrar objetos y enemigos (tranquilos, todavía podemos seguir agarrando enemigos con tan solo pegarnos a ellos).

Aquí conviene detallar un par de peculiaridades que nos han resultado muy interesantes. La primera tiene que ver con los mencionados ataques fuertes, ya que a pesar de consumir parte de nuestra salud, también nos darán la oportunidad de recuperar esa porción perdida si conseguimos acertar los suficientes golpes normales sin recibir daño, dándole un puntillo táctico a esta mecánica que le sienta fenomenal, incentivando el uso de estos movimientos mucho más que en entregas anteriores.

Por otra parte, también contaremos con una técnica definitiva que solo podremos utilizar de forma muy limitada, ya que nos consumirán un punto de especial cada vez que las usemos. En la práctica, la gestión de este recurso es muy parecida a la de llamar al coche de policía del primer título de la serie, aunque con efectos menos devastadores y con un rango de alcance considerablemente menor.

Por supuesto, los escenarios tienen multitud de elementos interactivos que podemos utilizar en nuestro favor.

También nos ha gustado muchísimo el gran trabajo que se ha realizado a la hora de diferenciar a los personajes, con características y peculiaridades que los hacen muy únicos. Por ejemplo, Cherry Hunter (hija del legendario Adam Hunter) es la única luchadora que tiene la capacidad de correr pulsando una misma dirección dos veces, lo que le da una movilidad muchísimo más alta que la del resto de héroes. Además, puede usar su guitarra para realizar algunos ataques con un rango de alcance mayor.

Estas diferencias se notan incluso en la forma en la que manejan las diferentes armas que podemos recoger del suelo, como bien ejemplifica la propia Blaze, quien puede realizar combos cuando tiene un cuchillo en la mano. En cambio, el resto apostarán por estocadas, golpes verticales o tajos amplios, según las preferencias de cada luchador, lo que ayuda a darles mucha personalidad y a que queramos probarlos todos.

En lo que respecta al desarrollo del nivel que jugamos ya os lo podéis imaginar, avanzando por un camino muy lineal mientras nos asaltaban multitud de matones, la mayoría de ellos viejos conocidos, aunque también nos encontramos algún que otro nuevo tipo de rival que nos obligó a repensar nuestras estrategias y prioridades.

La guitarra de Cherry nos vendrá genial para quitarnos matones de encima cuando nos rodeen.

Lo que sí que nos ha sorprendido ha sido la capacidad del estudio para replicar la variedad de los títulos originales, llevándonos a recorrer una gran diversidad de escenarios dentro de una misma fase, donde las situaciones de combate siempre son distintas, ya sea por las combinaciones de enemigos que nos encontrábamos o por las propias peculiaridades del escenario.

Para rematar todo este buen hacer, decir que a nivel visual nos ha enamorado, tanto por el diseño de los personajes, totalmente reconocible y con mucha personalidad, como por la enorme cantidad de detalles que tienen cada uno de los escenarios. Pero, sin duda, lo mejor son las animaciones, totalmente artesanales y de una fluidez y expresividad envidiable. Creednos, es un título que gana enteros al verse en directo y que desprende amor por la saga.

A nivel visual es una delicia que gana muchísimo en movimiento.

Lamentablemente, con el ruido de la feria no pudimos disfrutar de los temas que Yuzo Koshiro (el compositor de la trilogía original) ha compuesto para la ocasión, así que no podemos esperar el momento de jugar en nuestra casa, tranquilamente y con los altavoces a todo volumen, tal y como marca la tradición de la saga.

Un digno heredero

Streets of Rage 4 no nos podría haber gustado más. Es justo lo que le pedíamos a la serie y puede que incluso más, con una jugabilidad muy pulida y fiel que introduce las novedades justas para aportar un toque de frescura. Este nuevo contacto que hemos tenido con él ha conseguido despejar de un plumazo todas las dudas y reservas que teníamos y lo ha convertido automáticamente en uno de nuestros juegos más esperados de 2020. Sin duda, todo un ejemplo de buen hacer y de cómo revivir una licencia tan mítica y querida.

Hemos realizado estas impresiones tras probar el juego en gamescom 2019.

Redactor