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Fecha de lanzamiento:
PS4, PC, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: DICE
Producción: Electronic Arts
Distribución: Electronic Arts
Precio: 64,95 €
Jugadores: 1-2
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 40 jugadores
ANÁLISIS

Escuadrón de cazas Star Wars: Battlefront

Luchamos en los cielos de Sullust para probar el nuevo modo Escuadrón de cazas, donde las naves espaciales son las grandes protagonistas.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, PC, Xbox One. También disponible en Ordenador y Xbox One.

Por si algún despistado todavía no se ha enterado, 2015 es el año de Star Wars gracias al próximo estreno de su Episodio VII, un film que solo con un par de tráilers ha conseguido reavivar el interés por esta mítica y lejana galaxia hasta niveles insospechados, con una expectación altísima por descubrir cómo J.J. Abrams continuará la historia tras los hechos de El Retorno del Jedi.

Por suerte para todos los que disfrutamos con este fascinante universo, el retorno a la gran pantalla de Star Wars también se ha convertido en la excusa perfecta para el regreso de una de las sagas de videojuegos basadas en esta licencia más querida por los fans: Star Wars: Battlefront, título que esta vez nos llega por parte de DICE y que supondrá un reinicio respecto a las dos entregas anteriores.

Eso sí, seguirá siendo un juego orientado principalmente a su multijugador competitivo (esta vez no tendremos ni campaña para un jugador) y que buscará ofrecernos las batallas más emocionantes, intensas y espectaculares de la trilogía original. Ahora, hemos tenido la ocasión de probar uno de sus nuevos modos de juego: Escuadrón de Cazas, recientemente anunciado por motivo de la gamescom 2015.

Si hasta ahora lo único que habíamos visto eran combates principalmente a pie y en los que la infantería era la gran protagonista, en Escuadrón de Cazas nos ofrecerán algo totalmente distinto: batallas de naves espaciales, única y exclusivamente. Su funcionamiento es muy simple: dos equipos de diez jugadores (cada uno representando a un bando distinto, es decir, Imperio y Alianza Rebelde) compiten para conseguir 200 puntos, o en su defecto por acabar con una puntuación mayor que la del rival cuando el tiempo se acabe.

Para conseguir estos codiciados puntos tenemos tres métodos distintos: destruir naves controladas por la IA (un punto), acabar con los cazas de un jugador (tres puntos) y destrozar las lanzaderas de transporte del enemigo (veinte puntos) mientras protegemos las nuestras. Para darle algo más de emoción en las partidas, a ras del suelo podremos conseguir distintos potenciadores, como kits de reparación, recargas de misiles más rápidas, etcétera. La cuestión es que están situados en posiciones más o menos complicadas, por lo que más nos vale estar seguros de que vamos a hacer la maniobra de forma adecuada para recogerlos, ya que de otro modo nos estrellaremos.

Existe un último potenciador especial que nos permitirá pilotar temporalmente al emblemático Halcón Milenario en el caso de que seamos Rebeldes o al mítico Esclavo I si estamos defendiendo al Imperio. Como era de esperar, estas naves son mucho más poderosas que el resto, aunque por desgracia no llegamos a conseguir activarlas para poderlas ver en acción.

Si hay algo que nos ha sorprendido enormemente de esta modalidad es lo tremendamente accesible que resulta. Pilotar las naves es algo facilísimo, responden perfectamente a nuestras órdenes y sin que nadie nos hubiera explicado nada no tardamos ni medio minuto en hacer todo tipo de acrobacias aéreas para salir airosos de intensas dogfights. Todo es muy arcade y no hay ni el más mínimo rastro de simulación en sus controles.

Nuestras posibilidades de acción se basan en utilizar dos habilidades activas (con sus correspondientes segundos de recarga), fijar blancos para que nuestros ataques, ya sean láseres (ojo, que si disparamos muy seguido estos se calentarán y tendremos que esperar a que nuestras armas se enfríen) o misiles, vayan dirigidos automáticamente contra ellos y realizar movimientos evasivos que también necesitan de un tiempo de recarga. En cuanto a las habilidades, estas varían según la nave que utilicemos. Con el Imperio pilotaremos TIE Fighters, capaces de lanzar misiles e impulsarse a toda velocidad con un útil turbo, mientras que con los Rebeldes nos pondremos a los mandos de un X-Wing, en los que solo se cambia el acelerón por un escudo de energía.

Y no busquéis mucho más porque no lo vais a encontrar, todo es muy simple y directo, algo que puede convertirse en un arma de doble filo, ya que por una parte tenemos un modo con batallas muy divertidas y en el que cualquiera puede coger el mando y ponerse a jugar disfrutándolo desde el minuto uno, aunque por el otro lado tememos que quizás esta extrema sencillez acabe jugando en su contra y aburriendo a medio o largo plazo por lo limitados de sus controles.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es que las naves, a diferencia de los soldados de a pie, no regeneran salud de forma automática, de modo que si recibimos daño solo podremos "curarnos" si conseguimos hacernos con un objeto para tal fin, un detalle que se agradece y que hace todavía más intensos los enfrentamientos, ya que sabremos que cualquier impacto nos puede costar caro en un futuro combate. De hecho, un detalle muy de agradecer es que cualquier daño que realicemos a una nave enemiga nos reportará puntos de experiencia, independientemente de si la conseguimos tumbar o no, dejándonos muy clara la importancia del más mínimo rasguño.

Gráficamente también se ve de maravilla, con unos modelados de las naves en los que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, aunque al estar la mayor parte del tiempo batallando en los cielos y a la velocidad a la que se suceden todos los enfrentamientos, casi ni hemos tenido tiempo de fijarnos en el escenario como para poderlo valorar. A destacar la increíble vista desde la cabina (podemos alternar entre una exterior y otra interior en cualquier momento), que si bien en nuestra opinión nos dificulta un poco las cosas, hace de la experiencia algo totalmente inmersivo. Aunque casi más que sus valores visuales, que son muchos, os diríamos que lo que más nos ha gustado ha sido lo bien que se mueve, a unas 60 imágenes por segundo muy robustas y que no decaen en ningún solo momento, ofreciéndonos unas batallas fluidísimas y vertiginosas como ellas solas.

Finalmente, del sonido lo único que podemos decir es que es prácticamente perfecto. Todo está extraído de las películas y escuchar el característico sonido de los disparos láser, los efectos de las naves, o el cuidado que se ha puesto en hacer que cuando jugamos desde la vista de cabina todo lo escuchemos como si realmente estuviéramos en el interior con sonidos que provienen de fuera, hacen de este uno de los apartados más potentes del título por lo que hemos podido jugar.

Además, al principio nos decepcionó un poco que no se escuche la banda sonora de las películas durante toda la partida, aunque gracias a esto, los momentos en los que suena acaban resultando tremendamente épicos, ya que la música solo hace acto de presencia cuando se va a cumplir un objetivo importante o se acerca el final de la partida, añadiendo mucha más tensión y emoción a estas situaciones.

Escuadrón de Cazas es un modo que podríamos considerar casi como un juego totalmente nuevo dentro de Star Wars: Battlefront, ya que no tiene nada que ver con la propuesta del resto de modos y aporta un toque de variedad muy agradecido y con el que se pretende contentar a los más fanáticos de las batallas de naves. Lo bueno es que nadie nos va a obligar a jugarlo, así que si preferimos pegar tiros a pie y al estilo tradicional, simplemente nos bastará con no hacerle caso a este modo, aunque al menos en estas primeras partidas nos lo hemos pasado genial batallando en los cielos de Sullust, por lo que os recomendamos que no le perdáis el ojo de encima y le deis una oportunidad, porque bien la merece.

Redactor