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PSX:
PS3, X360, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Electronic Arts
Producción: Electronic Arts
Distribución: Electronic Arts
ANÁLISIS

Multijugador Medal of Honor

Probamos la beta: Medal of Honor vuelve a la carga con renovadas fuerzas.
Versiones PS3, PS One, Xbox 360, PC. También disponible en PS One, Xbox 360 y Ordenador.

Descansar es importante. Ayuda a renovar fuerzas. Sobre todo, en el caso de los videojuegos. El paso de los años es un arma de doble filo para muchas franquicias, que si bien pueden ver como su popularidad aumenta, también pueden conseguir una plaza segura en el cementerio de sagas olvidadas. Tras sucesivas secuelas y entregas, el público suele cansarse, hastiarse. Da igual que se prometan novedades jugables o renovaciones en los gráficos. Si el mercado de satura de juegos idénticos con pocos o ningún cambio en poco tiempo, el juego o la franquicia, puede resultar herida de muerte.

Algo así le pasó a Medal Of Honor. Medal of Honor debutó a finales de los noventa en la consola PlayStation original. Su éxito le llevó a cosechar decenas de premios, y el apoyo del público. Por primera vez, en mucho tiempo, un juego de acción en primera persona contaba con un cuidado apartado artístico, técnico y jugable de primer nivel. Sus desarrolladores habían encontrado la fórmula perfecta. Electronic Arts había parido una saga que podría ser el referente del género en consolas y PC, y no debía dejar pasar la oportunidad. Por ello, PC y consolas, fueron surtidas de diferentes entregas y juegos, basados todos ellos, en la Segunda Guerra Mundial.

Así pues 2015, Inc, los que en un futuro serían Infinity Ward (los creadores de la popular saga, y rival en el mercado de Medal of Honor, Call of Duty), dieron a luz lo que muchos consideran la pieza angular y definitiva de la serie. Medal of Honor: Allied Assault. Allied Assault sorprendió a propios y extraños con una maestría de libro en todos sus apartados. Era un juego adictivo, bien presentado gráficamente, y con unas bases jugables que a la larga (junto a las mostradas por Halo de Bungie), serían adoptadas como canon a la hora de crear juegos de acción en primera persona.

Pero la gallina de oro, no es inmortal. Y EA, al tiempo, continuó sacando diferentes entregas que gozaron de una popularidad y acogida bastante dispar. Medal of Honor, nos llevó al Pacífico, a Italia y a la Francia Ocupada. Visitamos casi todos los frentes posibles en la Segunda Guerra Mundial. Durante un tiempo, las ventas acompañaron de una forma decente, pero la fórmula acabó agotándose. Lo que parecía definitivo y novedoso en el género, acabó siendo repetitivo y común al poco tiempo. La gente dejó de pensar en Medal of Honor como referencia y definición de shooter, y se comenzó a hablar de Call Of Duty. El paso del tiempo casi acaba con esta última, pero supo adaptarse a los nuevos tiempos, y modernizó (y nunca mejor dicho) sus esquemas. Cambió la sempiterna ambientación durante la Segunda Guerra Mundial, y se adentró en los conflictos actuales y ficticios, explorando nuevos caminos jugables, y dotando al juego de una mayor presencia online. Electronic Arts, conocedora del potencial del mercado aficionado al género, decidió dotar del nuevo enfoque a su franquicia. De darle un cambio de aires. ¿Lo habrá conseguido?

Sensaciones similares

Medal of Honor, contará con dos grandes apartados en su versión final. Uno de ellos, corresponderá al típico modo campaña para un jugador, donde veremos realmente el grueso del juego, y que tendrá un equipo interno de Electronic Arts trabajando tras la cortina. El apartado multijugador (verdadero y absoluto protagonista de la presente beta), corresponderá a DICE, creadores y tutores de los excelentes juegos de la saga Battlefield: Bad Company y su secuela. Electronic Arts, tras los rotundos éxitos conseguidos por el equipo, ha decidido confiarles dicho redil jugable al nombrado y reconocido equipo. Y siendo sinceros, se nota. Para bien, todo hay que decirlo, pero también nos vemos obligados a decir que quizás no se diferencia tanto de sus competidores por ello. Más y cuando, uno de ellos, el consabido Bad Company 2, reside en la misma casa.

Medal of Honor, en su vertiente multijugador (modo de juego que podemos probar en la beta), es un soberbio y continuo deja vú. Casi todo desprende una sensación de haberse visto antes, de conocerse todo antes de empezar. Y eso pasa, desde que entramos al mismo menú del juego, algo parco y simple en opciones (algo normal, no obstante) y con poco estilo visual. Y es que parece, que a ratos, Medal of Honor se siente como el hermano pequeño de Battlefield Bad Company 2. Se viste como él, anda como él y se comporta como tal.

Esta beta multijugador, que nos presenta dos modos de juegos bien diferenciados, bebe directamente de los logros conseguidos por la segunda entrega de DICE. El primero de los modos, Team Assault, nos ofrece el típico Deathmatch por equipos, donde, encarnando a un talibán (los mal llamados "insurgentes" o a un soldado de las fuerzas americanas (Rangers, para ser más exactos), nos enfrentaremos en un mapa ambientado en Kabul (denominado Kabul City Ruins). Gana el equipo que más puntuación consiga. El otro, denominado Mission, que es mucho más parecido a lo visto en Battlefield Bad Company 2, se basa en la conquista de diferentes objetivos a lo largo de la partida. En un mapa llamado Helmand Valley, un equipo se encargará de defender lugares y posiciones, y otro, de conquistarlas y tomarlos (las fuerzas combatientes están formadas por las mismas facciones ya comentadas, Rangers y Talibanes). Durante la partida, se podrán pedir refuerzos, que llegarán, en dicho mapa, en forma de blindados y tanques.

En ambos modos de juego podemos jugar hasta 12 jugadores por equipo (llegando a ver 24 jugadores en una partida). Para poder acceder a una partida, tendremos dos opciones. O entrar directamente por el modo de juego que queramos (Team Assault o Mission) y así encontrarnos partidas jugadas de dicha forma, o por el contrario, jugar de una forma rápida en el modo que antes tenga hueco para nosotros, cuya opción, en dicho caso, es "Play Now". Desde el menú del juego, también podemos consultar diferentes tablas de resultados, o equipar a nuestro personaje (con diferentes armas y habilidades que desbloquearemos y conseguiremos en nuestras partidas multijugador). Hemos de comentar, que en general, la búsqueda de partidas deja mucho que desear.

El sistema parece desconectado a veces, y dificulta mucho encontrar partidas que estén más o menos pobladas. No hemos notado apenas LAG, pero la conexión, pese a contar con servidores dedicados, no es del todo fina. Una vez hemos entrado en una partida (sea del modo que sea), y se nos asigne un bando o facción, tendremos tres opciones o clases de personajes para jugar. La primera, riffleman, corresponde al soldado básico. La segunda, Special Ops, es una suerte de soldado armado con algo de armamento pesado. Por último, la tercera clase, Sniper, nos ofrece jugar siendo un francotirador. Cada una de ellas tiene sus pros y sus contras, teniendo también su propio "árbol" de evolución. El riffleman, es el soldado más básico y simple en cuestiones de armamento y equipamiento. Los talibanes cuentan con AK-47, pistola y granada, y los americanos por su parte, con un rifle semi automático (con lanzagranadas) y sus correspondiente 9mm y granada en cuestión.

Es un soldado muy versátil y rápido, y es el idóneo si no queremos adoptar un estilo de juego en concreto, más allá de divertirnos o echar el rato. El Special Ops, cuenta con un añadido extra: un lanzagranadas RGB en el bando de los "insurgentes" y un lanzamisiles si eres parte de las fuerzas estadounidense. Dicho tipo de personaje es extremadamente útil para el modo de juego Mission, donde nos enfrentaremos a blindados según el bando que optemos. El francotirador, pese a contar con el hándicap de tener una candencia de fuego más limitada, goza de un rifle de largo alcance y será esencial para cubrir a su equipo desde una posición segura. Como suele ser normal, es el ideal para los jugadores más solitarios y pausados.

El control entre ellos, no se diferencia mucho, más allá de las armas y sus peculiaridades. De hecho, y volviendo a lo que hicimos referencia al principio del apartado, Medal of Honor, en su presente beta, se controla de una forma muy parecida a Battlefield 2: Bad Company. Si bien los controles no son exactamente idénticos, la sensaciones que se desprenden a la hora de manejar al personaje, son muy similares. El balanceo del arma, el salto, la forma de disparar o cubrirse, son heredadas de la anterior obra de DICE.

Todo es muy parecido. Lo único que los diferencia, y por muy poco, es la información mostrada por el HUD en pantalla (que ojo, también cuenta con tonos azules y claros en ambos juegos). Si hiciésemos una prueba ciega a un jugador más o menos informado, a buen seguro que le costaría diferenciarlos. No es que sea algo malo, pero quizás un resultado tan homogéneo no sea un punto a su favor, especialmente por la falta de identidad en un mundillo tan atiborrado de juegos multijugador genérico, sobre todo teniendo en cuenta la presencia online que tiene Bad Company 2 en ambas consolas.

A la hora de jugar, a decir verdad, no se le puede achacar nada. Las armas son diferentes entre sí, y la pericia del jugador con un tipo de soldado u otro, puede decidir partidas. El control (pese a las similitudes con el anterior juego de DICE), está bien, y es de fácil adopción (aunque se puede cambiar en las opciones), lo que dice mucho del estudio de EA para encontrar un sistema de control divertido y accesible. Además, la inclusión de premios (medallas y rachas), hacen que el juego sea muy rápido y directo, favoreciendo que el jugador se aclimate rápidamente para sacarle el máximo partido a sus cualidades para enfrentarse a sus enemigos por internet.

Por ejemplo, en Team Assault, podemos llamar a los refuerzos (si conseguimos un determinado número de bajas consecutivas), que en este caso consistirán en un ataque aéreo o en una mirada rápida al GPS (que nos desvelará la posición exacta de nuestros enemigos). Aún se tienen que cambiar y mejorar ciertas cosas en los enfrentamientos con armas pesadas o granadas (hay momentos en los que no sabremos muy bien quién nos ha matado y cómo), pero en general, la experiencia es muy satisfactoria.

Las partidas, salvando las distancias, se resuelven de una forma rápida, contando con unos diez minutos de media en las jugadas en Team Assault y de media hora a tres cuartos de hora en el modo de juego Mission. El estilo en cada uno de ellos, es radicalmente distinto, siendo el primero un sistema más enfocado a la acción (que premia las acciones y méritos del jugador), y el segundo, un juego más orientado a la estrategia, la pausa y la planificación a largo plazo. Como es normal en los dos tipos de juego, la compenetración del equipo es esencial, y para ello, el juego nos mostrará en todo momento donde se encuentran nuestros compañeros con unos puntos blancos. Además, y como gran añadido, se podrá hablar mediante chat de voz con aquellos usuarios que queramos, para así evitar los molestos problemas lingüísticos tan habituales en juegos de este tipo.

Técnicamente, Medal of Honor, es una de cal y otra de arena. Por una parte, luce espléndidos escenarios, iluminados y recreados de una forma muy realista, con decenas de detalles y recovecos que aumentan el marcado sentimiento realista que quieren trasladar. Pero en cambio, por otra, todo luce de una forma extremadamente genérica, con un apartado artístico extremadamente similar al visto en Battlefield: Bad Company 2 (y van…). DICE ha cogido el punto a la hora de diseñar mapas multijugador, y sabe perfectamente aquello que funciona.

En el mapa ambientado en Kabul, tenemos edificios bajos con pocas plantas, amplios ventanales y varias azoteas. Por si fuera poco, también contamos con calles muy cerradas y llenas de escombros. Durante nuestra partida en el mapa urbano, los trozos de hormigón volando por los aires, papeles que salen de ventanas de grandes edificios en llamas, humo o los coches ardiendo, serán habituales. Y es que, el ambiente que han conseguido en Medal of Honor, sí es excelente, pero con ciertos peros. Uno de ellos, por ejemplo, es que el nivel de interactividad con el entorno es bastante más precario y simple que el visto en lo anterior de DICE. Aquí no podremos destrozar paredes o árboles de una forma tan radical y realista como en Battlefield: Bad Company 2. Es cierto que tendremos nuestras raciones de destrucción, pero de todo de una forma más ligera y controlada. Pero lo repetimos: los escenarios lucen muy bien, y son una buena muestra de fe a la hora de confiar en su mejora para la versión final.

Los personajes, por su contra, parecen algo descuidados, y su comportamiento (movimientos y animaciones), se antojan ortopédicas y muy forzadas. Nos será normal ver como nuestros compañeros o enemigos corren de una forma errática y poco realista, así como nos veremos a nosotros mismos muriendo de formas ridículas y muy poco climáticas, con caídas y muertes absurdas y artificiales hasta decir basta. Comprended que es bastante difícil creerse una muerte en la que acabas con las manos hacia arriba, y ruedas en círculo a una velocidad de infarto por la ladera de una montaña….El modelado, en cambio, parece trabajado y bastante coherente, pero aún así, no nos dice nada del otro mundo. Digamos que lucen y aparentan lo que deberían, y nada más.

Medal of Honor es un juego bastante interesante a nivel técnico. Tiene un motor de iluminación muy interesante, los dos escenarios mostrados son muy buenos (sobre todo el ambientado en Kabul) y los modelados de vehículos y personajes parecen ir en buen camio. Todo, pese a necesitar una última capa de pulido (se necesitan filtros para disimular los consabidos y típicos bordes de sierra), cuenta con un aspecto muy sólido y espectacular, al nivel de sus competidores (al menos, en PS3, versión probada para el presente artículo).

En Octubre, saldremos de dudas

Medal of Honor se prepara para la importante campaña navideña. Posiblemente, la campaña más importante de su historia. Ha cambiado de ambientación (de la Segunda Guerra Mundial a los tiempos actuales), ha apostado por su vertiente online, y deberá enfrentarse a la nueva entrega de su más directa competidora, Call of Duty. Y por si fuera poco, debe ofrecer algo más que el otro juego estrella de la compañía EA, Bad Company 2. A decir verdad, parece un panorama un tanto complicado. Pero como es habitual, no hay enemigo pequeño, y no se puede menospreciar el enorme esfuerzo que se está poniendo para poner a punto una saga con tanto renombre e importancia como Medal of Honor.

DICE está elaborando un multijugador, que, aunque está verde y parece algo genérico en algunos aspectos, está bien diseñado y apuesta por la acción directa. Y por si fuera poco, aún no sabemos casi nada del modo principal. Por eso, y con los meses que aún tiene por delante, esperemos que las impresiones de la crítica especializada y la comunidad de jugadores, hagan mejorar un poco los excelentes resultados que todos esperamos ver en Octubre, cuando Medal of Honor salga al mercado (para Xbox 360, PS3 y PC). De momento, podéis seguiros informando en Vandal Online.