Demon's Souls fue un juego que se caracterizó por su elevada calidad, dificultad a la par, y la poca confianza que las distribuidoras pusieron en un primer momento, lo que implicó considerables retrasos a la hora de su llegada a nuestro mercado, situación que confiamos en que no se repita con el que va a ser su sucesor espiritual, Dark Souls, que From Software está creando para Namco Bandai.
De hecho, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, por mucho que se vinculen entre sí y se hable tantas veces de ese concepto de continuación espiritual, se trata de dos juegos separados e independientes, por lo que los jugadores no tendrán ningún tipo de problema a la hora de apostar por este título, con independencia de si han jugado o no al anterior.
Pero claro, hay puntos en común innegables, que se derivan de que buena parte del equipo repite, y también hay objetivos compartidos, así como aspectos técnicos. De este modo, Dark Souls propone un juego de rol en tercera persona con un fuerte componente estratégico y táctico… y apuesta otra vez por ser difícil, algo de lo que parece que hay que avisar cada vez más, pues los títulos que se salen por arriba en su volumen de reto al jugador no suelen ser bien recibidos por la audiencia general. Y ya se sabe: el que avisa no es traidor.
De hecho, el sistema de combates promete ser muy poco permisivo con los errores y torpezas, así que habrá que estar preparados para el fracaso, reunir ánimos y volver a intentarlo. Esto no se deriva únicamente de la dificultad pura del juego, sino también de la complejidad de las opciones que se abren ante el usuario, pues la configuración del personaje parece que volverá a ser uno de los pilares fundamentales que tendremos que asumir durante el desarrollo del juego.
La progresión del personaje, sus habilidades, y sus herramientas, son aspectos fundamentales en este juego, y las diferentes configuraciones implican grandes variaciones en las opciones de juego. Por tanto, será trabajo de los jugadores ir adecuando su personaje a sus preferencias, pero también a las diferentes circunstancias que tengan que afrontar, pues todo suma a la hora de tener más opciones de victoria.
Esos, quizá, serán los aspectos más próximos al anterior juego, así que no debemos olvidarnos tampoco de los rasgos diferenciadores principales. Para empezar, lo que más llama la atención es que -si no se producen cambios estéticos durante el desarrollo- le juego se ve más colorido y vívido que Demon's Souls, y a nivel jugable parece que se está trabajando para ofrecer un mundo conectado y cohesionado sin la necesidad de pasar por un entorno central que lo conecte todo.
El sistema de control para los combates, por su parte, promete ser bastante parecido al de Demon's Souls, por lo que podemos esperar un buen equilibrio entre el bloqueo y las estrategias defensivas y evasivas antes de tener opciones de lanzar un ataque, sin olvidarnos de las magias. Claro que, según indican, el título ofrece un centenar de armas diferentes, por lo que habrá que saber combinar las armas con las magias, teniendo en cuenta que esa variedad también las hace apropiadas para estrategias concretas, algo a considerar ante los enemigos o situaciones más complicadas.
Esas situaciones pueden ser variadas, y, por ejemplo, es posible encontrarnos un dragón dormido. Si hacemos ruido, lo despertaremos, algo que, desde luego, es poco o nada recomendable, así que también habrá que saber cuándo bajar el ritmo y pasar a estrategias de sigilo. Por tanto, el sigilo, las armas, las magias y demás componentes adicionales conforman un conjunto de herramientas que condicionan nuestro estilo de juego o, dicho de otro modo, que debemos acondicionar a nuestro estilo de juego.
Pero no todo será combate, pues prometen que habrá un fuerte componente de exploración, con recompensas escondidas por diferentes lugares del escenario. Sin embargo, hay que hacerlo con cuidado, pues habrá peligrosas trampas repartidas por todos los escondrijos, de manera que en realidad no tenemos momentos de paz en los que descuidarnos.
Por último, no debemos olvidarnos de lo más importante: este juego se lanzará tanto en PlayStation 3 como en Xbox 360. From Software y Namco Bandai están trabajando para que el lanzamiento occidental sea multiplataforma, aunque el mercado nipón lo recibirá solo en la versión para la consola de Sony. Se trata, por tanto, de una excelente noticia para los aficionados que no pudieron disfrutar de Demon's Souls al haber sido exclusivo de PS3.
En todo caso, los jugadores de una y otra consola tendrán que esperar todavía bastante, pues el lanzamiento de Dark Souls está previsto para finales de año, de cara a la campaña navideña. Esperamos que su lanzamiento sea simultáneo en Europa y América y que no nos toque esperar.