La próxima entrega de la saga Colin McRae DiRT promete dar un paso más allá en el terreno de las carreras de rallies con esta segunda entrega de su subsaga DiRT, y hemos estado probando sus virtudes sobre una versión todavía no finalizada, aunque lo cierto es que ya apunta maneras.
Lo primero que uno percibe al acercarse a este título es el paso adelante que se ha dado en su apartado gráfico, pese a que el anterior juego ya lucía a muy buen nivel y, sobre todo, parece que se beneficia muy especialmente de una respuesta física muy superior, todo ello sin perder las bases que se establecieron en esa primera entrega y que sigue progresando aquí, al tiempo que se añaden novedades que parece que están integrándose muy bien en el conjunto del título.
Una novedad tan importante como, paradójicamente, irrelevante, es la ambientación de las carreras, con montones de personas alrededor de los circuitos, y estos no son unos peleles inmóviles o que apenas reaccionan, pues a poco que uno se va fijando ve cómo la reacción del público es dinámica, y conforman un ambiente muy en la línea de lo que uno espera en este tipo de competiciones. Además, es uno de esos aspectos que clásicamente se pasan por alto, así que es todo un lujo contar con esta atención al detalle que, además, esperamos que todavía mejore de aquí a que se lance el juego.
Pero todo el apartado gráfico, en general, ha mostrado un notable progreso. Los modelados de los vehículos, sin ir más lejos, están mucho más detallados, y se ha prestado mayor atención a los efectos luminosos, partículas y demás elementos, al tiempo que la tasa de imágenes por segundo se ha mostrado sorprendentemente sólida. Y esto es importante, pues aunque la versión que hemos probado no está finalizada, ya apunta muy buenas maneras y está claro que se ha tenido en cuenta que en un juego de velocidad las ralentizaciones serían imperdonables. De este modo, parece estar progresando muy positivamente en el campo visual sin sacrificar, por ello, los requisitos técnicos.
Ahora, por ejemplo, los charcos formados en el barro reaccionan de manera impresionante al paso de nuestras ruedas, salpican la carrocería, e incluso salpican y ensucian el cristal si estamos jugando desde dentro del vehículo. Y esto es tanto una novedad gráfica como jugable, pues la reacción del vehículo, su tracción, sobre esta superficie es diferente a la de correr sobre tierra seca, o asfalto, por poner unos ejemplos.
Y lo cierto es que sí se consigue que la sensación sea diferente, que haya que adaptar nuestra conducción al entorno más allá de lo puramente anecdótico. Y, lo más importante, no es lucimiento gráfico sin más: está sometido a mejoras jugables, que son las que predominan. Del mismo modo, como decíamos antes, si jugamos con la cámara en primera persona, desde dentro del coche, el agua y el fango ensucian y dificultan la visión, así que eso se convierte en un elemento más a tener en cuenta cuando estamos pilotando a alta velocidad, y todo un detalle para los amantes del detalle.
Las carreras, como hemos podido comprobar, optan por sistemas de circuito y otros de pasar por puntos de control, emulando la estructura realista de un rally en entornos realistas, como el campo croata, donde el reloj, en definitiva, es nuestro principal enemigo: hay que apurar frenada, derrapar, trazar las curvas para salir con algo más de impulso y rascar toda décima de segundo posible para conseguir un buen registro. Y, claro, todo eso sin arruinar la carrera dándonos una leche. Del mismo modo, y como en un rally de verdad, aunque se corre contra el reloj hay más competidores en pista, que han salido por delante de nosotros y por detrás, pasado cierto tiempo prudencial: sé lento y te adelantarán.
La variedad de circuitos se traduce en variedad de vehículos, y eso implica que también habrá carreras de tipo Baja, como la ambientada en California Baja, claro. En esos casos se lleva un off-road, un vehículo todoterreno de mayor potencia y un tacto muy diferente, que muestra cómo los desarrolladores están apostando más si cabe por la variedad, para hacer de éste un título capaz de tocar múltiples palos a la hora de ponernos al volante.
La conducción debe adaptarse a estos vehículos y al tipo de circuito por el que se mueve, ya que no es lo mismo moverse por un entorno urbano cerca del Támesis, que en los bosques croatas o por las zonas semidesérticas de California, todo ello con coches tan míticos como un Mitsubishi Evo.
Por el momento, todo apunta a un proyecto con garantías para superar a su más que notable predecesor, y que, además, promete apostar por un modo en línea mucho más intenso y completo. Y es que el juego se compone de un centenar de pruebas diferentes en el modo para un jugador, pero resulta que se ofrece la posibilidad de superarlas íntegramente online, compitiendo contra jugadores humanos y no contra los pilotos controlados por la máquina, de manera que se promete, así, una nueva experiencia que cruza el juego solitario y el multijugador en los títulos de velocidad, y que resulta muy prometedora. Esperamos poder probar estas opciones con la versión final del juego, cuando haya jugadores contra los que competir. Curiosamente, hay que tener en cuenta que el modo Carrera tendrá unos nueve tipos diferentes de pruebas y está mucho más orientado por elementos narrativos, aunque para hablar de estos asuntos por extenso será mejor esperar a la versión final de Colin McRae DiRT 2.
Del mismo modo, el título parece optar más por una experiencia más realista, en la que es mucho más difícil sujetar el coche en los circuitos complicados: el coche se va, derrapa involuntariamente, y no está "pegado" al asfalto, teniendo que tener en cuenta mucho más su peso, potencia y características en general para poder mantener el control sobre el mismo. Esto quizás no guste a algunos jugadores, pero nos parece una apuesta muy firme y seria que apunta a buenos resultados.
Además, y volviendo al tema técnico, debemos tener en cuenta también que esperamos con ganas poder probar la versión para ordenador del juego, pues si bien las entregas para consola se lanzarán durante el mes de septiembre, la de PC se ha retrasado par a integrar las novedades visuales de las DirectX 11, que se presentará con Windows 7, en octubre. Si el título ya luce estupendo en las consolas de alta definición, reconocemos tener una gran curiosidad por saber cómo se verá con estas nuevas tecnologías. Igualmente, también hay ganas de ver finalmente cómo se adapta la saga a Wii, pues se estrenará la serie con esta entrega en la consola de Nintendo.