Por primera vez hemos podido jugar a Call of Duty: Modern Warfare 3, un juego que se está haciendo un tanto de rogar a la hora de mostrarse, ya sea en vídeos, capturas u oportunidades para la prensa de probarlo. De hecho todavía no sabemos nada de su multijugador, el modo estrella que hace que las últimas entregas de la saga hayan superado las 20 millones de unidades vendidas. Pero mientras esperamos el Call of Duty XP 2011 que se celebrará el 2 y 3 de septiembre en Los Ángeles, donde mostrarán por primera vez el multijugador, ahora en la Gamescom de Colonia hemos podido probar al menos dos modos cooperativos, el ya famoso de la subsaga Modern Warfare, Operaciones especiales, y uno nuevo, el Supervivencia.
Ambos serán para dos jugadores de manera cooperativa, y la verdad es que nos lo hemos pasado bomba, sobre todo en el nuevo Supervivencia, al primero que hemos jugado. Operaciones especiales en un modo ya conocido por todos y estrechamente relacionado con las entregas de la saga desarrolladas por Infinity Ward, al igual que el modo Zombis es una seña de identidad de los Call of Duty que desarrolla Treyarch.
Ahora se sacan de la manga el modo Supervivencia y sí, antes de entrar en detalles algunos ya os habréis imaginado en qué consiste, una especie de modo Horda.
En los juegos de acción en los últimos años se han ido estableciendo una serie de "obligaciones" u opciones muy demandadas que todo juego que pretenda triunfar tiene que incluir. Primero fue el multijugador por internet, luego el cooperativo, también casi a la vez se estandarizó el tener un sistema de progresión en el multijugador, y en los últimos tiempos, y siendo muy culpable la serie Gears of War, se está imponiendo incluir un modo horda. Esto es un mapa en el que defenderse de sucesivas oleadas de enemigos, cada vez más difíciles, numerosos o ambas cosas.
Y en esto consiste el modo Supervivencia de Call of Duty: Modern Warfare 3, un escenario del multijugador en el que junto a un compañero tenemos que defendernos de consecutivas oleadas de enemigos, cada vez más numerosos y complicados, hasta un total de 11 oleadas.
Jugamos en el mapa de París, y la verdad es que es espectacular combatir por las calles de la popular ciudad europea. Ya sea por su cotidianidad o cercanía, la recreación nos parece genial, muy realista y con multitud de detalles, y vuelve a demostrar que el criticadísimo motor gráfico de los Call of Duty, al menos en consolas, no tiene mucho que envidiar de otros. Carecerá de ciertos efectos, de texturas de infarto, pero no puede ser más resultón y luce genial. Es más, en una feria como la Gamescom en la que vemos decenas de juegos cada día, cuando te encuentras con uno como Modern Warfare 3 que se mueve a 60 imágenes por segundo, lo notas y de qué manera. Una fluidez tremenda y un elemento técnico que influye más en la jugabilidad de lo que nos han hecho creer a fuerza de jugar a la mayoría de los juegos de consola a 30 imágenes por segundo.
Pero dejando a un lado los gráficos, porque tampoco nos vamos a engañar, la saga en sus últimas entregas no se puede considerar un referente en esto, este modo Supervivencia es realmente divertido. En el mapa vemos perfectamente indicados por dónde llegan los enemigos, por las calles que se meten, y tendremos que con nuestro compañero repartirnos en ocasiones diferente lugares o vías de ataque, o en otras ser una piña y permanecer juntos. Tenemos unos cajones en los que podemos comprar nuevas armas, munición y granadas o minas, aunque también otros utensilios, como torretas. Es curioso porque algunos de estos objetos si los compras en una oleada no podrás usarlos hasta la siguiente, por lo que entre oleadas hay que prevenir lo que podrá venir después. La munición por supuesto sí la podemos comprar en cualquier momento, ya que la verdad escasea bastante por momentos.
Para comprar todos estos objetos vamos consiguiendo dinero con las muertes y alguno de estos recursos son muy útiles. Por ejemplo comprando una torreta podemos ponerla en una calle e irnos a defender las incursiones enemigas de otro lugar. Las torretas cuentan con una mira láser rastreadora y en cuanto detectan un enemigo disparan a discreción. Además una vez puestas, y si nos arrepentimos del lugar de su colocación, podemos volver a cogerlas y situarlas en otra parte.
Los enemigos cada vez van siendo más difíciles y diferentes, no necesariamente más numerosos, hasta perros nos atacan, y en una de las últimas oleadas incluso tenemos que defendernos de helicópteros. Impresionante tener que batirte a tiros con estas máquinas, y ver cómo explotan y se estrellan. En una de las rondas llegaron cuatro compañeros manejados por la inteligencia artificial para echarnos una mano, en uno de los ataques más numerosos. Para la última ronda –la número 11- nos reservamos nuestro mayor gasto económico, la compra de un ataque aéreo. Una vez marcado con una granada de humo de color, un avión llega y arrasa la zona, pero no será el único tipo de ataque especial, y vimos algunos más disponibles pero que no pudimos comprar.
Después jugamos una misión de Operaciones especiales. Este aparentemente no cuenta con novedades destacables respecto a lo visto en Modern Warfare 2, aunque nos dijeron que sí, que las misiones serán más complejas, más elaboradas, y con objetivos lo suficientemente variados como para diferenciarse del modo Supervivencia. La que jugamos se desarrollaba en Berlín, el compañero que jugaba con nosotros de Activision era un francotirador situado en una azotea, y nosotros estábamos a pie de calle y debíamos desactivar una serie de cargas, una tarea que se tardaba unos segundos en realizar.
Fue una partida muy emocionante, ya que no dejaban de aparecer enemigos por el fondo de la calle. Nuestro compañero francotirador en ocasiones nos salvaba el pellejo mientras hacíamos nuestra tarea, y había que buscar el momento oportuno en el que acabar con enemigos y cumplir con el objetivo. En una de las situaciones más tensas de la partida, entró un tanque por la calle. Teníamos pocos sitios en los que refugiarnos, y encima cuando lo hacíamos los enemigos nos lanzaban granadas para que saliéramos de la cobertura. Al final conseguimos terminar la misión de manera agónica, cuando ya demasiados enemigos nos acechaban. No sabemos si fue más divertida nuestra tarea o la del francotirador, pero el caso es que no lo pasamos genial. Nos pareció una operación especial muy elaborada, y ya tenemos curiosidad por ver el resto.
Sin haber jugado la campaña, que por lo que se ha visto será intensa y espectacular, como es costumbre en la saga, y sin conocer detalles de cómo será el modo estrella, el multijugador competitivo, este cooperativo para dos jugadores, tanto en Operaciones especiales como en su modalidad de Supervivencia, nos parece un aliciente más que interesante. Modern Warfare 3 está escondiendo bien sus cartas, va con mucha más cautela y pudor a la hora de mostrarse que su competidor de estas Navidades, Battlefield 3, pero como lo que quede por ver, tanto la campaña como el multijugador, tenga la calidad y buen acabado de estos dos modos que hemos jugado –lo que es de esperar-, el resultado puede ser un nuevo bombazo de Activision.
No sabemos, en este particular Madrid-Barça de los videojuegos, si ganará la propuesta de Electronic Arts y DICE, o la de Activision e Infinity Ward, ya sea en ventas o en críticas, pero sí sabemos unos que ganarán seguro, nosotros los jugones. En menos de tres meses las guerras más divertidas en la historia del ocio interactivo estarán en nuestras casas.