Avance Transformers

Hemos tenido la ocasión de probar hace poco una beta jugable de Transformers, adaptación al videojuego de la famosa serie de televisión. Antiguamente el juego tenía la coletilla Armada, pero para diferenciarlo de la serie de dibujos (de la cual mantiene los diseños) y orientarlo a un publico más adulto, ésta ha desaparecido. Los desarrolladores del juego han sido esta vez Merlbourne House, conocidos por otros títulos como Grand Prix Challenge y el principal estudio de Atari en Australia.

Transformers es un juego de acción que toma elementos propios de todo tipo de géneros como la infiltración o la conducción. El primero se ve claro en la forma de asaltar a los robots, (llamados decepticlones, un juego de palabras para permitir tener robots que exploten, ya que la franquicia no lo permite), donde es posible la acción directa o la infiltración al estilo Metal Gear.

La conducción por otra parte es necesaria en algunos tramos o carreteras, donde es necesario saltar largos precipicios que con el salto común (muy poco ajustado en esta beta) no es posible.

El juego narra la historia de la guerra civil entre Transformers, con las facciones de Autobots y Decepticons enfrascadas en una lucha sin cuartel. Así para la victoria del bien (los Autobots) sobre el mal (los Decepticons), será necesario liberar a los Mini-con, pequeños Transformers, y destruir al ejercito de Decepticlones que los guardan. Puedes elegir tres Autobots para completar este objetivo: Optimus Prime, Hot Shot y Red Alert, cada uno de ellos con diferentes características y habilidades. Los Mini-cons dan poderes al personaje, como tiempo bala o la capacidad de volar. Esto hace al juego sorprendentemente variado y le da algunas características de otros títulos, con lo cual la mezcla de géneros es muy evidente en este Transformers.

Tuvimos la oportunidad de jugar a varios niveles del juego como una espesa jungla, un base Decepticon en el ártico y una especie de islotes separados entre sí, conformando un archipiélago. Todos los niveles que jugamos tenían algo en común: su enormidad. Es muy difícil comparar en fill-rate al juego a cualquiera de PS2, sólo quizás puede estar al nivel de MGS2 en este sentido. Las texturas en esta beta sufrían un poco siendo el apartado más flojo, aunque no están en absoluto descuidadas. Quizás lo mejor del apartado visual sea las geniales animaciones y física de los robots, algo que se suele hacer muy mal en consola, dando la sensación de muñequitos sin vida en la mayoría de los juegos.

Aunque hay objetivos prefijados en los niveles, Melbourne House ha decidido incluir también otros secundarios, como la recolección de Mini-con o capsulas de datos. Los primeros los hemos citado antes, los segundos dan acceso a galerías de ilustraciones o nos dan datos sobre la misión que vamos a realizar. El control lo asemeja a un shooter 3D en tercera persona, pero como hemos dicho antes, la mezcla de géneros lo hace muy difícil de clasificar. Tristemente el salto era muy mejorable, y era frecuente quedarse atascado en algunas situaciones.

En la jungla el objetivo principal era infiltrarse en una pirámide de estilo tolteca, en la que un grupo Decepticlones guardaban un mini-con. Posteriormente en otra pirámide en el mismo escenario, nos enfrentamos al primer jefe. Esta fase permitía desde lo alto de las pirámides observar el inmenso mundo que ha creado Melbourne House, desde la cúspide se podía ver todo el nivel a la perfección sin ningún tipo de popping en elementos fijos (recordaba a los clásicos juegos de Nintendo 64). La instalación ártica recordaba mucho al clásico nivel nevado de Goldeneye, y era frecuente el uso del sniper, como en cualquier fase de este tipo. El enemigo final era un Transformer que se convertía en avión, bastante difícil de eliminar, pero totalmente espectacular, realizando bombardeos impresionantes.

Pero quizás la fase más impresionante que vimos fue la del archipiélago, allí tenias que infiltrarte en un portaaviones mediante la habilidad de vuelo. Esta la habíamos adquirido con un mini-con en un lejano islote, y casi convertía al juego en un shooter. La sorpresa viene cuando la base Decepticon (el portaaviones) se convirtió en un gigantesco Transformer que actuaba como jefe. Un espectáculo increíble, y muy posiblemente uno de los topes gráficos de PlayStation 2, quizás esto fue lo que vio EDGE para darle la portada al juego hace poco tiempo.

A diferencia de lo que uno podría pensar, el diseño no prima la acción sobre cualquier elemento, siendo necesaria cierta estrategia en algunos asaltos. Esto se debe a la gran I.A. de los personajes, con influencias de Halo, y que te pone en una situación muy apurada si afrontas un ataque directo. Con lo cual el juego parece mucho más variado, y desde luego, se perfila como uno de los mayores éxitos de Atari para la primera mitad del 2004. Esperemos lo mejor para este juego, y para Melbourne House, que ha realizado un gran trabajo adaptando el mundo de los Transformers.