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PC:
PS4, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Facepunch Studios
Producción: Facepunch Studios
Distribución: Steam
Precio: 31,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Español
Online: Sí
ANÁLISIS

Impresiones Rust

Los creadores de Garry’s Mod firman un juego de supervivencia en el que la comunidad marca la diferencia.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PC, PS4, Xbox One. También disponible en PlayStation 4 y Xbox One.

Los desarrolladores tienen hoy en día toda la libertad del mundo para experimentar y para crear cosas diferentes, impensables hace unos años, o incluso hoy en día con una gran editora detrás. Últimamente hemos visto cómo los simuladores de supervivencia iban un paso más allá, y se convertían en experiencias que muchos jugadores abrazaban, y, sobre todo, en las que invertían cientos de horas. Ahora, los creadores del celebérrimo Garry’s Mod se pasan a este género, y nos ofrecen una propuesta que, aun en su fase alfa, ya ha vendido más que muchas superproducciones.

Pero, empecemos por el principio. ¿Qué es Rust?

Como indicábamos anteriormente, Rust es un simulador de supervivencia. En un hipotético futuro postapocalíptico, el hombre lucha por sobrevivir, y básicamente, eso es lo que tendremos que hacer.

Sueltos en un mundo desconocido, habitado por otros humanos como nosotros y por animales, tendremos que buscarnos la vida para conseguir ver otro amanecer, utilizando todo lo que esté en nuestra mano para ello.

Para ilustrar un poco su sistema de juego, creemos que puede ser conveniente compararlo con Don’t Starve. Desde una vista en primera persona, comenzamos con una piedra, dos botiquines y una antorcha, y a partir de ahí, aprovechando lo que nos da el entorno, tendremos que intentar progresar. Con la mencionada piedra podemos ir sacando madera de los árboles, rompiendo rocas, e ir construyendo así herramientas que nos permitan conseguir más y mejores materiales, comida, etcétera.

Claro que, a diferencia de Don’t Starve, Rust es un "simulador", que además tiene lugar en un mundo permanente. Esto quiere decir que, aunque al salir de la partida hayamos conseguido montarnos nuestra caseta y recoger utilísimos objetos, al volver de un paseo para buscar recursos pueden habernos destrozado todo o habernos saqueado, dejándonos, como se suele decir, con una mano delante y otra detrás. O con una en el ratón y la otra en el WASD, como queráis.

La clave: la cooperación

El mundo permanente que comentamos de Rust hace que sea un juego concebido para jugar en cooperativo, y preferiblemente con bastante gente. La idea es formar una comunidad, en la que cada personaje tenga su rol y permita que la humanidad resurja de sus cenizas. Por ejemplo, podemos formar un grupo de jugadores que tenga exploradores, cazadores, constructores... para hacer así el progreso mucho más fácil y seguro. Tened en cuenta que, en este mundo poblado por otros usuarios –la media de jugadores los servidores oficiales pueden oscilar entre 100 y 200– , cualquiera puede intentar matarnos.

Y, ¿qué implica morir, os preguntaréis? Pues implica reaparecer en cualquier parte de escenario, lo que supone, casi con toda seguridad, que no podremos volver a encontrar nuestra supuesta comunidad. Sí que podemos hacernos un punto de respawn o reaparición con un saco de dormir –o cama, más resistente–, que, si alguien rompe, se desvanecerá dejándonos, de nuevo, indefensos.

Si estáis pensando en jugar solos, lo cierto es que no es imposible, pero sí que es mucho más complicado. Podemos tener suerte y encontrar una zona en la que los habitantes se respeten mutuamente, que nos permitan construir nuestra cabaña ahí y estar seguros, o podemos intentar buscar un rincón recóndito del mapa en el que pensemos que estaremos a salvo de posibles intrusos, e intentar ir construyendo nuestro pequeño fuerte ahí.

Solo o acompañado, pero sobrevive

Como juego de mundo abierto, las decisiones en Rust las tomamos nosotros. Eso sí, como superviviente, el entorno será el que marque el ritmo. Lo más básico será comer. Tendremos que cazar animales –con la piedra básica con la que comenzamos es posible–, cuya carne tendremos que cocinar en hogueras para no coger infecciones. Aparte, tendremos que abrigarnos cuando haga frío –con ropa o con la mencionada hoguera–, como por la noche, para evitar que nuestro cuerpo consuma más calorías.

También tendremos el peligro que nos rodea, como zonas que desprenden radiación, y que no podremos explorar sin la protección adecuada. Los enemigos más fieros –por ejemplo, osos– también pueden acabar con nosotros. Pero el mayor peligro serán los otros humanos. Al ser personajes controlados por otros jugadores, nunca sabemos cuáles son sus verdaderas intenciones, y aunque nos digan una cosa, al final pueden acabar siendo la otra. Esto puede llegar a crear momentos de tensión bastante interesantes, aunque en la mayoría de los casos veremos ridículas peleas de pedradas que se deciden más por la suerte que por otra cosa.

Supervivencia, pero con paciencia

Rust está todavía en fase alfa, y eso se ve a la legua. El juego es muy, muy simple en el apartado gráfico, y las animaciones de los personajes y seres que pueblan su mundo llegan a rozar lo cómico. Además, tiene bastantes errores, que poco a poco se irán solucionando. Obviamente, aunque todo esto mejore en el futuro, el aspecto visual es algo totalmente secundario en Rust, donde sobrevivir en un mundo habitado por otros jugadores es el verdadero aliciente.

Lo nuevo de los creadores de Garry’s Mod es un juego cuyo éxito lo marcará la comunidad. A finales de pasado mes de enero, y como decimos, todavía en fase alfa, Rust ya había vendido más de 750.000 copias, así que parece que ésta lo tiene claro. Además del modo por defecto –en el que ya nos avisan de que si hacemos trampa nos expulsarán para siempre–, este título ofrece soporte para mods, lo que seguramente consiga crear experiencias todavía más atractivas que la base.

De todos modos, Rust puede ser ya el principio de un fenómeno que veamos absorber jugadores como pocos juegos consiguen, teniendo en cuenta que también las frecuentes actualizaciones oficiales determinan el devenir de la experiencia. El primer contacto con la propuesta de Facepunch Studios nos ha parecido, cuanto menos, interesante, aunque estáis advertidos de que no es un juego tradicional, sino una especie de mundo paralelo que requiere de nuestra atención, o de otros jugadores, para permitirnos avanzar en la aventura.