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Plataformas
Género/s: RPG Occidental / Rol
PC:
XBOne, PS4:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Distribución: Steam
Precio: 45,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Pillars of Eternity II: Deadfire

El mejor rol clásico de Obsidian prepara su regreso con una secuela que promete mejorar en todo a su fantástico predecesor.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PC, PS4, Xbox One. También disponible en Xbox One y PlayStation 4.

Hace unos años, con los lanzamientos de Divinity: Original Sin y Pillars of Eternity, asistimos a una de las resurrecciones más inesperadas de todas: la de los juegos de rol occidental de corte clásico y vista cenital al estilo de títulos tan legendarios como Baldur's Gate o Icewind Dale. Se trata de una forma de entender el género que se perdió durante mucho tiempo y que de la noche a la mañana se recuperó para alegría de todos los que echábamos de menos esta clase de juegos tan artesanales, complejos y profundos.

Desde entonces, hemos recibido una buena cantidad de lanzamientos de este corte, muchos de ellos de una calidad incuestionable. Sin ir más lejos, hace unos pocos meses pudimos disfrutar de Divinity: Original Sin II, la secuela de uno de los principales culpables de esta resurrección y probablemente uno de los mejores títulos de rol que hemos jugado nunca.

Dentro de poco le tocará el turno a la segunda parte del otro gran responsable de esta nueva edad dorada del rol occidental, Pillars of Eternity, juego al que ya hemos podido dedicarle un buen puñado de horas gracias a su versión beta y que nos ha dejado muy expectantes ante todo lo que promete ofrecer cuando llegue finalmente al mercado.

Obsidian regresa con la secuela de uno de los mejores RPG de los últimos años.

En esencia, Pillars of Eternity II: Deadfire es un juego muy parecido a su antecesor, ya que parte de la misma base para ofrecernos una aventura rolera muy clásica, con multitud de conversaciones (y opciones de respuesta para las mismas), combates tácticos que emulan de forma libre las reglas de Dungeons & Dragons, un enorme mundo por explorar repleto de peligros y profundas posibilidades a la hora de personalizar y evolucionar a nuestros personajes.

Ahora el editor de personajes es mucho más completo.

Partiendo de esta base, en Obsidian se han centrado en mejorar y pulir todo lo visto en el título original, por lo que nos encontramos con una buena cantidad de cambios y novedades destinados a perfeccionar todos sus aspectos, manteniendo intactas algunas de sus mayores virtudes, como la cuidada narrativa y el mimo puesto en la escritura de cada uno de los diálogos.

Por ejemplo, ahora tenemos un editor de personajes mucho más completo, con más opciones de personalización, mejoras en el sistema de atributos para hacerlos más útiles tanto a la hora de combatir como a la de afectar en el resultado de nuestras acciones en determinadas situaciones y conversaciones (lo cual, en combinación con las habilidades, nos abren un abanico enorme de posibilidades para actuar).

En cuanto a las batallas, estas siguen manteniendo ese enfoque táctico que tanto nos gustó de su antecesor, pudiendo pausar siempre que queramos para dar órdenes y situar a nuestros personajes (un buen posicionamiento en los enfrentamientos es vital) en los lugares más adecuados para hacer uso de sus técnicas y hechizos.

Si queréis sobrevivir a los enfrentamientos que os aguardan, más os vale actuar con cabeza y no atacar a lo loco.

Sin embargo, ahora nos encontramos con que el número de integrantes que podemos llevar en el grupo es de cinco en vez de seis, algo que cambia un poco la forma de enfocar las batallas, ya que cada héroe tiene una importancia mayor que antes, obligándonos a escoger muy bien los roles de cada uno para que nuestra estrategia sea efectiva. Por lo que hemos jugado, este es un cambio que nos parece que ha sido a mejor, ya que nos permite centrarnos un poco más en la acción y tenerlo todo más controlado (lo que no quiere decir que vayan a ser más fáciles las cosas, más bien al contrario, ya que sigue ofreciendo un reto a la altura).

Otra mejora que nos ha gustado bastante es la posibilidad de redirigir nuestros hechizos incluso después de haber dado la orden. De esta forma, si uno de nuestros hechiceros está conjurando un ataque mágico contra un enemigo, podremos cambiar de objetivo sin tener que cancelar y empezar a conjurar desde el principio.

Muchas situaciones se nos presentan a modo de aventura conversacional, donde nos van narrando y tenemos qué decidir cómo actuar entre un buen número de opciones.

También relacionado con esto, tenemos una enorme mejora en la IA aliada, la cual no solo responde y reacciona mucho mejor que antes, sino que ahora podremos configurarla con un menú de opciones completísimo que nos permitirá seleccionar qué acciones queremos que realicen en cada tipo de situación que se nos pueda ocurrir, algo que nos liberará de muchas microgestiones para las acciones más básicas. Evidentemente, si queremos controlarlo todo de manera manual, seguiremos teniendo esa posibilidad.

Una de las grandes novedades de esta entrega radica en la inclusión de un barco para desplazarnos por el mundo. Esta vez exploraremos una gran región consistente en un complejo de islas interconectadas entre sí, por lo que para movernos entre ellas tendremos que navegar, lo que nos llevará a convertirnos en los capitanes de un buque que nos tocará gestionar y que, al mismo tiempo, nos servirá de vehículo.

Este es el aspecto que presentan actualmente las batallas navales.

Esto abre muchísimo el mundo del juego, ya que, por lo jugado en la beta, el mar es enorme y está plagado de secretos y regiones por descubrir, animándonos en todo momento a explorar para ver qué nuevas aventuras nos aguardan en lo desconocido. Como era de esperar, una ambientación tan marítima se presta a combates navales, y así será, ya que si nos topamos con otro barco podremos entablar batalla con ellos (o realizar otro tipo de acciones).

Estos enfrentamientos cambian por completo la dinámica de las batallas en tierra, ya que se resuelven por turnos. En cada ronda, nos describen lo que está ocurriendo y nosotros tendremos que decidir qué acción queremos seguir, como acercarnos, reposicionar el barco, preparar los cañones, disparar, etcétera.

Aquí hay muchos parámetros a controlar, como la munición que nos quedan, los puntos a los que atacamos, la moral de la tripulación... No es una mala idea y requieren pensar bastante para salir airosos de ellos, aunque se nota que todavía es algo que está en desarrollo y constante revisión, ya que distan mucho de la emoción y la diversión que ofrecen el resto de apartados del juego al tener que repetir las mismas acciones una y otra vez.

¿Listos para nuevas aventuras en tierra y mar?

El apartado gráfico también ha recibido una gran mejora, con unos modelados mucho más detallados y elaborados, un sistema de iluminación más complejo, texturas más trabajadas, animaciones más fluidas, etcétera, lo que dota al título de un aspecto muy agradable a la vista, algo potenciado por su potente dirección artística, con multitud de ilustraciones de una factura intachable.

Del sonido no podemos decir demasiado, ya que la beta apenas cuenta con unos pocos temas, aunque todos ellos ambientan adecuadamente cada situación. Por su parte, los efectos cumplen su función sin mayores problemas.

Pillars of Eternity II: Deadfire promete superar en todo a su antecesor, al menos en lo jugable, con un mundo más grande, más posibilidades, mejores combates y una exploración más refinada y satisfactoria, lo que no es decir precisamente poco, ya que su primera parte fue una aventura simplemente sobresaliente.

Queda por ver si todo esto se mantiene en la versión final y hasta qué punto llegarán su historia y personajes, aunque por todo lo visto hasta el momento, los aficionados al rol más clásico tenemos motivos de sobra para mostrarnos muy optimistas con lo nuevo de Obsidian.

Hemos realizado este artículo gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Plan of Attack.

Redactor