Análisis de Goodnight Universe: El juego de un bebé con poderes controlados con la webcam tiene una historia con fondo (PC, Switch 2, PS5, Xbox Series X, Switch 2, Switch)

En 2021, el estudio angelino Nice Dream sorprendió a propios y extraños con Before Your Eyes, una emotiva aventura narrativa con una fascinante peculiaridad: se controla solo con la webcam. Una fórmula que han ampliado de manera ambiciosa y sorprendente en Goodnight Universe, una comedia de ciencia ficción, que va adquiriendo toques dramáticos y de thriller, en la que controlamos a un bebé con poderes telequinéticos utilizando la cámara y el ratón.

La manera de controlar el juego es divertida en sí misma y ensalza tanto lo que se nos cuenta en la historia como las situaciones que se nos proponen; de ahí que el control con mando, el único manejo en consolas (en Switch 2 será compatible con cámara este año), nos parezca una opción que quita peso y entidad jugable y narrativa a la propuesta.

La cámara identifica varias acciones: si abrimos o cerramos los ojos, si movemos la cabeza, y si sonreímos o fruncimos el ceño. El ratón lo usamos casi siempre para mover la cámara en primera persona, para colocar el cursor sobre las opciones de diálogo (en cursiva porque, claro, somos un bebé) y para algún poder psíquico. Lo más fascinante de Goodnight Universe es cómo con tan pocos inputs consigue hacer tanto, que nos sintamos poderosos y que las situaciones sean variadas.

Un bebé con poderes protagonizada una historia muy humana

Aunque la historia no se queda atrás. El protagonista es un bebé que, por algún motivo que desconocemos, tiene una inteligencia, una capacidad de raciocinio y unas habilidades comunicativas impropias para su edad (y para la mayoría de los adultos en verdad). Descubrir el por qué de esto tiene tanto peso en la trama como las cómicas vicisitudes provocadas por el hecho de ser un bebé inteligente con poderes increíbles, pero al fin y al cabo un bebé, recién llegado a una familia de clase media norteamericana prototípica.

A pesar de los clichés, a base de buen guion y momentos terrenales, es complicado no conectar con esa familia: el padre que dejó atrás sus sueños, la madre que se desvive por sus hijos, y sobre todo, la hermana versada en informática que no tiene nada claro qué hacer con su futuro. Sus conflictos mundanos son tan importantes como la trama de ciencia ficción en la que se encuentran.

Consigue que conectes en las situaciones dramáticos y que te rías con las graciosas. Es una comedia, pero que habla, narrativa y mecánicamente, sobre quiénes somos en realidad, sobre dejarnos ver, y sobre la posibilidad (y la dificultad) de expresarse. A mitad de la partida (de algo menos de cuatro horas en total) parece descarrilar un poco al añadir temas y personajes manidos, pero que vuelve a encontrar su rumbo, a contar una historia que desborda humanidad.

Situaciones variadas con un control inmersivo

En que nos hayamos sumergido tanto en la narración tiene mucho que ver la manera de jugar. La partida se estructura a través de una serie de salas en las que podemos interactuar con los objetos y los personajes que nos rodean, aunque algunos de los niveles transcurren en movimiento. No podemos andar, pero sí utilizar una serie de trucos telequinéticos cada vez más poderosos: levitar objetos, cerrar puertas con la mente o introducirnos en la de otros al cerrar los ojos y mover la cabeza hasta sintonizar sus pensamientos.

No para de introducir nuevos poderes y nuevas maneras de utilizar los existentes, de rizar el rizo para sorprendernos con situaciones inesperadas, y de equilibrar el ritmo añadiendo puzles ligeros e incluso secuencias que podríamos definir como de acción. Es cierto que hay algunos momentos que se hacen pesados, pero es encomiable cómo consigue mantener la variedad hasta que vemos los títulos de crédito.

Sin embargo, este control con webcam tan inmersivo tiene una desventaja. A veces hay que cerrar los ojos y escuchar conversaciones naturales, a veces atropelladas, en ocasiones con ruido e interferencias. Evidentemente, con los ojos cerrados no se pueden leer los subtítulos en español (correctamente localizados), así que el manejo con cámara es una opción solo posible para quien tenga un nivel de inglés medio. Para los demás, queda el control con mando, que le quita gracia al asunto.

También es un incordio la necesidad de calibrar la cámara cada vez que iniciamos el juego: se tarda apenas un minuto en el proceso, pero se agradecería que los ajustes quedaran guardados. De hecho, hay otros detalles técnicos que no están del todo afinados. Hemos tenido bajadas de rendimiento considerables con el PC detallado al final del análisis, y el juego no hace nada exagerado a nivel visual; de hecho, los desarrolladores no recomiendan jugarlo en Steam Deck. Además, tuvimos que repetir una sección porque no se desató la interacción que debía.

Eso no quita que sea un juego muy bonito, con un diseño de personajes sencillo e icónico, con animaciones expresivas, con modelados coloridos de bajo poligonaje, y en definitiva, un estilo que encaja con lo que se cuenta, y sobre todo, con lo que se oye: el buen diseño de sonido hace mucho por la inmersión, la música tiene un papel cada vez más importante, y es tan cambiante como lo es a veces el estilo visual y la propuesta jugable. El doblaje al inglés es fantástico, especialmente el papel del narrador, a quien pone voz Lewis Pullman (Thunderbolts, Top Gun: Maverick).

Conclusión

Goodnight Universe va más allá del truco de ser una aventura que se controla con la webcam. Es una comedia de ciencia ficción con toques dramáticos que cuenta una historia humana, con personajes con los que hemos conectado y que integra en la narrativa la manera de jugar, una serie de acciones sencillas (cerrar los ojos, mover la cabeza, sonreír, apuntar con el ratón) que acaban ofreciendo una amplia variedad de situaciones. Goodnight Universe sorprende por hacer tanto con tan poco.

Hemos realizado este análisis gracias a un código para Steam facilitado por Popagenda. El ordenador utilizado tiene una Nvidia GeForce RTX 3070 8 GB, un AMD Ryzen 5600X y 32 GB de RAM.