Análisis Double Dragon Revive, el fallido regreso de unos de los padres de los beat ‘em up (Xbox Series X, PS5, PS4, Xbox One, PC, Switch)
En los últimos años los beat ‘em up están viviendo una segunda juventud gracias a títulos tan buenos como Fight'N Rage (2017), Streets of Rage 4 (2020), Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder's Revenge o el reciente Absolum, por citar solo unos ejemplos. Por eso, el enésimo regreso de Double Dragon, uno de los padres del género, tiene todo el sentido del mundo.
Tras su brillante debut a finales de los 80, con el que abrió el camino a sagas tan recordadas de "yo contra el barrio" como Final Fight o Streets of Rage, la serie de Technōs fue perdiendo el brillo según avanzaron los 90 y, como tantas otras, no quiso o no supo dar el salto a las tres dimensiones y los gráficos poligonales, que pasaron a dominar la industria del videojuego.
Desde entonces, la saga ha regresado en múltiples ocasiones y ninguna de ellas de manera especialmente afortunada, con títulos como Double Dragon Neon (2012), Double Dragon IV (2017) y Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons (2023). Por desgracia, Double Dragon Revive se une a esta larga lista de títulos olvidables, pese a ser un intento de revivir la serie cargado de buenas intenciones, incluso algunas buenas ideas, pero con muy pocos aciertos.
El difícil traslado de los beat ‘em up a las tres dimensiones
Los encargados de este nuevo Double Dragon, una franquicia que ahora está en manos de Arc System Works, han sido los japoneses Yuke's, conocidos por haber desarrollado durante más de dos décadas todo tipo de juegos de lucha libre. Tras haber sido apartados del desarrollo de los títulos oficiales de la WWE con 2K, ahora están haciendo un poco de todo, y visto el resultado de Double Dragon Revive, quizás no era el estudio más indicado para traer de vuelta esta saga tan querida, ahora que además el género está volando más alto que nunca.
Hay que decir en su favor que, a diferencia de los geniales beat ‘em up que hemos mencionado al principio del texto, todos en 2D, este juego se atreve a ofrecer un gameplay en tres dimensiones, algo que como bien sabrán los amantes del género pocas veces ha dado grandes resultados. Double Dragon Revive no es la excepción, y el mayor de sus pecados o carencias, que no son pocas, es sin duda su jugabilidad, tosca e imprecisa, que echa por tierra sus aciertos. Aunque los niveles mantienen el clásico desplazamiento lateral, se golpea en varias direcciones aprovechando la profundidad de las tres dimensiones, lo que podría ser una virtud, pero que se acaba convirtiendo en una condena por la mala ejecución.
Partiendo de unos controles bastante sencillos, aunque innecesariamente enrevesados para realizar ciertas acciones, podemos dar patadas, puñetazos, realizar ataques especiales, defendernos, esquivar, usar armas como cuchillos, bates y látigos, y agarrar enemigos, que podemos lanzar contra las paredes y otros elementos de los escenarios, con resultados muy divertidos. Rápidamente, descubres que la cosa no fluye como debería, el personaje no responde bien y se producen constantes situaciones incómodas, y según van aumentando los desafíos en la aventura, cada vez se evidencian más sus carencias.
El personaje responde de forma torpe: dar golpes al aire es lo más normal del mundo. Además, resulta frustrante que cada vez que caes al suelo tardes tanto en volver a la acción, las cajas de colisiones dejan mucho que desear, y hay decisiones de diseño un tanto extrañas, como el botón de agarrar. Esta acción, que se realiza con el gatillo derecho, sirve tanto para agarrar a los enemigos como para recoger objetos y para golpear a los rivales que están en el suelo, lo que provoca constantes frustraciones e impide realizar las acciones que pretendes. Acciones, como el defenderse o la esquiva, podrían dar profundidad al gameplay, pero están fatalmente implementadas.
La variedad de enemigos está bien, van ofreciendo nuevos retos como realizar ataques especiales o llevar escudos, y los jefes finales están trabajados y resultan interesantes y bastante desafiantes, intentando ofrecer siempre algo distinto con ataques únicos y trampas en los escenarios, aunque a veces estos enfrentamientos se acaban haciendo demasiado largos. Uno de los puntos a destacar es la interactividad con los escenarios, ya que nos permite meter a los enemigos en contenedores o lanzarlos por las ventanas, o usar las farolas o fluorescentes para balancearse, siendo estas acciones contextuales son uno de sus mayores aciertos, ya que dan bastante vidilla y espectáculo.
Con la intención de ofrecer un poco de variedad y como guiño a las entregas clásicas, en ocasiones nos topamos con trampas en los escenarios e incluso secciones de plataformeo, que son un desastre, sin paliativos. Lo son porque los controles no son fiables y la cámara no permite percibir bien la profundidad, ofreciendo aquí el juego algunos momentos que son lamentables, que por suerte no son demasiados, aunque quedan para el recuerdo.
Como siempre, mejor a dos jugadores
El modo de juego principal es su Historia, formada por ocho fases que se pueden tardar en completar unas 3 o 4 horas, siendo un juego un poco más difícil que la media del género, algo que alimenta su halo de juego retro. Con una historia anecdótica en un contexto urbano posapocalíptico, protagonizada por Billy y Jimmy Lee, que acuden una vez más al rescate de Marian, contada de manera austera a través de ilustraciones, vamos recorriendo los escenarios que esperaríamos visitar en un Double Dragon, con peligrosas calles llenas de maleantes, almacenes, el metro, un casino o un lujoso rascacielos. En sus referencias a los juegos originales, ya sea en las localizaciones, los enemigos o la música, Yuke’s ha hecho un buen trabajo nostálgico.
La campaña se puede jugar en solitario o como no podía ser de otra manera, en cooperativo para dos jugadores, tanto de manera local como online. Sobra decir que aquí el juego gana muchos enteros, y muchas de sus torpezas o carencias son más perdonables si lo estás haciendo en compañía de un amigo, de hecho incluso pueden ser motivo de chanza.
Aunque el modo historia no es muy largo, sí es rejugable, con varios modos de dificultad, varios personajes con sus propios estilos de combate, y hay un modo Extra, que consiste en una serie de desafíos que no son nada sencillos, como acabar con cierto número de enemigos o realizar cierto número de combos en un tiempo limitado . Es en este modo cuando tienes que aprender a dominar bien todas las posibilidades del juego, y descubres que el gameplay es un poquito más complejo y profundo de lo que parecía en un principio, pero su torpeza no le permite brillar.
Un juego que visualmente parece sacado de una máquina del tiempo
Aunque su apartado gráfico es muy discreto, nos parece el menor de sus problemas. Es más, como jugadores veteranos, nos parece que tiene hasta cierto encanto, parece un juego salido de una cápsula del tiempo de hace más de 20 años, que bien podría ser de las consolas de 128 bits. Tras los preciosos beat ‘em up que hemos disfrutado en los últimos años, con preciosos gráficos pixel art, Double Dragon Revive demuestra en varias ocasiones que los gráficos poligonales en este tipo de juegos pueden aportar sus propias ventajas, algo que no se ha explorado mucho.
Se puede jugar con la perspectiva, con cambios de cámara, y aunque el juego lo resuelve con torpeza en muchas ocasiones, la cámara que sigue la acción suele dar más problemas que soluciones, en otros casos la profundidad de los escenarios aporta sus cosas buenas al gameplay. Ya lo comentamos antes, pero poder lanzar a los enemigos contra ciertos elementos es muy divertido y aporta un toque estratégico, metiendo a los maleantes en contenedores o en maleteros de coche, o lanzándolos directamente por las ventanas.
Técnicamente es discretísimo, y su dirección de arte está a la par, aunque tiene cierta gracia ver de vuelta los personajes y enemigos de los 80 ahora con gráficos poligonales, con un estilo que como decíamos antes bien podría ser de finales de los 90 y los primeros 2000, cuando el género intentó adaptarse a las tres dimensiones sin demasiado éxito. La banda sonora también tiene su encanto, con algunas versiones modernas con un estilo más roquero de los temas clásicos, siendo especialmente acertada la reinterpretación del tema principal de la saga.
Un renacimiento fallido
Sumergidos en una nueva era dorada de los beat ‘em up, es una pena que el regreso de una saga tan importante dentro del género como Double Dragon haya sido fallido. Se agradece la intención de hacer algo distinto, con una propuesta en tres dimensiones, y se nota en muchos aspectos el cariño por los títulos originales, pero todo el conjunto naufraga con un gameplay tan tosco y poco satisfactorio, que hace que muchas veces te estés peleando con el juego en vez de estar disfrutándolo. A pesar de todo, y de lo que puede parecer por las duras críticas que ha recibido, tampoco nos parece un desastre, y si eres amante del género seguro que sabes disfrutarlo y ver sus cosas buenas, que las tiene.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox Series X con un código proporcionado por Arc System Works