Análisis de Just Cause 4 (PS4, PC, Xbox One)

Cuando más avanza la tecnología, más fácil es para los desarrolladores poder ofrecer libertad a los jugadores. Algunas sagas, como Just Cause, han convertido la libertad en su seña de identidad, y otras, como The Legend of Zelda, han empezado a experimentar con ella para redefinir su fórmula. Después de una tercera entrega que ya ponía las consolas actuales al límite, Avalanche ha decidido ir un paso más allá y ofrecer una aventura todavía más ambiciosa y espectacular.

Contra viento y marea

Just Cause 4 repite la fórmula de sus antecesores ofreciéndonos un mundo abierto en el que, gancho en mano, podemos hacer todo tipo de locuras. Sigue combinando exploración, tiroteos, conducción y creatividad para ponernos en multitud de situaciones en las que dar rienda suelta a nuestra imaginación. Todo ello, aderezado ahora con tornados, tormentas eléctricas y tormentas de arena, que no son sólo espectaculares sino que también afectan a la jugabilidad.

Una de las grandes novedades es las habilidades del gancho y su personalización. A través de este dispositivo podemos utilizar la herramienta de agarre, la de propulsión y unos globos al más puro estilo Metal Gear Solid V, así como adaptarlos a nuestros gustos e ideas.

Desde hacer que reaccionen de manera automática a que lo hagan al pulsar un botón, a elegir con qué fuerza se activan, así como el comportamiento detallado de los mismos.

Podemos hacer que la cuerda junte dos elementos y los haga rebotar, que los globos nos persigan o vayan a donde apuntamos, o que exploten al alcanzar cierta altura, y podemos hacer que los propulsores se apaguen tras cierto tiempo, por ejemplo. Y podemos combinar todo esto. Estamos seguros de que los grandes fans de la saga van a hacer auténticas locuras, pero uno de los grandes problemas que hemos encontrado es que el juego no te incita a experimentar.

Antes hablábamos de Breath of the Wild y, en él, muchos templos te obligaban a experimentar con todas las herramientas que íbamos desbloqueando. Aquí puedes pasarte prácticamente cualquier misión sin hacer ninguna locura, simplemente disparando. Sí, seguramente algo explote, pero hay tantísimas herramientas y tantísimas posibilidades que nos encantaría que el juego nos invitara (y, a veces, incluso nos obligara) a aprovecharlas.

Y es que el diseño de misiones nos han decepcionado bastante. Se repiten con una frecuencia demasiado alta, y muchas de ellas tampoco es que te permitan afrontarlas de maneras muy diferentes. Y por no hablar de la inteligencia artificial aliada, que a veces no es capaz ni de montarse en el coche contigo. Además, para avanzar en la historia principal, en la que encontramos las mejores misiones, tenemos que hacer muchísimas secundarias, por lo que, no puedes tampoco centrarte en hacer las misiones más elaboradas.

Éste es, para nosotros, el mayor pero que podemos ponerle al juego. Es una pena que, con todo el trabajo que hay detrás para crear esos gadgets, no se aprovechen más durante las misiones. Si a esto le unimos una gran cantidad de misiones demasiado similares entre sí y que no podemos obviar, la repetición se hace demasiado latente. Obviamente, no son todas, y también hay algunas más trabajadas, originales o espectaculares, como algunas en las que exploramos tumbas o nos convertimos en especialistas de cine.

Eso sí, al menos la jugabilidad se mantiene siempre fuerte. El gunplay es entretenido, planear con el wingsuit, combinándolo con el gancho y el paracaídas, nos parece supersatisfactorio, y la conducción ha mejorado bastante (salvo de las motos, que es bastante torpe). Con una base tan sólida, mejores misiones habrían ofrecido un resultado sobresaliente.

Impresionante de principio a fin

Donde no ha fallado Just Cause 4 es en lo técnico. Nosotros lo hemos jugado en Xbox One X y, honestamente, nos ha parecido una pasada. Escenarios enormes, con una distancia de dibujado gigantesca, que mantiene siempre un alto nivel de detalle y, lo mejor, que rinde muchísimo mejor que su predecesor. Sí, hemos visto alguna caída en la tasa de imágenes por segundo, pero nada grave. Sobre el excesivo motion blur (que a nosotros sólo nos ha parecido excesivo en momentos puntuales), Avalanche ya ha dicho que está trabajando en solucionarlo.

Esta entrega parece que usa una resolución dinámica, pero la calidad de la imagen siempre nos ha parecido muy nítida. Imaginamos que las bajadas de resolución ocurren cuando hay más acción en pantalla, por lo que es más difícil percibirlas. Hemos visto tornados arrancando instalaciones y levantando coches, tormentas de arena cegándonos, escenarios enteros explotando, y la verdad es que la tasa de imágenes por segundo siempre se ha mantenido a 30 o muy cerca de las 30. En lo técnico nos ha parecido excelente, y creemos que Avalanche no va a poder hacer mucho más para expandir las posibilidades de la saga hasta la nueva generación.

En lo visual se agradece la introducción de los nuevos biomas, nuevos entornos que aportan variedad a las islas tropicales ya habituales. Así, tenemos zonas desérticas, montañas nevadas, áreas tropicales y varias urbes, que le dan dinamismo y diversidad al desarrollo.

Queremos destacar también la música. Por una parte, tenemos la banda sonora que podemos escuchas en los vehículos, con diferentes estilos de música, y que está genial para los paseos, pero luego tenemos melodías compuestas para el juego que suenan en determinados momentos, o cuando exploramos, y que nos ha encantado. También nos llega traducido y doblado al castellano, con una traducción correcta pero mejorable, repleta de expresiones inglesas traducidas literalmente.

El reinado del caos

Just Cause 4 vuelve hacer lo que mejor saber: hacer que el caos se apodere de nosotros. Es, sin duda, una aventura divertida y muy espectacular, que falla por contar con un diseño de misiones muy mejorable que lo acaba haciendo repetitivo antes de lo que debería, y que no incita al jugador a aprovechar todas las herramientas que ofrece. Aun así, los que hayan disfrutado con anteriores entregas de la saga van a encontrar aquí más posibilidades que nunca para sembrar el caos de mil y una maneras.

Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Bandai Namco.