Análisis de Jurassic World Evolution (PS4, PC, Xbox One)
Jurassic Park y videojuegos nunca ha sido una combinación especialmente fructífera. De hecho, solo salvaríamos muy pocos de los muchos juegos que se han lanzado basados en la licencia desde su debut en 1993. Por este motivo, y a pesar de lo que nos apasionan sus fascinantes criaturas prehistóricas traídas de vuelta a la vida gracias a la ingeniería genética, nos cuesta ilusionarnos con cada nuevo videojuego que se anuncia.
Pero el caso de Jurassic World Evolution ha sido ligeramente diferente. Por un lado, se trata de un título que busca recoger el testigo del excelente Jurassic Park: Operation Genesis, probablemente el mejor juego que ha dado la licencia hasta la fecha, mientras que por el otro nos encontramos a Frontier como el estudio responsable del proyecto, un equipo de desarrollo que ya ha demostrado repetidas veces que dominan los juegos de estrategia y gestión como nadie.
Por si todo esto no fuese suficiente, los vídeos y los detalles que nos ofrecían sobre él invitaban al optimismo, consiguiendo, tras muchísimos años, despertar nuevamente nuestro interés por un juego de la licencia y dejarnos con muchísimas ganas de ponernos manos a la obra para cumplir el sueño de John Hammond de crear un gran parque de dinosaurios.
Y si encima a esto le sumamos el regreso de la "dinomanía" gracias a las nuevas películas, os podéis hacer una buena idea de las grandes expectativas que se habían depositado en este producto.
Finalmente, y tras haberle dedicado un buen número de horas a su versión final, nos hemos quedado con una ligera sensación de decepción, ya que el título cuenta con una base muy buena y sólida que nos ha tenido muy entretenidos, pero que se siente demasiado corta y limitada en muchos aspectos, probablemente por las prisas de hacer coincidir su lanzamiento con el estreno del entretenidísimo film de Jurassic World: El reino caído, la nueva entrega firmada por J.
A. Bayona de esta saga cinematográfica.
"¿Cree que se podrán ver dinosaurios en su parque de dinosaurios?"
Como decimos, esta vez nos encontramos ante un juego de estrategia y gestión en el que tenemos que crear nuestro propio Parque Jurásico. Para ello, nos tocará construir edificios de todo tipo, decidir los dinosaurios que queremos crear y en qué cercados los queremos soltar, realizar investigaciones y, sobre todo, ser rápidos y eficientes solventando la gran cantidad de problemas y contratiempos que puedan surgir.
La clave reside en tener muchos dinosaurios, y cuanto más variados mejor, ya que será lo que atraiga a nuestros visitantes, quienes se mostrarán encantados de dejarse sus ahorros de toda la vida para poder disfrutar con nuestras excelentes atracciones.
Para crearlos, simplemente nos bastará con mandar expediciones por todo el mundo para buscar fósiles y yacimientos de los que extraer genoma de diversas especies. Una vez tengamos, al menos, el 50% del ADN de una de estas criaturas, la podremos incubar para así, finalmente, soltarla en su cercado.
Aquí es donde tenemos la que se ha convertido, sin duda, en nuestra parte favorita del juego: los dinosaurios. Además de estar exquisitamente recreadas a nivel visual, estas bestias no dejan de ser seres vivos con sus propias particularidades y manías, algo con lo que tendremos que aprender a lidiar.
La primera vez que soltamos a un nuevo tipo de criatura en un cercado suele ser todo un acontecimiento, ya que no sabremos demasiado sobre su especie, así que nos tocará estudiar sus comportamientos y sus diferentes hábitos para que se sienta cómoda en su nuevo hogar. Por ejemplo, un Tyrannosaurus Rex es un ser extremadamente agresivo y territorial, por lo que juntarlo con otros dinosaurios (incluso con otro T-Rex) no suele tener un final feliz, mientras que los velociraptors necesitan cierta sociabilización con otros miembros de su propia especie para que no acaben desquiciados.
Considerando que tenemos más de 40 posibles bestias a nuestra disposición, podréis ver rápidamente lo entretenido que puede llegar a ser estudiarlas para dar con las mejores combinaciones posibles, un proceso que resulta muy sencillo e intuitivo gracias a la ayuda que nos brindan las fichas de estadísticas de cada ser al que damos vida. Por supuesto, también tendremos que preocuparnos de sus necesidades más básicas, como que estén bien alimentadas e hidratadas, de que tengan el terreno suficiente para moverse, etcétera.
La única queja que tenemos en este sentido es que el título no nos deja crear ni seres acuáticos ni voladores, una auténtica pena, ya que le habría dado una mayor variedad al título que no le habría sentado nada mal.
"No he reparado en gastos"
Por desgracia, es a la hora de construir el parque en sí cuando empezamos a notar sus carencias. Para empezar, tenemos un sistema de progreso extremadamente lento y poco satisfactorio que nos limitará muchísimo durante las primeras horas, por lo que tendremos que jugar durante un buen rato pudiendo construir únicamente los mismos edificios y dinosaurios, convirtiendo estos primeros compases en una experiencia un tanto tediosa y aburrida.
La campaña principal está pensada como si fuese una especie de tutorial para el modo libre. En ella, avanzaremos por cinco islas diferentes, cada una con sus propios retos y peculiaridades, en las que tendremos que construir los mejores parques que podamos. El desbloqueo de estas islas es progresivo y completamente lineal, por lo que necesitaremos alcanzar un nivel de reputación concreto en la anterior para poder pasar a la siguiente.
El avance por estas islas marcará nuestro progreso, de modo que cuanto más avancéis en la historia, más posibilidades tendréis, tanto en la propia campaña como en el citado modo libre, por lo que, al final, pasarse las cinco islas es un requisito indispensable para poder disfrutar de la experiencia completa.
Al limitarnos tantísimo, el título se vuelve extremadamente lineal y apenas nos deja libertad creativa para diseñar el parque de nuestros sueños, ya que la forma en la que los tenemos que construir está más o menos predeterminada y cuesta muchísimo salirse del guion impuesto.
Por desgracia, estas limitaciones no vienen dadas solo por el lento sistema de progresión, sino que también son producto de la propia simpleza del título. En un principio puede que parezca que tenemos muchas cosas que gestionar, como la comodidad y bienestar de nuestras atracciones, la visibilidad de las mismas, las expediciones, las investigaciones, el sistema energético para que llegue electricidad a todos nuestros centros, etcétera, pero no tardaremos en darnos cuenta de que en realidad no son tantas como aparentan.
La selección de edificios que tenemos a nuestra disposición es escasa y no admite personalización de los mismos, por lo que muchos de ellos los construiremos para rellenar y sacar ingresos extras sin muchas más complicaciones, ya que la gran mayoría no ofrecen nada realmente destacable que nos haga valorar cuidadosamente cuál preferimos.
En cambio, estructuras de importancia hay solo unas pocas y son tan básicas que serán lo primero que construyamos: tanto para poder crear nuevos dinosaurios como para realizar investigaciones y asegurar la seguridad de nuestros visitantes ante cualquier imprevisto.
Se echan en falta muchas opciones y posibilidades, como poder fijar los precios y los salarios, una mayor interactividad con nuestros clientes para conocer sus opiniones y reacciones, tener que gestionar los servicios de limpieza (aquí no hay nada de eso), poder construir más tipos de estructuras y elementos que le den algo de caché a nuestro parque (por ejemplo, fuentes o esculturas) y hagan más cómoda la estancia de los visitantes (bancos o servicios)...
Por culpa de esto, todo se limita a construir los edificios básicos de operaciones, mandar expediciones a por genoma, crear dinosaurios y soltarlos en cercados adecuados, e ir ampliando las instalaciones poco a poco con nuevos edificios turísticos y de entretenimiento para aumentar los ingresos mientras vamos preparando el terreno para más criaturas, haciendo de las gestiones algo extremadamente sencillo, especialmente por lo fácil que resulta incrementar nuestros beneficios.
Continuando con las limitaciones, una de nuestras mayores quejas la tenemos en el terreno tan ridículamente pequeño que tenemos para construir. Las islas se nos antojan diminutas y ni siquiera la del modo libre consigue satisfacer, así que aunque tuviésemos más opciones de construcción y gestión, tampoco les podríamos sacar mucho partido, ya que no hay terreno suficiente para dar rienda suelta a nuestra imaginación.
Tampoco nos ha gustado demasiado que no haya un ciclo día y noche, ni un calendario. El tiempo pasa, pero siempre da la impresión de que estamos estancados en una hora y un día concreto, algo que rompe por completo la inmersión y nos evita tener que estar pendientes de algunos factores, como los horarios del parque y la posible incidencia económica de ello.
"Todos los parques sufren retrasos"
Por supuesto, para darle algo de emoción a la partida, tendremos que lidiar con multitud de posibles problemas e imprevistos, como sabotajes, dinosaurios que encuentran la forma de escaparse de sus cercados, fallos eléctricos, epidemias o tormentas tropicales que lo arrasan todo, por citar solo algunos y los más frecuentes.
Este tipo de cosas que tan mal suelen acabar en los films de la serie, aquí al final solo quedan relegadas a meras molestias temporales, ya que lidiar con ellas se convierte en algo sorprendentemente rutinario y mecánico. ¿Hay un problema que afecta a la seguridad del parque? Esconde en refugios a tus visitantes, envía al equipo pertinente a resolver el conflicto asignándole la tarea requerida para ello, abre los refugios cuando todo esté controlado y a seguir generando ingresos. Y si un dinosaurio cae enfermo, investiga rápidamente el tratamiento para curarlo y manda a tus guardas a que lo mediquen antes de que se extienda la enfermedad entre el resto de criaturas.
Que una manada de raptors se escape y se coma a tus visitantes es algo que debería mandarte de forma casi directa a la quiebra, obligándote a tener que lidiar con denuncias y a renovar la imagen del parque para asegurar a tus potenciales clientes de que solo fue un accidente y que ya vuelve a ser completamente seguro, pero en este juego la humanidad parece tener memoria a muy corto plazo y estos incidentes solo nos penalizarán durante unos minutos con una pequeña bajada en nuestros resultados financieros.
¿Esto qué quiere decir? Pues que no tardarán demasiado en volver a visitar el parque completamente eufóricos y a dejarse todos sus billetes en él para nuestro lucro y disfrute, por mucha gente que haya acabado devorada previamente. Esta falta de consecuencias y de dificultad para resolver problemas convierte los conflictos, imprevistos y accidentes en meras molestias y contratiempos, cuando deberían haber sido uno de los puntos más desafiantes y emocionantes del título.
Es más, es tan fácil generar dinero (prácticamente cualquier cosa sube nuestros ingresos de forma exagerada, mientras que los gastos son ridículamente bajos) que casi todos estos incidentes son evitables, ya que lo normal será que acabemos con mucho más del que podemos gastar, por lo que no tendremos que lidiar con casi ninguna gestión peliaguda a la hora de prevenir problemas, ya sea para proteger todas las instalaciones de los daños meteorológicos o de procurar que las criaturas siempre tengan un nivel óptimo de comodidad para que no intenten escaparse.
"Bienvenidos a Jurassic World"
Si hay algo a lo que no podemos ponerle ninguna pega es a su apartado audiovisual, simplemente fantástico. Como ya hemos comentado varias veces a lo largo del texto, la calidad, el mimo y el detalle con el que están recreados los dinosaurios es una auténtica pasada, con animaciones muy logradas y conseguidas. Si os gustan estas criaturas, probablemente acabaréis pasando mucho tiempo admirándolas como si fueseis un visitante más. Los escenarios también están muy conseguidos, y quitando algo de "popping", es fácilmente el juego de gestión más espectacular que hemos jugado hasta la fecha.
El sonido sigue esta misma tónica, utilizando las fantásticas piezas musicales que hemos escuchado en las películas, los mismos efectos (los rugidos son sobrecogedores en algunos casos) e incluso los mismos actores de doblaje de los dos últimos films en su versión española, manteniendo la autenticidad con la licencia en todo momento.
Conclusiones
Jurassic World Evolution es un juego de estrategia y gestión con mucho potencial y grandes valores de producción que se ha quedado demasiado limitado en lo jugable. Acierta de pleno al convertir a los dinosaurios en las grandes estrellas de la función, pero fracasa a la hora de hacer realmente divertida la construcción, gestión y resolución de problemas de nuestro parque, impidiéndole llegar más lejos.
Por suerte, en Frontier están tomando ya buena nota de forma activa de todas las críticas, opiniones y sugerencias que están recibiendo por parte de los fans, por lo que es de esperar que no tarden demasiado en empezar a lanzar parches y actualizaciones para hacer de este título el digno sucesor de Operación Génesis que tantos años llevamos esperando.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Steam que nos ha facilitado Best Vision PR.