Análisis John Wick Hex, una agradable sorpresa (PC, PS4, Xbox One, Switch)
El anuncio de John Wick Hex, el primer videojuego basado en la exitosa trilogía cinematográfica protagonizada por Keanu Reeves, ha sido, sin duda, uno de los más desconcertantes de todo lo que llevamos de 2019. Que la licencia acabaría llegando a nuestras consolas y ordenadores con un título propio era algo que dábamos por hecho, pero lo que nunca habríamos imaginado es el género por el que se ha apostado para esta adaptación: la estrategia.
¿Una saga de acción frenética y con algunas de las mejores coreografías de los últimos años convertida en un juego de desarrollo lento y pausado? ¿Puede funcionar algo así? Esta es probablemente la pregunta que muchos nos hicimos casi de forma instintiva al enterarnos de lo que Mike Bithell, el creador de Thomas Was Alone y Volume, se traía entre manos, pero tal y como se suele decir, nunca hay que juzgar un libro por su portada, y aquí tenemos el perfecto ejemplo de ello.
La importancia del tiempo
Así pues, nos encontramos con un juego de estrategia muy particular y original, ya que no apuesta ni por la acción en tiempo real ni por los turnos, situándose en un punto intermedio entre ambos extremos, donde el tiempo solo fluye cuando el jugador se mueve o realiza cualquier acción.
A efectos prácticos, la propuesta es muy similar a la de SUPERHOT, pero con una cámara aérea y teniendo que seleccionar nuestras acciones en un menú de comandos mientras valoramos todos sus riesgos y recompensas.
Para controlar esto tenemos una barra de tiempo en la parte superior de la pantalla que nos indica lo que vamos a tardar en realizar cualquier cosa, así como los segundos que nuestros rivales necesitan para poner en práctica las suyas.
De este modo, siempre sabremos quién va a actuar antes y tomar decisiones en consecuencia, ya sea disparando, esquivando, golpeando cuerpo a cuerpo, realizando una parada, etcétera.
Todas las acciones que tenemos a nuestra disposición tienen su propio tiempo de ejecución y sus efectos particulares. Por ejemplo, un combo de ataques cuerpo a cuerpo nos permitirá aturdir momentáneamente a un enemigo y dañar su barra de defensa en el caso de que la tenga, aunque si disparamos podremos restarle varios puntos de salud directamente.
Evidentemente, también existen porcentajes de acierto que debemos valorar, ya que si un rival está demasiado lejos y en movimiento, nuestras posibilidades de acertar se reducirán, algo que podemos compensar agachándonos para mejorar nuestra precisión, aunque esto disminuirá nuestro rango de visión.
Otro detalle que nos ha resultado muy interesante es la forma en la que se gestionan las armas y los cargadores, ya que estos últimos están muy limitados y al recargar perderemos todas las balas que quedasen sin usar en el anterior, lo que aporta mucha tensión y nos lleva a apurar la munición al máximo. Además, solo dispondremos de los cargadores que solicitemos en la fase de planificación previa a cada misión.
Para complicar las cosas un poco más, solo podremos llevar un arma a la vez, obligándonos a soltar la que tengamos para recoger del suelo las pistolas, metralletas y escopetas que dejen caer nuestros rivales cuando acabemos con ellos. Es más, no es posible coger sus cargadores, así que el cambio de una a otra, aunque sean del mismo tipo, se convierte en un proceso obligatorio y constante durante toda la aventura si no queremos quedarnos sin algo con lo que disparar.
Finalmente, contamos con un medidor de concentración que nos permitirá poner en práctica ciertas acciones especiales, como esquivar un ataque cuerpo a cuerpo, ejecutar un derribo o rodar. Cada una de ellas consume una determinada cantidad de concentración, pero es posible recargarla por completo con un comando que podremos usar siempre que queramos. Eso sí, esto nos llevará varios segundos y si nos golpean durante el mismo nos interrumpirán.
Encarnando al asesino legendario
Como veis, estamos ante un juego muy original y con una propuesta muy fresca que consigue crear una experiencia sorprendentemente fiel a lo que cabría esperar de un "simulador de escenas de acción de John Wick". El desarrollo de las misiones es muy intenso, con infinidad de enemigos que nos atacan desde todas las direcciones posibles, escenarios bien diseñados y repletos de obstáculos que pueden convertirse tanto en un problema como en una ventaja si sabemos aprovecharlos, y no daremos dos pasos sin que tengamos que hacer frente a una nueva amenaza o a una situación inesperada que nos haga cambiar por completo nuestros planes.
Todo esto resulta en un producto enormemente satisfactorio y gratificante que nos hará sentirnos como el mismísimo Keanu Reeves al interpretar su papel, especialmente cuando tomamos las decisiones correctas y encadenamos un asesinato tras otro sin que consigan tocarnos.
Lo único malo es que se echa en falta una mayor variedad de enemigos y que estos sean algo más listos, ya que, por lo general, irán de frente a por nosotros y ni siquiera intentarán aprovechar las coberturas que les ofrecen los escenarios, por lo que la dificultad se basa únicamente en lo numerosos que son y en la innata capacidad que tienen para sorprendernos desde nuestros puntos ciegos.
En lo que respecta a su duración, completar la historia principal nos llevará entre seis y ocho horas, aunque esta cifra puede multiplicarse fácilmente si queremos superar todas las fases con los mejores resultados posibles. Además, existe un nivel de dificultad adicional en el que solo tendremos cinco segundos para tomar decisiones antes de que el tiempo fluya.
Muy limitado a nivel técnico
En lo visual, decir que se ha apostado por un estilo de cómic muy minimalista que le da cierta personalidad y que encaja sorprendentemente bien con este universo de asesinos, aunque lo limitado de su presupuesto se acaba traduciendo en un apartado técnico mediocre que desluce por completo el buen trabajo que se ha realizado en este sentido.
Los modelados de los personajes y enemigos son extremadamente pobres y no cuentan con expresiones faciales de ningún tipo, mientras que los escenarios se limitan a cumplir y poco más. Pero, sin duda, su mayor problema lo tenemos en las animaciones, de las peores que hemos visto en los últimos años.
Cuando estamos jugando esto no es demasiado evidente al tener una cámara aérea y pausas constantes, aunque al finalizar cada fase nos permitirán echarle un vistazo a una repetición con un enfoque más o menos cinematográfico de la masacre que hemos realizado, con el aliciente de verlo sin pausas ni cortes, como si todo se hubiese desarrollado en tiempo real.
Esto debería ser uno de los mayores atractivos del juego, pero las animaciones son tan malas que en la práctica cualquier similitud con las secuencias de acción que vimos en el cine es pura casualidad, dejándonos unas repeticiones tan cutres que llegan a ser incluso cómicas por la forma tan rígida y antinatural en la que se mueven todos los personajes, empezando por el propio John Wick. Y todo ello por no hablar de lo mal que se comporta la cámara en ellas.
Por suerte, en el sonido tenemos mejores noticias, ya que la banda sonora es realmente buena. Esta ha sido compuesta por Austin Wintory (Journey, The Banner Saga), quien se aleja de su estilo habitual para emular el tipo de composiciones que escuchamos en los films, ambientando a la perfección cada nivel. Quizá hemos echado en falta una mayor variedad de temas, pero los que hay no cansan y son de calidad. En cambio, los efectos sí que son mucho más discretos, especialmente el de las armas al disparar.
Finalmente, el doblaje nos llega en inglés con subtítulos en español, y se trata de uno de los apartados más cuidados de todo el juego. Apenas hay tres personajes que hablen, pero entre ellos tenemos a Troy Baker encarnando a Hex, el nuevo villano de la función, y a Ian McShane y Lance Reddick repitiendo sus roles como Winston y Charon respectivamente, por lo que os podéis hacer una buena idea de la gigantesca calidad que atesoran sus interpretaciones y lo mucho que ayuda a la inmersión el tener a los mismos actores de la película. Eso sí, John Wick no dice una sola palabra en todo el juego, así que no esperéis escuchar a Keanu Reeves.
Conclusiones
John Wick Hex es una de las sorpresas más agradables y refrescantes que nos hemos llevado en los últimos meses. Un título que se sale de lo convencional y de lo esperable para ofrecernos algo nuevo y diferente, pero sin olvidarse de ser divertido y gratificante en todo momento. Puede que su apartado técnico no esté a la altura y que la aventura principal no dure demasiado, pero es tan único y adictivo que nos parece una compra totalmente recomendable y apetecible para cualquier fan de este carismático asesino. ¿Listos para convertiros en aquel al que llamaríais para matar al Hombre del Saco?
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Cosmocover.