Análisis de Darkwood (PC, PS5)
Al hablar del género del terror es pensar directamente en sagas clásicas como Resident Evil y Silent Hill, pero también en propuestas más recientes e independientes que han aportado innovación al género como Outlast o Layers of Fear, entre otros títulos. Se trata de un género muy querido por los jugadores, de un perfil de juegos que resultan llamativos por los sustos que intentan provocar. Los estudios tienen puntos de inspiración suficientes para adentrarse en este género sin correr riesgos ni innovar demasiado, pero con el paso del tiempo observamos propuestas que buscan dar un giro al terror virtual.
Resident Evil 7 recombinó su ADN a comienzos de año para demostrar que la saga puede alejarse de la acción sin pausa para el gozo de sus seguidores más tradicionales. La desarrolladora polaca Acid Wizard Studio se ha propuesto reescribir las normas del terror con su propio estilo mediante Darkwood, una aventura de terror y supervivencia en el más puro sentido de ambas palabras. Todo comienza en 2013 cuando este pequeño estudio presenta su proyecto al mundo con una versión prematura e inicia su campaña de financiación colectiva desde la plataforma Indiegogo, donde recaudan más de 50.000 dólares.
Con el apoyo de la comunidad, el proyecto iba creciendo lentamente al ritmo que permitía vivir en el ecosistema de un estudio formado únicamente por tres personas. Las ideas fluyeron poco a poco y el trío de valientes no dudó en contarlas y probarlas en la comunidad con alphas.
Gracias al feedback y al esfuerzo, todos los ingredientes se ponen sobre la mesa, se cocinan a fuego lento y se transforman en un plato que llega en 2017 a Steam para PC y MAC. Darkwood es un juego de terror, pero también una experiencia de supervivencia en un mundo que el jugador puede explorar con la libertad que le conceda su capacidad para sobrevivir a la oscuridad y a las aberraciones.
Usando una perspectiva cenital, Acid Wizard Studio nos sumerge en una historia oscura, misteriosa y peligrosa. Todo comienza con un prólogo donde lo extraño comienza a florecer y que nos introduce en uno de los protagonistas de la aventura: el bosque. En Darkwood el jugador se adentra en un siniestro bosque geográficamente situado e inspirado por las tierras del Bloque del Este y con componentes de realismo y de fantasía a partes iguales. Nuestra misión en la partida es simple y clara: estamos atrapados en este paraje natural poco apetecible y debemos escapar. El camino para conseguirlo es la supervivencia.
Comenzamos la partida despertando en una funesta cabaña destrozada. La oscuridad provocada por las copas de los árboles angustian al jugador. No es de noche todavía; es de día y debemos investigar la zona. En la cabaña recolectamos los primeros materiales y descubrimos lo más interesante de este espacio que nos rodea. Esta morada, al igual que otras que encontraremos al avanzar, servirá como refugio para pasar la noche, momento cuando el bosque se volverá más peligroso y extrañas criaturas nos visitarán para acabar con nuestra existencia aprovechando la intimidad de la Luna. Tendremos que ir sobreviviendo durante días para descubrir qué sucede en el bosque.
El refugio requiere mejoras: podremos apuntalar y reparar puertas y ventanas, crear barricadas, utilizar elementos como muebles para crear barreras artificiales, colocar trampas, etc. Para ejecutar estas tareas necesitamos recursos que encontraremos buscando por el bosque y por las diferentes casas que podremos explorar. En nuestra morada encontraremos, además, un horno que nos permitirá procesar materiales para mejorar las habilidades del personaje, un pozo que podremos reparar para recuperar salud, una mesa de construcción mejorable para crear armas, trampas, etc.
La luz será nuestra guía no solo cuando exploremos, sino también cuando estemos en nuestra base, pero no será ilimitada. Tendremos que cargar de gasolina los generadores para mantener la iluminación encendida. Como decíamos, el horno nos permitirá dotar al personaje de habilidades. Tendremos que usar recursos para conseguir esencia que nos permitirá ir desbloqueando ‘perks’ para el personaje al subir niveles y que serán de utilidad para, por ejemplo, permitirnos correr más, hacer más daño o recuperar salud cuando estamos próximos a la luz. Estas habilidades no nos convierten en héroes, ya que suelen tener su uso limitado a una vez por día virtual, lo que hace que tengamos que seguir estrategia a la hora de utilizarlas.
Una vez asumida la mecánica de protección, el ‘crafteo’ de objetos y armas y las mejoras que podemos aplicar sobre el personaje, es el turno para la exploración, y aquí es donde nos encontramos con el ingrediente de terror en Darkwood. En la exploración de los escenarios, que cuentan con componentes generados aleatoriamente (posición de personajes, eventos, objetos, etc.) para dar variedad a la partida y garantizar su rejugabilidad, recorremos tierras oscuras con la escasa visión que nos permite nuestra linterna. En nuestros viajes recolectamos recursos útiles para la progresión y la supervivencia, conseguimos cartas y documentos que arrojan luz sobre la trama y nos cruzamos con otros personajes que dan vistas y nos guían de forma sibilina hacia nuestro destino.
La narrativa de Darkwood se apoya en nuestra necesidad de sobrevivir a la vez que descubrimos los misterios del bosque. No es una historia contada de manera lineal ya que nuestros descubrimientos van a depender de cómo exploremos el territorio, con quién nos crucemos, etc., y eso se agradece. Acid Wizard Studio reconoce haber tomado como inspiración sagas del calibre de Dark Souls y trabajos de David Lynch, pero en su estructura mística y enrevesada con sucesos inexplicables también se detectan trazas de otra sobras como los primeros Silent Hill. Darkwood juega a la confusión, a atrapar el jugador entre lo que se dice y lo que se muestra.
Una de las fortalezas de Darkwood radica en su ambientación. La atmósfera creada por Acid Wizard Studio mezclando un apartado gráfico con Unity con gran personalidad, un juego de luces acertado y un atmosférico entorno sonoro donde los silencios importan hacen que como jugadores nos integremos en el mundo en todo momento. Recorriendo casas abandonadas, iglesias perdidas, campos de cultivo y pasajes subterráneos mantendremos la tensión al no ver más allá de lo que nos permite nuestra vista. Un ruido de fondo puede advertirnos de la presencia de un ser hostil al cruzar la siguiente puerta y replantearnos la estrategia. Morir no sale gratis: en el modo "normal" perderemos parte de lo que llevemos encima.
Como en todo juego de supervivencia, el desarrollo del personaje y los recursos que tengamos en el inventario influirán a la hora de garantizar nuestro avance. Juega aquí también un papel indispensable y lógico el combate, punto que no presenta un acabado tan a la par en calidad como el resto de elementos. Enfrentarnos a los enemigos en un cara a cara puede terminar frustrando por la dificultad adicional que implica tener un sistema de control poco afortunado. Darkwood es compatible, eso sí, con mando, para quienes prefieran huir del teclado y del ratón. En cuanto a su dificultad, es moderada en el nivel básico (normal) y apuesta por ofrecer dos niveles avanzados, el último con "muerte permanente", una de las estrellas de los fans del género.
Conclusión
Darkwood es un juego con personalidad. Si se abraza como título de terror, lo que nos ofrece sorprende e innova saliéndose de los cánones habituales del género y bebiendo de la esencia de grandes clásicos. Si lo aceptamos como un juego de supervivencia, el trabajo de Acid Wizard Studio convence y atrae. La combinación de estos dos frentes crean una fórmula que es capaz de atrapar al jugador a la vez que exige la máxima atención por su ambientación y sus mecánicas de juego. Además, los toques aleatorios del juego hacen que sea una experiencia personal y rejugable. A pesar de su mejorable sistema de combate, Darkwood atrapa y convence, más teniendo en cuenta su precio: 13,99 euros.
Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Acid Wizard Studio.