Entramos en otra semana fuerte de lanzamientos, la que nos trae entre otras cosas el tan esperado Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, un gran broche final a las aventuras de Nathan Drake, que empezó sus andadas en PlayStation 3 hace ya nueve años. Claro que para llegar hasta aquí se ha producido una evolución que no ha venido solo de ese lado.
Es por eso que en VGM vamos a hablar de la que junto con la propia serie del cazatesoros, ha sido la principal fuente de Naughty Dog para rematar su trabajo: The Last of Us, la obra cum laude que les ha traído hasta aquí, última creación con la que sorprendieron y que escondía una excelente banda sonora del multipremiado compositor Gustavo Santaolalla.
Arco Iris, música argentina y cine
Desde la fundación de la clásica banda de rock nacional argentina Arco Iris en 1968 a sus dieciséis años, Gustavo Santaolalla ha estado ligado a dicho arte en una eterna búsqueda de la identidad y la esencia musical tradicional de Argentina, sumando a la vez elementos del resto de América Latina. Aquella etapa inicial sirvió para inventar un estilo que mezcla esos elementos folk con el rock y que ha terminado definiendo la música que él hace.
A mitad de los 70 formó el grupo Soluna y al poco tuvo que emigrar a Estados Unidos, lo que le sirvió para introducirse en la escena de Los Angeles y pasar por Wet Picnic. En los 80 comenzó a colaborar con León Gieco –en especial en el álbum De Ushuaia a La Quiaca (1985), que le ocupó varios años– y sacó su primer disco en solitario, titulado Santaolalla.
Entrados los 90 se consolidó como reputado productor de artistas de rock latino entre los que se encontraban Caifanes, Café Tacuba, Bersuit Vergarabat, Molotov o Juanes. Lanzó nuevos discos en solitario: GAS y Ronroco, que fue el que le catapultó a la música de cine al prestar uno de los temas para la película The Insider de Michael Mann. Todo eso, unido a su amistad con Alejandro González Iñárritu, le permitió entrar a colaborar en Diarios de Motocicleta y poco después a ganar dos estatuillas consecutivas por sus bandas sonoras para Brokeback Mountain (2005) y Babel (2006), que le han traído hasta los videojuegos.
La guitarra de Joel
Si hay un claro elemento diferenciador en The Last of Us –aunque no sea el único– es sin lugar a dudas su música. Es casi automático que una producción triple A se acompañe con una orquesta grandilocuente que realce su enfoque cinematográfico, pero aunque aquí tendremos a un compositor que ha hecho oscarizadas bandas sonoras para cine, es su estilo íntimo y folclórico lo que Neil Druckmann buscaba para la historia de Joel y Ellie.
En la banda sonora de The Last of Us vamos a encontrar mucho de lo que ha acompañado a Gustavo Santaolalla en su carrera musical, tanto por las raíces latinoamericanas como por los instrumentos utilizados, siendo los de cuerda pulsada los auténticos protagonistas. También hay un alto porcentaje experimental que él mismo achaca a la libertad creativa.
Es por eso que el juego va recubierto por una sensibilidad peculiar, tratando de transmitir con muy poco y cuidando la interpretación, en la que el propio Santaolalla estuvo metido. El tema principal, "The Last of Us", es la mejor manifestación de esto mismo, ya que se desenvuelve por completo sobre los arpegios del ronroco –su inseparable instrumento, familia del charango– con un acompañamiento sobrio, similar a un conjunto minimalista.
La iniciática "The Quarantine Zone" nos presenta la turbia atmósfera de los inicios del juego con un juego de guitarras, el otro instrumento crucial en esta BSO. El resto de las piezas se pueden agrupar en su mayoría en dos grupos: los cortes experimentales de percusión y efectos sonoros, que sirven para ambientar, y las parejas de leitmotivs. En este último grupo va a haber tres motivos centrales sobre los que gira la música del juego: "The Last of Us", "Vanishing Grace" y "All Gone", con sus múltiples variaciones.
El primero de ellos, ya nombrado, va en unión con "Never Again", "Goodnight", "A New Dawn" y "You and Me", estos dos últimos seguramente los más llamativos, ya que dan una visión algo distinta de lo que hace el ronroco en el inicial, ahora con más elementos de orquesta. Fue de hecho la Nashville Scoring Orquestra la que grabó estas secciones en los estudios Ocean Way Recording de la ciudad, pertenecientes al famoso complejo.
"Vanishing Grace" va seguido de "Innocence" y "Childhood", tranquilos cortes que dejan claro a quién van dirigidos, mientras que los motivos de "All Gone" son "Aftermath", "No Escape", "Alone" y "The Outside", que le sacan partido a la sección de cuerdas pero sin llegar a requerir demasiada instrumentación, sin salir del enfoque emotivo y calmado.
Fuera de la parte más ambiental nos quedan temas como "Smugglers", "Home", "The Way it Was" con ese oscuro piano, el genial bajo eléctrico de "The Choice" –junto con el de la pantalla de menú, que no está en este CD– o "Returning". Las mencionadas secciones de sonidos y percusión fueron recogidas en los EastWest Studios de Hollywood entre M.B. Gordy, Jonathan Mayer y el propio Santaolalla usando trucos de grabación. "The Hunters", "Forgotten Memories" e "Infected" son algunos ejemplos del resultado de este proceso.
Directo con Gustavo Santaolalla en el evento The Last of Us: One Night Live de 2014.
El juego se cierra con "The Path (A New Beginning)", que a su vez es un reprise de otra pieza titulada "The Path" simplemente. La guitarra eléctrica hollow-body con su distintiva ecualización es la que protagoniza esta última pista, una de las mejores de todo el juego.
La banda sonora resultante no se mueve en una tesitura muy común, a los ingredientes propios de Santaolalla se une una combinación minimalista y dark ambient que no está tan centrada en la melodía o la armonía, sino en las texturas del sonido, la interpretación y al fin y al cabo las sensaciones que transmite, dando esa condición única a la BSO.
Memorables
1. "The Quarantine Zone" 3:40
3. "The Last of Us" 3:04
6. "Vanishing Grace" 2:06
8. "All Gone" 2:49
9. "Innocence" 0:56
11. "The Choice" 1:42
14. "Goodnight" 0:51
18. "Aftermath" 1:04
19. "A New Dawn" 2:28
20. "No Escape" 2:54
22. "The Path" 1:29
25. "The Way it Was" 1:31
27. "You and Me" 2:09
29. "A New Beginning" 2:47
30. "Returning" 3:35
Left Behind
A las pistas recogidas en el álbum de la BSO, distribuida por Sony en CD / Digital, se une un segundo CD que recoge parte de la música que quedó fuera y los nuevos temas para el DLC Left Behind, en el que aparte de a Santaolalla tendríamos algunas colaboraciones de Andrew Buresh, Anthony Caruso y Jonathan Mayer. Esta parte de la BSO fue editada igual que la primera, y ambas fueron recogidas en una edición limitada de 4 vinilos que sacó MONDO el año pasado a $75. Lamentablemente se encuentra ya fuera de stock.
Entre las piezas de este Volume 2 destacan algunas como "Fleeting", "All Gone (Seasons)" –el segmento de bajo que suena en el menú– o "Left Behind", momentos musicales que siguen la tónica del primer CD y ayudan a expandir esa atmósfera íntima y emocional que tanto peso tiene en The Last of Us, un tratamiento que llega hasta esta genial expansión.