La plantilla de músicos de Square es una de las mejores que ha habido, y prueba de ello es la cantidad de sagas, compositores y proyectos musicales que han aparecido en la columna. De entre todos ellos hay todavía algún nombre que hemos mencionado varias veces pero que no hemos tratado todavía en profundidad, que es el caso del que venimos a hablar esta semana, otro de los grandes de la compañía.
Nos referimos a Kenichiro Fukui, todo un veterano que ha ejercido múltiples labores e incluso ha pasado por dos compañías importantes, a pesar de su mayor vínculo con Square. Hoy repasaremos desde sus inicios en Konami Kukeiha Club y sus grabaciones como intérprete hasta convertirse en arreglista de la saga Final Fantasy y dejarnos algunos proyectos inolvidables como The Black Mages.
Los arcades de Konami
Kenichiro Fukui comenzó su carrera como compositor de videojuegos en 1991, cuando se unió a las filas del sound team de Konami. Su primer trabajo en la empresa sería encargarse de los efectos de sonido de un mítico arcade como fue Sunset Riders, donde aparecía en los créditos con su firma ‘Funiki Fukui’, la que utilizaría durante aquellos primeros años. En 1992 recibiría su primer rol como compositor en el arcade de pistola Lethal Enforcers, que fue luego porteado para Mega Drive, Mega CD, Super Nintendo e incluso PlayStation. Fukui no llegaría a componer para la secuela, Lethal Enforcers II: Gun Fighters, pero sí que lo haría uno de sus futuros compañeros, el músico Tsuyoshi Sekito.
Aquel mismo año se vería también involucrado en la adaptación arcade G.I. Joe —basada en G.I. Joe: A Real American Hero, la popular serie animada de Hasbro—, un juego en el que estuvo acompañado por Tsutomu Ogura, otro de los miembros de Konami Kukeiha Club. Su última colaboración en Konami llegaría en 1993 con Violent Storm junto a Seiichi Fukami, otro gran clásico arcade que nunca llegaría a consolas. La banda sonora original es su contribución más conocida de esta etapa, una mezcla de rock y funk con voces e instrumentos sampleados en canciones como «Pleased to Meet You», el hit «Who’ll Be The Hero» o la rapeada «Feel My Power».
Además de su vertiente compositiva, Kenichiro Fukui sería conocido en esta época por su múltiples colaboraciones como teclista, apareciendo en álbumes como los dedicados a Xexex o a Pop'n Twinbee, además de ser intérprete en el disco HOPE de la banda Kukeiha Club. En 1995 abandonaría Konami definitivamente para unirse a Solid en Osaka, una de las desaparecidas divisiones de Squaresoft. Después sería transferido a las oficinas centrales de Squaresoft en Tokyo, donde continuaría su carrera.
Squaresoft, Tokyo
Asentado por fin dentro de Squaresoft empezaría a componer su siguiente videojuego, que no vería la luz hasta 1997 en PlayStation. Ese proyecto sería el shoot’em up Einhänder, uno de los desconocidos títulos de Squaresoft en Europa —solo salió en Japón y Estados Unidos— pero también seguramente el trabajo musical más reconocido de toda la trayectoria de Kenichiro Fukui. La banda sonora es una mezcla de house progresivo y ambient techno con secciones operísticas y a piano que habla por sí sola. Temas estrella como «Assault», «Badlands», «Capital», «Zero Gravity», «Shudder» o el relajante beat «Earthlight» de los créditos finales son solo algunas de las secciones que no tienen pérdida. El sello DigiCube editó la BSO completa bajo el nombre Einhänder Original Soundtrack en diciembre de 1997. Diez años más tarde Square Enix y Sony Music Distribution reeditaron aquel CD en Japón.
En los años siguientes su rol se empezaría a diversificar. Tras formar un tándem con Tsuyoshi Sekiro en 2000 y 2002 para escribir música rock para la saga All Star Pro-Wrestling, ambos se juntarían con Nobuo Uematsu en 2003 y fundarían el grupo The Black Mages, con el que lanzarían tres discos. De ahí surgiría también su participación en la banda sonora de la película Final Fantasy VII Advent Children, en la que fue compositor y arreglista. Ahí es cuando participaría grabando los teclados y el órgano en Romancing SaGa: Minstrel Song. Sus otros proyectos de composición en ese tiempo fueron Front Mission 5: Scars of the War —junto a Hidenori Iwasaki, Hayato Matsuo, Yasuhiro Yamanaka y Masayoshi Soken—, donde compuso siete piezas, y Project Sylpheed, para el que fue compositor principal junto a Takahiro Nishi de Game Arts en la Project Sylpheed Original Soundtrack.
En 2006 comenzaría su etapa más centrada en Final Fantasy, haciendo de arreglista para la canción «Kiss Me Good-Bye» de Final Fantasy XII, además de participar en Final Fantasy XII: Revenant Wings y los remakes Final Fantasy III y Final Fantasy IV para Nintendo DS, sin olvidar su actividad con The Black Mages o el álbum Final Fantasy VII Advent Children Complete Reunion Tracks.
Kenichiro Fukui ha sido además arreglista en la saga Otomedius de Konami, tanto en Otomedius Gorgeous como en Otomedius Excellent. Otro de los juegos a los que puso música fue Lord of Arcana de PSP en 2010, y colaboró con CAVE en Mushihimesama Double Arrange Album, Deathsmiles Arrange Album y en la reedición de Espgaluda II HD. Tras participar como arreglista en lo que fue la primera versión de Final Fantasy XIV pasaría varios años inactivo hasta aparecer en 2019 en Kingdom Hearts III con un remix de su gran tema «Termosphere» de la Einhänder Original Soundtrack. Sus últimas colaboraciones conocidas han sido en Final Fantasy VII Remake, para el que ejerció una vez más como arreglista veterano de Final Fantasy —lo más seguro es que regrese en la segunda parte también—, y en el reciente juego flash Imperial SaGa eclipse, apoyando como arreglista a Kenji Ito.