En 1984 empieza la aventura de cuatro tortugas mutantes. En aquel año, se empezó a contar la historia sobre el papel y en blanco y negro. El éxito de los cómics hizo que rápidamente se fijaran en estos personajes para una posible serie de animación, por la que muchos conocemos finalmente a estas tortugas, y más tarde, por las películas que las llevaron a la gran pantalla.
La serie de animación fue la que logró lanzar a la fama a estas cuatro inteligentes tortugas devoradoras de pizzas que combatían las fuerzas del mal en Nueva York, pero sobre todo en los alrededores de sus cloacas. La serie de cómics es más adulta, ya que trata de temas más oscuros y hay más violencia. Pero la serie que se inició en 1987 está cargada de humor, y entre golpe y golpe muchos nuevos personajes que hacían del universo de nuestros amigos verdes, un éxito en la década de los ochenta.
Los cómics de blanco y negro pronto se revalorizaron, y lo que empezó como un cómic de una sola tirada, ha terminado con un gran legado de series (incluso una versión anime), películas en la gran pantalla, pero sobre todo lo que a nosotros nos gusta: videojuegos. El primer juego basado en estas tortugas adolescentes ninjas fue lanzado en 1989 para NES, y varios ordenadores de la época, pero en ese mismo año fue programado también un arcade que fue llamado a ser el abanderado junto a otros de la época dorada de los beat 'em up callejeros.
Cuatro renacentistas italianos en Nueva York
Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello estaban basados en los nombres de Leonardo da Vinci, Rafael Sancio, Miguel Ángel y Donatello, cuatro figuras importantes del Renacimiento italiano, y nombradas así quizás porque aparte de tener las cualidades físicas del arte Ninja, son tan inteligentes como para ser capaces de combatir el mal "dándole" también a la cabeza.
Como decíamos, los videojuegos basados en las Tortugas Ninja han sido muchos, pero este primer arcade fue el que dio un pistoletazo de salida a una gran idea: manejar a las cuatro tortugas ninja a la vez, en la misma pantalla.
Cierto es que no es ninguna novedad, pero sí recoge el éxito que ya tenía entre los jóvenes y lo sube al carro de la fiebre por los mamporros callejeros de los noventa, y que juegos como Final Fight demostraron que podían convertirse en una fuente de monedas increíble.
El maestro Astilla será quien nos dirija hasta los objetivos y a enfrentarnos a miles de soldados del clan de pie. Cada tortuga tiene sus propias armas y sus propias habilidades, algunas eran más rápidas en sus ataques, mientras que otras, con armas de más largo alcance eran lógicamente más lentas.
Pero en general el juego destacaba por la fluidez y rapidez, premiando los buenos reflejos y el reparto de mamporros exacto. Si jugábamos con un amigo, o con varios la cosa cambiaba. Lo cierto es que viendo los vídeos y con la resolución y los grandes sprites, y en ocasiones, lo cargado de detalles que estaban algunas pantallas, restaba visibilidad y claridad en el juego, lo que podía hacer girar la cabeza a todos los ocupantes del bar, viendo a varios chavales gritando ¡dónde estoy!
Esta respuesta de Konami a Capcom se tradujo en un éxito. Pero lo cierto es que tanto este, como Final Fight, "animaron el cotarro" y desataron la ya mencionada fiebre por los juegos del mismo estilo. Pero aparte de esta versión para arcade, fueron lanzados, en posteriores años, ports a diferentes consolas como fueron: NES, Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, Ms DOS y ZX Spectrum, logrando ampliar el éxito basado en el videojuego del arcade:
Versión Nes:
Versión ZX Spectrum
Anuncio de la versión NES:
Aquí empezó una serie de juegos que ha sido aumentada hasta la actualidad con un sinfín de videojuegos basados en las Tortugas Ninja. El éxito entre los jóvenes fue bien aprovechado por Konami con este videojuego capaz de meter en la misma pantalla a las cuatro tortugas repartiendo golpes a la vez. El juego tenía la justa variedad para no cansarnos, haciéndonos recorrer varios parajes entre las obligadas alcantarillas y los jefes que guardaban la zona.
En 2007 fue lanzado en el Xbox Live Arcade, para los que quieran volver a jugarlo y recordar el gran juego que fue, y que aún sigue divirtiendo. Una buena alternativa que nos devolverá a los ochenta. Un pequeño paréntesis a tanto videojuego cada vez más y más parecido con la realidad y repleto de mamporros, diversión y buen humor. Como los juegos de antes, sin más ambición que esa.