Hace poco recordé como muchas personas conocen a Neo Geo por sus míticos juegos de lucha, por la serie Metal Slug y poco más. Detrás de esa equivocada idea están un sinfín de juegos que abarcan casi todos los géneros.
Shoot 'Em Ups de todas las perspectivas, simpáticos juegos de puzles, y plataformas con el toque "run and gun" que Neo Geo vestía para ofrecer algo más. Spinmaster es un juego de Data East, inspirado en un anterior título de Mega Drive llamado Dashin' Desperadoes. Un juego de plataformas desternillante, donde cada fase es una carrera hacia la chica en apuros, que casualmente en todas las pantallas le pasaba algo, y esperaba al final de la fase para recibir al primer chico que ganase la carrera con un beso.
Ni que decir tiene que este genial juego de Mega Drive merece su propia columna, pero como hablamos de su "secuela espiritual", debemos decir que en Spinmaster aparecen los mismos personajes pero nada tiene que ver un juego con otro. En el primero los dos personajes corrían, se estorbaban y luchaban por llegar el primero hacia la chica; aquí se deberán ayudar en la misma pantalla para abrirse paso en cada nivel hacia la misma meta: la chica que le cogió el gusto a ser raptada.
En esta ocasión, como decíamos, los dos personajes no luchan entre sí, ya que la chica ha sido raptada por un científico loco, que tampoco perdía el tiempo y buscaba un gran tesoro escondido. Nosotros debemos impedirlo, rescatar a la chica y de paso encontrarnos con el tesoro ¿Gran historia verdad?
Pues precisamente, como podemos ver en la imagen con la que se promocionaba, la propia Data East recalcaba y casi parodiaba este tipo de juegos al expresar que esta sería una aventura totalmente cómica. Dicho y hecho.
Empaquetado en el colosal cartucho que nos tenía acostumbrado Neo Geo, en los que se multiplicaban varias veces la capacidad de los juegos de Super Nintendo y Mega Drive de la época, intuíamos ya que habría una cantidad ingente de escenarios rebosantes de detalles y colorido, gigantes sprites animados con más de dos o cuatro frames y una banda sonora variada.
Esto eran los juegos de Neo Geo, un derroche de megas, en los que no solo encarecían el cartucho hasta límites prohibitivos, si no que en el año en el que fue lanzado -en 1993- eran uno más de la larga lista de los videojuegos en 2D más vistosos. No queremos decir que este fuera de los mejores en 2D técnicamente, ya que en la propia Neo Geo hay exponentes mucho mejores, pero comparándolo con la generación existente (Super Nintendo y Mega Drive) era un festival en 2D, y lo siguió siendo más allá de esta generación, ya que, como sabemos, las siguientes generaciones giraron el volante para hacer casi todos los juegos en 3D.
Madrid, España, en América por supuesto
Spinmaster es un título que parodia los juegos de plataformas en los que la historia es una chica en apuros, y cuenta todo con mucho humor, muy cerca de la también saga de Data East Caveman Ninja. En esta ocasión, Johnny y Tom atravesarán diversos parajes, entre ellos completarán su aventura pasando por Madrid, España, que la sitúan ¿a propósito? en América.
Como el tono del videojuego es en clave de humor, no nos aventuramos a decir que sea un error, pero tampoco podemos olvidar los conocimientos de geografía de mucha gente que sigue pensando actualmente que España es una isla cerca de nuestros hermanos latinoamericanos.
Siendo como fuere, la aventura comienza mostrando músculo. Gigantes sprites, escenarios vivos y coloridos, y unos jefes de fase en los que cabrá la sorpresa mayúscula y caricaturesca de nuestros personajes.
Los controles son bastante ágiles y precisos. Saltar y atacar se unen a un "dash" al estilo Mega Man pulsando estos dos botones mientras estamos agachados, y un tercer botón para limpiar la pantalla de enemigos gastando la consabida porción de barra de energía.
Los jefes finales, como vemos en la demo del arcade, son variados y bastante grandes. Como variadas son las armas que tenemos para abrirnos paso a través de los niveles. Muchas "magias" son bastante llamativas: unos guantes de boxeo, un yoyó con el que empezaremos a despachar enemigos y algunas otras sorpresas dignas de ser descubiertas.
Y se acabó
La parte negativa, en contraposición con los geniales gráficos y la buena banda sonora, está en la duración. Las primeras partidas quizás podamos tardar en pasárnoslo menos de una hora, pero en la versión de la Consola Virtual, limitada a 4 continuaciones, quizás nos haga tomarnos las cosas más en serio, al no disponer de "monedas infinitas".
El juego gana bastantes enteros jugando con un amigo, aunque debido al tamaño de los sprites, estos nos comen bastante parte de pantalla. Pero a pesar de todo, sabiendo que fue un juego concebido para ser una arcade, y por lo tanto de duración reducida, es un título que merece ser jugado, ya que es una experiencia tan divertida como única, ya que jugar a un plataformas de los años noventa, con todo el aroma y sabor de aquellos años es una experiencia, como poco, ¡divertidísima!