Hablar de un título en el que el su sistema de juego es tan sumamente conocido es harto difícil. No solo porque actualmente este tipo de juegos sigue tan vivo como el mismo día en el que se inventó, sino porque hay poca gente que no haya jugado o simplemente, no sepa de su existencia.
Pero ahí mismo es donde nosotros, desde la columna semanal, recordamos al juego que los popularizó y lo llevo a los altares, de los que ni siquiera en nuestros días se ha bajado, ya que los clones del sistema de juego y parecido gráfico siguen apareciendo con asiduidad.
Tan sólo nos hace falta un vistazo rápido y por encima a los conocidos juegos en flash para convencernos de que Puzzle Bobble fue y sigue siendo uno de los juegos favoritos a clonar.
Con la misma estética que el primer Bubble Bobble, nace Puzzle Bobble
Taito, la empresa que creó Space Invaders, es la que unos años después sorprendió con la saga Bubble Bobble. Serie que vivió su momento más álgido con la primera entrega, lo que hizo que a medida que cada nuevo juego de esta saga iba apareciendo, el mundo en el que se basaba moría cada vez más.
Por ello, y ya en el año 1994, Taito, la compañía que dio lugar a la frase: "jugar a los marcianitos", ideó un simpático puzle en el que estos dos pequeños dragones estaban de vuelta para conformar uno de los juegos más divertidos que han pasado jamás por los arcades.
Como sabemos, el país del sol naciente es un mundo tan rico como peculiar. El estilo gráfico del juego de hoy presentaba un estilo kawaii, estilo que viene a significar "adorable" y que si en un principio se usaba para definir algunas cosas adorables como los bebés, en los noventa ya se usaba para definir una amplia gama de diferentes estilos.
Los gráficos, como decíamos, mostraban a nuestros queridos Bub y Bob de vuelta, con un peculiar aspecto que los hacía más rechonchos, "redonditos" y "achuchables", lo que vino de perlas al sistema gráfico que a pesar de ser modesto le venía como anillo al dedo al ser tan colorido.
El mismo estilo kawaii lo encontramos en todas y cada una de las animaciones de los personajes, y también en sus efectos de sonido y músicas, que porque no decirlo, a pesar de este particular estilo no creemos que a nadie le disgustasen, sobre todo por ser de una calidad sobresaliente y con efectos de sonido y pistas de audio recordadas por todos aún hoy día debido a sus pegadizas melodías y sonidos.
El sistema de juego, constaba de un pointer que nuestro dragón movía a izquierda y derecha para lanzar la siguiente burbuja. Estas burbujas, al entrar en contacto con una que lancemos del mismo color, hacen que desaparezcan.
En este primer Puzzle Bobble (o Bust a Move en diferentes continentes) se juega no solo con la inteligencia y los reflejos a la hora de tomar decisiones, además requiere una gran dosis de pericia a la hora de lanzar las burbujas sin una guía como las que muchos juegos actuales tienen.
Las paredes toman una importancia bastante grande, ya que en algunas ocasiones no hay otra manera posible de "colar" las burbujas para llegar a ese hueco donde nos espera el color requerido.
En el modo de un jugador, se nos van presentando pantallas que, a modo de homenaje a Bubble Bobble, muestran algunos dibujos o estilos que si en aquel juego se dibujaban con plataformas, aquí se hacen con burbujas.
La anécdota que quizás alguno conozca, es la de que si nos fijamos con detenimiento en las burbujas, encontraremos a muchos enemigos conocidos de la saga Bubble Bobble e incluso encontraremos un homenaje vislumbrando a uno de los invaders atrapados en ellas.
Decimos burbujas, ya que muchas traducciones lo traducen como "bolas", famosa confusión que se disipa al escuchar cómo explotan igual que burbujas "de jabón".
La adaptación a diferentes sistemas "pilló" a muchos de estos en el ocaso de sus vidas y a otros en sus inicios, lo que no frenó de ninguna manera que el éxito de esta recreativa llegase e inundase los hogares de todo el mundo. Fueron tremendos piques a dos jugadores en los que los más diestros lanzaban, valga la redundancia, a diestro y siniestro las burbujas a nuestros oponentes.
Taito quizás no lo sabía, pero acababa de crear uno de los videojuegos más adictivos que se recuerda, y a pesar de su aparente sencillez vimos un juego del que se copiaron muchos hasta el día de hoy.
¿Juegas actualmente a algún juego de idéntica mecánica que Puzzle Bobble? Pues ahora sabes que Taito, el padre de los marcianitos es el culpable de que hoy sigas soñando en enlazar burbujas de colores.
