En cada consola, cuando se cierra su ciclo de vida, existe un top en el que todos nosotros tenemos nuestros juegos preferidos, disfrutados y recordados. Sin duda que el juego de hoy, para muchos está entre los mejores juegos de nuestra querida Master System. Y digo nuestra, porque el que suscribe estas palabras, disfrutó de esta consola durante largos años.
Los juegos basados en los personajes de Goscinny han sido muchos durante todos estos años. Aparte del gran arcade de Konami que salió en el año 92, las historias del pequeño galo y su orondo amigo han sido habitualmente usadas para dar vida a grandes, regulares y malos videojuegos basados en los personajes de la aldea Gala.
Pero el juego de hoy, a pesar de ser un "modesto juego de 8 bits" es recordado como uno de los mejores plataformas que salieron por aquella época, que no fueron pocos, allá por el año 1991 -sí, el mismo año que cierto erizo azul-, regalándonos la que es hoy, la mítica portada del juego con sus característica cuadrícula.
Los Romanos, hartos de luchar contra la aldea que se resiste a ser dominada por su imperio, decide raptar al druida Panoramix para acabar con los ánimos de los galos, pero lo último que harán es rendirse y para ello nuestros pequeños amigos se embarcarán en una aventura que acabará en la misma arena del César.
El juego corrió a cargo de la propia Sega, y nos ponía en la piel de Astérix u Obélix, elegibles antes de empezar cada pantalla y que desde el propio principio del juego ya se nos dejan claras sus diferencias jugables.
Astérix será mucho más ágil, y tendrá poca fuerza, además Panoramix no podrá proporcionarnos el bendito brebaje que hace volar a los romanos dejando sus sandalias en el suelo. Por ello, Astérix necesitará de varias opciones que harán romper los bloques, crear chorros de agua, o puentes sobre la lava mientras que Obélix romperá los bloques sin inmutarse.
Lo cierto es que hasta la propia música cambia al controlar a Obélix, logrando un humorístico tono de "pesadez" que pega con la talla de los pantalones blancos y azules. Pero volviendo al tema jugable, las pantallas serán variadísimas y repletas de zonas secretas en las que recoger huesos -que dan paso a las fases de bonus con el perro Idefíx- y demás ítems.
Pozos por los que nos colaremos al más puro estilo Super Mario, chorros que servirán de plataformas o de saltos, enredaderas por las que trepar, lava saltando que deberemos evitar, y un sinfín de enemigos con sus jefes finales correspondientes hacen de este juego un clásico plataformas con el que nos lo pasaremos genial en sus ocho fases hasta llegar a Roma.
La variedad de fases es altísima, y pasaremos por un desierto, por fases de hielo, e incluso nos adentraremos por las entrañas de un extraño ser y un barco vikingo en llamas:
¡¡Por Tutatis qué gráficos!!
El nivel gráfico de Astérix es sobresaliente, de los mejores de la consola. Sprites y escenarios inspirados totalmente en el estilo de Goscinny, y unas animaciones simpáticas y resultonas, con unos personajes romanos a cada cual más hilarante.
Pero si gráficamente el juego es un portento para el hardware en el que se mueve, las músicas sorprenden sobremanera, más tratándose de Master System, consola recordada por su flojo aspecto sonoro debido al recorte del chip de sonido por estas tierras y que en este juego demuestra que el talento y las ganas por hacer un buen trabajo es esencial para todo:
Y llegamos al final, ¡estamos en el coliseo y al lado del César está Panoramix! Solo nos falta coger nuestra cuadriga y esquivar a los romanos que nos impiden llegar hasta él. Perdonamos sin duda al grafista que salió de fiesta la noche antes de hacer la animación de los caballos, porque hasta llegar hasta aquí, la factura técnica ha sido sobresaliente, ahora solo nos falta dar un barrigazo al coliseo para que Panoramix caiga del balcón y volvamos a la aldea.
Aquí mi pequeño homenaje que fabriqué, gracias a las MiniBeads:
Astérix fue un plataformas genial, de los de antes, con una curva de dificultad bastante bien equilibrada, haciéndose un juego duro hacia el final. ¿No lo terminaste en su día? Pues lo cierto es que ha envejecido muy bien, aún hoy es un plataformas divertido y muy recomendable. Tuvo varias secuelas que si bien fueron buenos juegos, no llegaron al nivel de este, ni en fama ni en éxito.
Vamos a celebrar la vuelta de Panoramix, pero ¡vamos a callar a Asuranceturix!
