La famosa consola, reina de las dos dimensiones por largo tiempo, demostró que no sólo de juegos de lucha podía vivir. Si bien muchos caen en el error de recordar sólo los excelentes juegos de peleas, no está de más recordar también que en Neo Geo salieron la saga Metal Slug, grandes shoot'em up verticales y juegos de plataformas como el de hoy.
En el año que salió el juego de hoy, PlayStation y Saturn estaban a punto de ser lanzadas, y Neo Geo seguía a lo suyo, de hecho, lo siguió haciendo durante algunos años más. Una de las cosas que empujaron a que SNK sacase una versión de su sistema con CD-ROM en septiembre de 1994, fue abaratar el precio de sus juegos, que solían costar 300 dólares por cartucho.
Recordando un poco Neo Geo CD, en comparación con los cartuchos, es que en estos últimos los tiempos de carga no existían, los loadings eran casi un mundo desconocido para nosotros hasta la aparición del disco óptico. Y esto también llegó a Neo Geo CD, ya que incorporaba, en su primera versión, un lector 1X, lo que hacía que las cargas de los juegos en algunos casos llegasen a sobrepasar el minuto.
Esto junto a los nuevos gráficos poligonales y los mundos en 3D, hicieron que Neo Geo CD se limitase casi en exclusiva a su país de origen hasta su desaparición. Pero para algo estamos nosotros, y hoy recordamos un plataformas bastante especial.
Siempre igual, pero con un toque diferente
La historia del juego de hoy tiene poco de especial, ya que Roddy y Cathy son dos cazarrecompensas encargados de devolver la paz a cuatro planetas, que los malvados Sly, Misty, Mr Bigman y el Dr. Burn han conquistado. Para ello, estos dos cazadores deben derrotarlos a todos, antes de enfrentarse al capitán Klapton.
Mientras nos recuperamos de una historia "profunda" y "llena de matices", tenemos un juego de acción donde las plataformas nos servían de excusa para ir despachando a todos los piratas que nos encontrábamos en cada uno de los cuatro planetas. Los personajes tenían unas curiosas maneras de atacar, ya que lanzábamos puñetazos y también alargábamos los brazos como Dhalsim en Street Fighter, para agarrar a los enemigos, recoger objetos y lanzarlos, algo que, sin duda, se salía un poco de la común.
La mecánica no era nueva, pero como estamos hablando de un juego de SNK, podemos decir que el planteamiento no se quedaba ahí, ya que también podíamos saltar hacia el fondo del escenario, a un segundo plano. Algo que si un principio parecía no tener mucho sentido, los enemigos y sus rutinas se lo daban, amén de los anillos que nos encontrábamos y que nos pedían que tirásemos de ellos, descubriendo en la mayoría de los casos un pequeño tesoro o una zona oculta de los escenarios. ¿No os suena algo esta mecánica actualmente?
Tan corto, y tan bueno
El apartado audiovisual sacaba partido a los más de 100 Mbits que contenía el cartucho, con una gran cantidad de animaciones que tenían tanto los personajes como los jefes de mitad de fase, y los grandes jefes finales. Todo un derroche de arte gráfico, en el que también lucían genial los mechas a los que nos podíamos subir.
Las armas que también podemos recogíamos a lo largo de estas cuatro fases, nos ponían las cosas más fáciles, mientras también disfrutábamos del excelente diseño de sus escenarios, tan coloridos y animados como cabía esperar, aunque sin llegar al nivel de por ejemplo la saga Metal Slug.
A pesar de contar con una jugabilidad divertida, de unos grandes gráficos y una buena música (aunque no muy destacable), podemos decir que estamos hablando de un juego arcade puro y duro, donde la duración por escenario ronda los quince minutos. Lo que puede hacer que en una sola hora ya lo hayamos completado, dejando su rejugabilidad a elevar el nivel de dificultad y competir quizás entre el primer y el segundo jugador por una mayor cantidad de puntos.
El juego es corto pero intenso, sí, pero su lanzamiento en cartucho, teniendo en cuenta lo que costaban, lo hicieron perder muchos puntos ante la prensa especializada, donde destacaban la inversión a realizar para terminar una hora después con el bolsillo vacío.
Lanzado en la Consola Virtual de Wii en 2007, a un su precio reducido resulta bastante atractivo, la mejor manera de recordar un buen arcade de los de antes, para pasar el rato con unos amigos.