Allá por los noventa se puso de moda representar los deportes más famosos con un punto en común: saltarse las reglas en las que se basaban. Bien cierto es que en nuestra infancia, muchos jugamos un partido de fútbol o de baloncesto saltándonos muchas de sus reglas como parte de la diversión, así que nos es de extrañar que tarde o temprano alguien pensara: ¿por qué no hacer de ello un videojuego?
Uno de los mayores exponentes de esta vertiente fue NBA Jam -de la misma compañía que ideó el juego de hoy-, y su éxito provocó que otras compañías imitasen esta manera alternativa de ver deportes como el fútbol, baloncesto o como en el caso de hoy, el hockey. Actualmente los simuladores reinan y luchan por parecerse más y más a la realidad del deporte que representan, y no está de más decir que uno de estos juegos arcade de vez en cuando siguen suponiendo para muchos un respiro y una necesidad.
Hit the Ice fue menos conocido que NBA Jam, pero podemos decir que empezó siendo la semilla que más tarde el conocido juego de básquet terminó por explotar, por lo que merece la pena recordar el legado que dejó para que otros terminasen de rematarlo.
Entre el deporte y el beat' em up
La recreativa original fue concebida como un juego en el que hasta cuatro jugadores simultáneos podían saltar a la pista de hielo a jugar al hockey, pero como comentábamos, dejando atrás la mayoría de las reglas presentes en este deporte, y potenciando el juego sucio.
Esta recreativa, desarrolla por Taito y distribuida por Williams en Estados Unidos, fue uno de los 78 muebles que la empresa produjo a lo largo de sus 25 años de existencia (1985-2000), demostrando que en el año en el que fue lanzado Hit the Ice, seguía siendo un referente.
Otros recordados muebles de Williams fueron los que produjeron para juegos como Smash TV, Police Force o Rollergames. Esta fue una de las muchas compañías que en su legado nos dejaron grandes juegos como el de hoy, y que acabaron en bancarrota o desapareciendo ante la imposibilidad de seguir el ritmo de la industria. Volviendo de nuevo al mueble, este nos mostraba un juego de hockey en el que tres jugadores por equipo -dos, más el portero- se enfrentaban en un pequeño campo de juego en el que podíamos dar codazos, puñetazos, patadas y golpes con el stick para que el rival golpease el hielo de bruces.
Los gráficos del arcade original eran bastante buenos para el año del que hablamos, ya que a principios de los noventa hubo un salto gráfico por parte de algunas compañías que renovaban placas. El buen tamaño de los sprites lo redondeaban unas dignas animaciones, con un reflejo en el hielo bastante bueno.
La jugabilidad era totalmente arcade, las acciones se hacían con apenas dos botones -pase y tiro-, y podíamos zurrar a los oponentes de la manera más violenta y más fácil con los mismos botones. Los equipos disponibles no llegaban a la decena, pero a cambio nos mostraban unos personajes totalmente reconocibles y bien diferenciados entre sí, ya que cada jugador tenía su propio especial.
La jugabilidad era dinámica, bastante caótica a veces, pero tremendamente divertida, pudiéndonos encontrar las típicas peleas en las que no faltaban los mamporros mientras que nuestros compañeros nos animaban hasta que uno de los dos acaba en el suelo. Los golpes y remates especiales también eran bastante intuitivos, y cuando nuestro compañero nos pasaba el disco elevándolo, tan sólo debíamos pulsar el botón en el momento adecuado para enlazar con un supertiro que podía acabar con el portero dentro de la portería.
En los descansos podíamos comprar complementos para nuestros jugadores como bebidas energéticas para ayudarnos a ganar el partido. En general resultó un juego bastante entretenido y con grandes virtudes, lo que hizo que fuera convertido a varias plataformas como Mega Drive, Super Nintendo, NES, Game Boy y Commodore Amiga.
Los resultados de estas conversiones fueron dispares, aunque podemos decir que una gran conversión como la de Mega Drive llegó a divertir a muchos, y una muy digna de NES a cuatro jugadores también demostró el mimo en la conversión. Si jugaste a NBA Jam y Arch Rivals , debes saber que Hit the Ice quedó en el olvido quizás por la poca repercusión de este deporte en muchos de los países en los que fue lanzado, pero a pesar de todo fue un buen juego que aún hoy, nos dará diversión si le damos una oportunidad.