Hace tan sólo una semana que Blizzard presentó en la Blizzcon el controvertido Diablo Immortal, una nueva entrega de la saga que esta vez apuesta para los móviles y que ha estado en el ojo del huracán de la actualidad por la mala reacción de los aficionados, que esperaban grandes anuncios en forma de Diablo 4 o de Diablo 2 Remake, HD o como prefiráis llamarlo.
Después de todas las líneas que se han escrito acerca de Diablo estos días, en Vandal hemos querido dedicar nuestra sección retro de los viernes a Diablo II, el que para muchos es el action RPG más importante de todos los tiempos que, desde luego, supuso un antes y un después en el mundo de este tipo de juegos en PC y al que le sucedieron no pocos imitadores.
El juego se lanzó a la venta el 29 de junio del año 2000, hace algo más de 18 años, para PC y MacOs, siendo desarrollado por Blizzard North bajo la dirección de David Brevik, Erich Schaefer, Stieg Hedlund y otros importantes nombres dentro de Blizzard.
Como muchos sabréis, se trataba de una secuela directa del primer Diablo, un juego extrañamente menos conocido que esta secuela que se lanzó a la venta en 1996 y que hoy en día es muy difícil de conseguir debido a ciertos problemas con una licencia que quedó en el limbo y que no viene al caso en estas líneas.
A nivel jugable, el título desarrollaba todos y cada uno de los puntos de la primera entrega dotándoles de mayor profundidad, añadiendo más clases, aprovechando de nuevo el crear los niveles de forma aleatoria y aportando nuevos aspectos a nivel jugable como la carrera, la posibilidad de contratar mercenarios o un abanico de hechizos y habilidades más profundo.
En total podíamos disfrutar de cinco clases (Nigromante, Amazona, Bárbaro, Hechicera y Paladín), cuatro actos diferentes cada uno con un montón de mazmorras, enemigos especiales, jefes finales, aventuras que vivir y, sobre todo, miles de objetos que coleccionar; varios modos de dificultad e incluso un modo hardcore o su vertiente multijugador que nos permitía enfrentarnos a esta nueva aventura en Santuario en compañía de hasta otros siete amigos.
De hecho, el modo multijugador fue todo un éxito para la época, siendo uno de los juegos más jugados en los cibercentros (al menos en los cibers que visitaba el que os escribe) y con una población online a través de Battlenet que se conservó durante muchos años hasta el lanzamiento de Diablo III.
Justo un año después del éxito de esta segunda entrega, Blizzard decidió sacar a la venta Diablo 2: Lord of Destruction, la versión que podéis ver en nuestro directo de hoy que añadía dos nuevas clases de personaje (la Asesina y el Druida), ajustaba un montón de aspectos jugables, añadía la resolución de 800x600 píxeles, una delicia en la época y, por supuesto, un nuevo acto en el que tendremos que intentar acabar con la vida de Baal.