Hollywood tema que la desastrosa situación de 2020 en lo referente a los estrenos cinematográficos vuelva a repetirse en 2021. Pese a que las productoras y majors creían que los lanzamientos de gran presupuesto estarían más seguros cerca de doce meses después del inicio de la crisis del coronavirus, la situación en lo referente a la pandemia del virus surgido en Wuhan no parece mejorar. Con la esperanza en la vacuna y la atenuación del contagio en base a los confinamientos, Hollywood espera un milagro que salve la temporada veraniega de los grandes blockbusters (vía The Hollywood Reporter).
¿Un nuevo terremoto de fechas?
La situación parece volver a repetirse. MGM anunció el año pasado, antes de que los países occidentales sufrieran el impacto de la primera ola de coronavirus, el retraso de Sin tiempo para morir de James Bond de abril a noviembre. Lo que parecía una circunstancia extraordinaria pronto se convirtió en la norma: todos los estudios siguieron su ejemplo antes de que la mayoría de los cines cerraran en todo el planeta. En aquellos días, Hollywood y los propietarios de los cines asumieron que el cine se reanudaría en el otoño de 2020, esperando que la COVID-19 fuese algo temporal. Pero no fue así. La pandemia siguió causando estragos, y la segunda y tercera ola, con un número colosal de infectados y fallecidos, volvió a obligar a los gobiernos y empresarios a confinar y cerrar salas. MGM decidió que su Bond se fuese al 2 de abril, pero como parece, volveremos a ver un nuevo retraso de entre seis y nueve meses.
Ahora, como destacan en The Hollywood Reporter, la única duda que queda es si las productoras y majors decidirán emplazar sus cintas en octubre, noviembre o incluso diciembre. "Creo que todo lo grande que se quiera estrenar entre ahora y Top Gun: Maverick a principios de julio se moverá. Es un desastre", ha llegado a predecir un ejecutivo de un gran estudio, veterano en este tipo de situaciones y en la industria cinematográfica. Entre las películas que volverán a retrasarse o cambiar su modelo de estreno están Un lugar tranquilo 2 (23 de abril), Viuda Negra (7 de mayo) y Fast 9 (28 de mayo), todas las que se deberían haber proyectado en 2020 y que decidieron apuntar al verano de 2021 como salvación. En una posición algo más cómoda, pero igualmente amenazada, también está Venom de Sony, la secuela del éxito de 2018, que se estrenará el 25 de junio, una semana antes de que Top Gun y Minions: The Rise of Gru se embarquen en el fin de semana del 4 de julio, uno de los más interesantes para la taquilla de Estados Unidos. Morbius, de Sony, ya ha cambiado su fecha de estreno a octubre.
Durante la pandemia, Universal dio un giro estratégico en la distribución para lanzar sus películas desde el principio en vídeo bajo demanda para mantener su calendario, un hecho que causó cierta controversia pero que parece la única tabla de salvación de los grandes estudios en estos momentos. "Muchos creían que todo se solucionaría de forma mágica al pasar de 2020 a 2021, dejando atrás los problemas que han dejado tocada a la industria durante los últimos 12 meses, pero la realidad es que muchas de las mismas fuerzas que motivaron todos estos cambios en la estrategia de decisiones de los estudios siguen en juego", comunicaba el analista Paul Dergarabedian de Comscore. "Dicho esto, existe la esperanza de una recuperación para el negocio del cine en el horizonte, pero, por supuesto, ese futuro está en constante cambio", concluía.
En el otro lado de la trinchera nos encontramos a un estudio que está adoptando un enfoque diferente: Warner. El legendario estudio ha confirmado que todos sus estrenos llegarán a cines y streaming de forma simultáneamente, adelantando incluso el Godzilla vs. Kong de Legendary del 21 de mayo al 26 de marzo.
Probablemente se debe a que el estudio quiere mantener el impulso de su nueva iniciativa, muy arriesgada en Hollywood, enfocándose directamente en aumentar suscriptores de HBO Max y en llegar a los pocos cines abiertos de Estados Unidos, Europa y China.
