Perdidos (Lost), una de las series más importantes de la historia, inauguró la considerada Edad de Oro de la televisión moderna. El show acabó inaugurando toda una venerada época de abundancia y originalidad en las series, a veces quizás excesiva, pero de la que aún disfrutamos a día de hoy con gusto como espectadores en numerosas plataformas de streaming. En cualquier caso, de Perdidos se habla mucho, sobre todo de su final, uno de los más polémicos de la historia de la televisión. Aunque Damon Lindelof, uno de los creativos responsables del fenómeno, ya comentó que pensaron hacer tres temporadas pero ABC presionó para ir más allá, ha querido zanjar estas y otras cuestiones de nuevo en un panel de la Comic-Con de Nueva York.
Sobre el Humo Negro, las voces, las nuevas generaciones de espectadores y una posible secuela
"Tengo que decir que, de momento, no vemos ninguna razón para hacer una secuela o un reinicio de Perdidos. No parece que nos quede nada que decir que valga la pena", arrancaba el showrunner en el panel que compartía con Carlton Curse, el otro responsable de la serie. "En cualquier caso, creo que ha pasado el tiempo suficiente para que una generación entera de gente que creció viendo Perdidos diga ahora: 'Hey, soy guionista y tengo una idea para esto'", matizaba.
"No sé, me encantaría ver a una nueva generación de contadores de historias coger Expediente X o incluso Twin Peaks. Las series que amo se sienten y son icónicas porque fueron hechas por Chris Carter o David Lynch, creativos myy especiales, pero creo que las historias pueden ser contadas por cualquiera y cualquiera puede tomar el control y ofrecer su propia visión. Eso sería bastante emocionante", concluía en relación a la posibilidad de ver un reinicio o reboot de la famosa serie del vuelo 815 de Oceanic Airlines.
En el panel, los dos guionistas y creadores afrontaron preguntas muy interesantes. Una de ellas versaba sobre la duración de las temporadas, que cree que se habrían ajustado más en 14 episodios en lugar de los 24 canónicos, un hecho que los habría evitado desarrollar capítulos de relleno o haber estirado en demasía muchos tramos de las temporadas más avanzadas. "Siempre lo tuvimos todo claro, pero a veces nos parábamos a escuchar qué pedía la trama o qué momentos podían ser explotados en nuestro beneficio. Y ahí estaba Michael Emerson y Ben Linus, que casi llegó a tener un papel concreto y finito, y acabó siendo el líder de los Otros. Teníamos la idea de que él sería el líder de los Otros, y también teníamos este plan de respaldo de que si no funcionaba, él no sería el líder de los Otros. Sería simplemente un tipo que se escapa y luego se va… Ahora me parece inconcebible pensar en otra persona como líder de los Otros", confesaba Carlton Curse.
Los aficionados asistentes a la conferencia en streaming arrancaron a preguntar sobre el final, el famoso humo negro y otras tantas cosas, un aspecto que hizo que Lindelof se riera de nuevo, porque este tipo de preguntas y cuestiones siempre acaban saliendo a relucir en los paneles de aficionados más de diez años después del final de la serie. "Sobre el humo negro o el monstruo, pues era una especie de cuasi fantasma en el sentido de que podía tomar la forma de un muerto", arrancaba el creativo. "Quiero decir, así pudo Jack ver a su padre, Eko a Yemi, y Shannon a Walt. Así pues el hecho de que Ben Linus pudiese controlar al monstruo de alguna manera, y que el propio monstruo era también la manera en la que aparecían los susurros por la selva también tiene sentido", aclara. "Es por eso que tuvimos la idea de que los susurros son a veces el monstruo, a veces los propios fantasmas reales de la isla y, a veces, pues solo un efecto terrorífico de la historia que estábamos intentando contar", matiza.
"Hay algunas escenas que no se incluyeron en la serie y que responden a algunas preguntas concretas y que nos llevaremos a la tumba. Otras personas fuera de la sala de guionistas han podido verlas y han jurado guardar el secreto. Si Carlton (Cuse) y yo morimos, quizás esas personas digan: 'Ahora que están muertos, os diré la respuesta'. Por ahora, mantendremos nuestra integridad personal", bromeaba Lindelof, que es consciente de los problemas que generó entre el público el final de la serie. "Jamás quise participar en esa narrativa de que el final de Perdidos era empíricamente malo, pero la acabé ampliando", confirmaba. "El simple hecho de que la gente sienta la necesidad de decirme: ‘Oye, en realidad me gustó la forma en que terminó’. O la expectativa que algunas personas tienen de que ‘tengo que hacerte saber que el final me pareció decepcionante’, influyen. "El simple hecho de tener que explicar cómo tenían que pensar o tomarse el final de Perdidos es para mi una gran decepción". No obstante, Lindelof, J.J Abrams y Curse tenían una idea clara con Perdidos -en aquel entonces, El círculo-, contando con un argumento firmado y planteado y una extensión muy clara en sus cabezas que no debería ir a más bajo ningún concepto: iba a ser una serie de tres temporadas.
El resto es historia. La producción de ABC se convirtió en un pelotazo sin precedentes, el público compró la idea de una isla misteriosa, de un número de enigmas inabarcable y de unos personajes pocas veces vistos en la pequeña pantalla. Y eso les desbordó por completo, llevándolos a capear una tormenta que casi los ahoga a mitad del rodaje. "Las conversaciones acerca de querer ponerle un final a la serie empezaron con el episodio piloto", comentaba el pasado mayo el propio Lindelof. "ABC nos mandaba informe sobre los misterios que iba saliendo, y sobre las posibles resoluciones a los mismos. Nos preguntaban semana a semana de qué manera íbamos a tener a la gente enganchada viendo el programa. Y nos propusimos presentar nuevos misterios a medida que avanzamos. Pensábamos que, con suerte, por cada una de las respuestas dadas, creábamos un nuevo misterio al que poder engancharse", confesaba el creativo. "Creíamos que si lográbamos el equilibrio correcto, no se acumularían y todo tendría sentido. Creo que podemos estar de acuerdo en que no logramos ese equilibrio", informaba en su día.
La serie despegó, y los misterios originales, planteados en la primera temporada, y pensados para ser resueltos en los primeros capítulos, pronto se fueron alargando, postergando y extendiéndose a lo largo de los episodios. Aunque el público aceptó la idea, y compró el formato dela serie con flashback sobre los supervivientes del vuelo, los responsables de Perdidos tuvieron que hacer malabares para mantener el tono de la narración. "Negociábamos constantemente la duración, pero ABC era consciente del éxito que tenían entre manos. Sabíamos que si presionábamos la idea de los recuerdos o mostrábamos más de la cuenta, la ilusión de los misterios y la serie se rompería. Así que tuvimos que cambiar de marcha: remarcábamos que si bien podíamos presentar nuevos personajes que tengan nuevas historias de fondo, la gente seguría interesada en los viejos, en los personajes originales. En ese momento estábamos adelantándonos a lo que la gente opinaría, como en una partida de ajedrez en la que sabes los movimientos que darán en el tablero, pero no nos hacían caso. Pero no querían oírnos, querían hacer unas diez temporadas", concluía.
Perdidos está al completo en Amazon Prime Video.