Percy Jackson y los dioses del Olimpo tenía claro qué buscaba con esta nueva adaptación: ser más fiel a las novelas de Rick Riordan. Y parece que lo han conseguido. La ambiciosa serie para Disney+, que en Vandal hemos visto en adelanto, nos propone una aventura por la mitología griega plagada de monstruos y espectaculares poderes propios de dioses. Con el apoyo del autor, que ha tenido siempre la última palabra en el guion y la dirección, esta nueva adaptación es una oda a los libros originales y una serie, que por sí sola, supone un digno entretenimiento para toda la familia que llega en el mejor momento. Os contamos qué nos ha parecido su arranque en una crítica sin spoilers.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo es una serie familiar entretenida llena de aventura y con grandes valores de producción pero que tiene una pega: el montaje no está a la altura
Pongamos un poco de contexto. La saga original nos cuenta cómo como el personaje principal con Percy Jackson, un joven corriente con problemas de atención y una vida escolar un tanto atribulada, un día descubre que su padre es en realidad Poseidón y que, de hecho, es un semidiós. De esta manera, nuestro protagonista se ve arrastrado a una nueva realidad, formando equipo con un grupo de otros semidioses, y se embarcan en una serie de aventuras que los llevarán a luchar contra dioses y monstruos procedentes de los mitos griegos, pero con un toque completamente moderno. Sí, Percy Jackson y el ladrón del rayo llegó a la gran pantalla de la mano de Chris Columbus en el año 2010 y contó con una secuela, Percy Jackson y el mar de los monstruos en 2013.
No funcionaron mal en taquilla, pero Rick Riordan no estuvo del todo de acuerdo con el proceso de adaptación. De hecho, Riordan, creador de la saga literaria en la que se basa esta serie de Disney+, afirmó estar muy contento con el proceso creativo que se había seguido para esta adaptación y cómo se había enfocado el desarrollo. Se ha sentido una parte activa y fundamental a la hora de tratar y encontrar los personajes, sus historias y su universo. Según el escritor, eso ha conseguido que no existan injerencias ni confusiones: el espíritu de la novela está tratado con respeto, permitiendo a los conocedores del libro y los neófitos, conocer cuáles son las reglas y el espíritu de esta particular saga.
En esta historia, Percy Jackson se embarca en una peligrosa búsqueda. Superando a monstruos y dioses, deberá cruzar América para devolver el rayo maestro de Zeus y detener una guerra. Tras perder a su madre de forma trágica, Percy se refugia en el Campamento Mestizo, un santuario para niños semidioses en el que tendrá que demostrar su valía, enfrentarse a sus orígenes y descubrir quién es él realmente. Con la ayuda de sus compañeros Annabeth y Grover, el viaje de Percy lo acercará a las respuestas que busca: cómo encajar en un mundo en el que se siente fuera de lugar, si alguna vez volverá a ver a su madre y si llegará en algún momento a descubrir quién está destinado a ser.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo es, ante todo, una serie entretenida y familiar. En esta historia, los semidioses no procesan la realidad, no son capaces de desenvolverse del todo en el mundo moderno. La dislexia o el síndrome de déficit de la atención son características propias de los semidioses o los bendecidos por estos seres sobrenaturales únicamente vivos en las leyendas, siendo Percy uno de estos chicos otorgado con el favor de los dioses. Como ya hemos comentado, la traslación de las novelas es notable, dando como resultado una historia sincera y bonita, con una introducción bastante directa con su universo mitológico de héroes y villanos griegos, de criaturas imposibles, que en nuestra opinión, es bastante mejor que lo mostrado por las anteriores películas del personaje.
Los diálogos son muy buenos, especialmente cuando se apela al pasado de Percy, sus orígenes y el secreto que pesaba sobre sus espaldas. En el primer episodio, su relación con su madre y la confesión de sus orígenes, es poco menos que notable. La sensibilidad de lo que debe ser una aventuras clásica de acción para toda la familia, con el empaque young adult de este tipo de ficciones actuales, está muy conseguido. Disney ha encontrado un equilibrio que, hasta la fecha, sólo habíamos visto en algunas series de Star Wars. La presentación y la introducción del espectador a este escenario mitológico que se funde con la realidad, con ese campamento gigantesco con sus costumbres, reglas e integrantes, es poco menos que maravillosa, muy mágica, y es inevitable pensar, lógicamente, en la saga Harry Potter.
Con una buena factura técnica -el look cinematográfico es impresionante y palpable, con secuencias de acción muy bien filmadas-, grandes diseños, buenos actores y reparto, el show brilla con luz propia. En esta producción, de alguna manera u otra, hay algo de las series de antaño. Pero hay un grave problema: el montaje. El montaje es francamente atroz, a veces caótico y confuso -sobre todo en sus primeros compases-, sin tocar aspectos fundamentales que sí llegaron a presentarse en la versión cinematográfica, siendo el punto negro más evidente de esta nueva versión. Da la sensación que el formato televisivo, que podría haber ayudado a contar más y mejor, está desaprovechado. En otras palabras: juega en su contra.
Absurdas polémicas a un lado, Percy Jackson y los dioses del Olimpo es un relato potente y honesto, onírico y tangible, a veces conmovedor, sobre la importancia que tienen las historias y leyendas en lo más profundo de nuestro ser.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo se estrenará el 20 de diciembre en Disney+ España. Hemos visto varios episodios de Percy Jackson y los dioses del Olimpo en adelanto gracias a la cortesía de Disney España y la agencia Way To Blue.
