El cine es luz y magia. Si bien en las últimas décadas nos hemos acostumbrado a saber cuáles son los entresijos de los rodajes y la creación de los efectos especiales de los grandes blockbusters o sagas que pueblan nuestras carteleras o plataformas de streaming favoritas, a veces nunca está de más volver la vista atrás y comprender cómo se forjó todo. Pese a que los efectos especiales siempre han estado ahí, de una manera u otra, la creación de Star Wars por parte de George Lucas, necesitó de las herramientas y la tecnología más innovadora y creativa de entonces para llegar a buen puerto. Y ahí, más allá de las polémicas recientes, hay toda una historia digna de ser contada.
Light & Magic, titulado en España como Light & Magic: Un sueño no tan lejano, repasa la fundación de este emblemático estudio y de cómo el talento que se reunió ante ese proyecto que lo cambiaría todo en 1977 pavimentaría el camino hacia una revolución cinematográfica que aún perdura en nuestros días. En Vandal hemos podido ver en adelanto la docuserie de Disney+ -estreno 27 de julio en exclusiva- y os contamos si merece la pena.
El documental más pormenorizado a la empresa que cambió la industria del cine
Comencemos por lo evidente. Industrial Light & Magic se fundó con una imperiosa necesidad: la de ofrecer soluciones a los problemas a los que se enfrentaba George Lucas en la elaboración de su película. Entrar ahora en la génesis de Star Wars: Una nueva esperanza daría para un artículo propio, ya que aquella gestación y rodaje fue una tormenta perfecta. Lucas, que observó que había muchas limitaciones en el mundo de los efectos especiales, quería que Star Wars no pareciera una cinta barata y trabajó codo con codo con los mejores expertos del sector para construir la compañía que sería la referencia en la industria cinematográfica. Ahora puede parecer una cuestión menor, pero hasta la fecha y con la excepción de cintas como 2001: Una odisea en el espacio, las películas con ambientación espacial no lucían demasiado bien. Sabía que había espacio para ir más allá y elevar el listón de lo que veía el espectador en pantalla.
Trabajando en equipo con el indomable John Dykstra, George Lucas reunió a un equipo de estudiantes, artistas e ingenieros para dar vida a la visión que él tenía en su cabeza, otorgándoles con el dinero de su propio bolsillo las herramientas necesarias para crear los efectos especiales revolucionarios que se convertirían en el sinónimo de la película original de Star Wars y sus secuelas. Light & Magic muestra, con un nivel de detalle inusitado, cómo creativos de la talla de Phil Tippett, Dennis Muren o Joe Johnston -entre muchos otros-, fueron colaborando, mostrando sus respectivos talentos y cristalizando la revolución que se gestó en aquella nave industrial.
Light & Magic sirve como una especie de cómo se hizo extendido de la producción galáctica, sí, pero al mismo tiempo es una disección de la fundación y la evolución de esta empresa dedicada a producir efectos visuales prácticos y digitales, siguiendo las historias de las personas detrás de los mejores y más fascinantes trucos que han cautivado al público a lo largo de las décadas. Hay una frase que resume a la perfección el leitmotiv de toda la docuserie: "Si ofreces a estos tíos una pizza y una cerveza, harán lo que sea”. Y es tal cual. Aunque ahora pensemos en enormes oficinas con cientos de ordenadores de última generación puestos en fila, procesando una imagen de apenas un segundo del blockbuster de turno, hace más de cuarenta años la realidad era muy distinta. La producción, que cuenta con varios episodios en Disney+, enfatiza la unión de estos grandes creativos, artistas y artesanos de los efectos especiales, explicándonos cómo construyeron las maquetas, los escenarios o las criaturas de cintas muy importantes del Séptimo Arte a través de anécdotas o imágenes inéditas.
Un documental cargado de anécdotas y testimonios de primera mano
Quizás los momentos más vivos, conmovedores y especiales de la docuserie son, precisamente, cuando los implicados se abren en canal al espectador reflejando sus miedos, dudas y hazañas en algunas de las secuencias más emblemáticas del cine. ¿Os habéis preguntado cómo se gestó el ataque de los AT-AT en Hoth en la mítica El imperio contraataca? ¿Hasta qué punto fue desafiante la persecución de las speeder bikes de El retorno del Jedi? ¿Y los impactantes planos finales de Poltergeist? En el lapsus de unos diez años, los efectos especiales tradicionales de este grupo de amigos adolescentes acabaría evolucionando a la revolución digital, pasando de un garaje venido a menos de California a cambiar para siempre el curso del celuloide -en todos los aspectos- desde San Francisco. Este choque de la tradición y lo artesanal con lo digital y lo innovador está muy bien documentado, con las habituales rencillas y abandonos por el camino.
No obstante, Industrial Light & Magic se convertiría en la piedra de toque de la revolución cinematográfica desde mediados de los ochenta, con ejemplos muy conocidos como Terminator, Regreso al futuro, Indiana Jones y Jurassic Park, así como las más recientes entregas de Marvel o Harry Potter. Bajo la dirección de Lawrence Kasdan -guionista de algunas de las mejores entregas de Star Wars-, la serie cuenta con la participación de Brian Grazer y Ron Howard en calidad de productores ejecutivos, y como os decimos, está trufada de entrevistas y declaraciones muy variadas con las que podemos obtener una hagiografía de varias de las figuras de referencia del sector de los efectos especiales.
Kasdan sabe poner la lupa en la complicada empresa de Lucas y de cómo tuvieron que idear, casi desde cero, la forma de dar rienda suelta a la imaginación volcada en el guion original de la epopeya galáctica, pero también sabe representar a la perfección la evolución de Industrial Light & Magic como compañía independiente capaz de aceptar trabajos ajenos a Lucasfilm y sus filiales en otras producciones titánicas cinematográficas capitaneadas por directores como Steven Spielberg, Michael Bay o James Cameron. Fue la persecución de estos nuevos límites, aquellos capaces de moldear el futuro de toda una industria, lo que permitió que se pasara del stop motion para insuflar vida a los monstruos y dinosaurios de estas producciones a la creación de los más disruptivos efectos especiales por ordenador, o lo que hizo cambiar del montaje tradicional del celuloide a la revolución digital. Desde la construcción de la Estrella de la Muerte en mitad de la calle del distrito más industrial de California a la creación del Volumen y los platós virtuales vistos en The Mandalorian.
Puede que conozcamos muchos de los hitos o momentos claves del estudio -como la llegada de Ed Catmull o John Knoll-, pero Light & Magic nos permite ser testigos de muchas historias no narradas de primera mano, mostrándonos que detrás de cada plano o secuencia hay una persona con inquietudes, miedos y deseos inherentes a cada ser humano. La sensación final que traslada esta ambiciosa docuserie es similar a la que vimos en la obra maestra de Peter Jackson, The Beatles: Get Back -de la que os hablamos largo y tendido en nuestra crítica-, ya que se sabe trasladar al espectador a los entresijos y rincones más ocultos y olvidados de las películas más influyentes de Hollywood, invitándolo a formar parte de sus interioridades. Tanto si se ama el cine en su aspecto más general como si se es un completista o fanático de la creación de los efectos especiales, Light & Magic es una auténtica joya con la que disfrutar y deleitarse. Es mágica.
Hemos visto la docuserie Light & Magic en acceso anticipado a través de la plataforma Debut gracias a la cortesía de la agencia Way to Blue y Disney España.
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