Una de las mejores cosas de la gran expansión que nuestra industria está experimentando es que, aunque a veces no lo parezca, cada vez hay más espacio para la experimentación y productos que, a priori, pueden no tener un mercado demasiado grande. Tras una larga espera, por fin hemos recibido nuestra Playdate, y aunque sabemos que no es un producto para las masas, nosotros somos parte de ese nicho que va a disfrutarla muchísimo.
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Dos dimensiones, una manivela
Playdate es una consola portátil con una pantalla en blanco y negro creada por Panic, una compañía de software que en 2016 dio el salto a la publicación de videojuegos (con Firewatch y, posteriormente, Untitled Goose Game), en colaboración con Teenage Engineering, una empresa sueca conocida por sus sintetizadores, y curiosamente fundada por, entre otros, David Möllerstedt, antiguo jefe del departamento de audio de EA DICE.
Es una consola muy limitada en lo que respecta a potencia, ya que su objetivo son gráficos que recuerdan a los de Game Boy, aunque con muchísima mayor resolución (400 x 240 píxeles) y, lo que es más importante, muchas más maneras de jugar capitaneadas por su manivela. Lo primero que vemos cuando encendemos la consola es una breve y sencilla secuencia de configuración que, una vez completada, nos da acceso a sus dos primeros juegos. Y sí, decimos «dos primeros» porque los juegos «oficiales» se lanzan por temporadas, con dos nuevos habilitados en nuestro sistema cada lunes. Luego profundizaremos más en esto.
Lo esencial que tenemos que destacar es que Playdate está diseñada para innovar. Aunque es totalmente prescindible, la idea es que los desarrolladores usen la manivela para ofrecer nuevas maneras de jugar, y os aseguramos que desde el primer momento la están utilizando. Hay juegos que basan la experiencia por completo en la manivela, como uno que nos invita a usar una trituradora de papel para destruir documentos girándola, o una especie de juego de habilidad de desarrollo lateral en el que tenemos que controlar el tiempo con la manivela para esquivar peligros, mientras que otros se juegan completamente con botones, o hacen de la particular extremidad metálica una curiosidad, como un divertido juego de rol en el que sirve para enfocar la cámara.
Es un concepto que nos encanta, y más cuando la inmensa mayoría de la industria parece estar estancada en unos pilares de hardware inamovibles que, cuando se mueven, lo hacen más por vendernos una novedad de cara al marketing que va a caer en el olvido a los pocos meses que por ofrecernos un verdadero intento por hacer algo nuevo. Además, pensamos que el precio es razonable. El precio oficial son 179 dólares por la consola, aunque hay un pack de consola y funda por 199. Ese pack a nosotros nos ha costado 219,70 dólares incluyendo envíos y tasas.
El hardware
Playdate es un auténtico gustazo en nuestras manos. Es muy pequeñita (76 × 74 × 9 mm) y no pesa nada (86 gramos), y aunque la pantalla no tiene ningún tipo de iluminación, se ve sorprendentemente bien incluso con poca luz. Obviamente, necesita un poco de luz, pero no es como una Game Boy, por ejemplo. De hecho, utiliza una tecnología especial similar a la de los libros electrónicos, que además de consumir menos energía, ayuda a mejorar su visibilidad. Creednos cuando decimos que nos ha sorprendido. El altavoz también nos ha llamado la atención, tanto por el volumen que alcanza como por la claridad.
También nos han gustado mucho sus botones, que responden y clican al pulsarlos de maravilla. Sólo tenemos la cruceta, A y B, aparte del botón del menú (que es el redondito arriba del altavoz) y el de encendido y bloqueo/desbloqueo, que veis en la parte superior de la máquina. No podemos olvidarnos, por supuesto, de la protagonista: la manivela. La manivela (que se puede «guardar» en un huequecito en el lateral) tiene una parte buena y una mala, al menos desde nuestro punto de vista. Lo que es el «brazo» y la unión con la máquina son perfectos. Suaves, resistentes y muy satisfactorios. El final de la manivela, la parte que agarramos para jugar, nos parece bastante menos resistente al ser de plástico, y aunque no da la sensación de ser blandengue, sí que nos habría gustado ver una construcción que dé más confianza. No creemos que sea un problema grande, sino más bien un pequeño detalle que nos ha llamado la atención, precisamente, por lo sólido y bien construido que está todo lo demás.
En lo que respecta a conectividad, es un dispositivo bastante completo para el tipo de consola que es. Cuenta con Wi-Fi, USB-C y puerto para auriculares, así como Bluetooth 4.2 que todavía no se ha habilitado, pero que llegará con una actualización de firmware. Además, incluso podemos conectarla por USB a nuestro ordenador para jugar en una pantalla grande o capturar el vídeo si queremos.
Los juegos
La consola de Panic se vende con 24 juegos integrados, aunque con una curiosa particularidad: se nos ofrecen de dos en dos, con una pareja nueva cada lunes. Independientemente de cuándo compres la consola, recibirás el catálogo de manera semanal. Aunque parezca algo molesto, creemos que nos anima a disfrutar más sus títulos y a darle una oportunidad a juegos que, seguramente, habríamos ignorado de tener otros 23. Sabemos que no es algo que gustará a todo el mundo, pero tampoco vamos a ocultar tener cierta emoción cada lunes cuando encendemos la consola y descargamos los dos nuevos títulos.
En esta colección hay de todo. Juegos cortos, juegos largos, juegos arcade diseñados para superar nuestra puntuación, juegos centrados en la historia que, seguramente, jugaremos sólo una vez... Hay algunos que nos han gustado más y otros que nos han gustado menos, pero la creatividad es indiscutible, y simplemente tener un catálogo de experiencias que intentan hacer algo nuevo ya es digno de agradecer. No vamos a analizarlos uno a uno, pero os recomendamos echarles un ojo en la web oficial.
La pregunta, ahora, es: ¿habrá una temporada 2? Panic ha dicho que está estudiando maneras de seguir ofreciendo juegos, pero no queda claro cómo. Esto no significa que no haya más juegos, ya que se pueden añadir más fácilmente a la consola simplemente conectándola al ordenador y copiando los archivos. Ahora mismo, sólo en itch.io hay más de 300 juegos con la etiqueta Playdate, y algunos de ellos son geniales. Hay algunos gratis (o que permiten pagar lo que tú quieras) y otros de pago, pero muchos no tienen nada que envidiarle a los «oficiales». También hay otras fuentes de juegos, como el foro oficial de desarrolladores o Github, pero lo importante es aclarar que el catálogo no se limita a 24 juegos.
Una propuesta diferente
¿Merece la pena Playdate? Para nosotros sí, pero está claro que depende mucho del tipo de jugador que seas. Si, como nosotros, disfrutas con las experiencias portátiles, clásicas, y con los juegos y consolas que intentan hacer algo nuevo, creemos que te va a encantar. Nosotros tenemos ya nuestra selección de juegos que siempre nos divierten, ya sean en partidas de cinco minutos o en sesiones más largas, y gracias a su tamaño y a la notable duración de la batería es fácil tenerla siempre a mano. En cualquier caso, nos guste o no, el mero hecho de que nuestra industria esté en un momento donde algo como Playdate puede existir, ya es motivo de celebración.