Hace unas semanas llegó a las tiendas Evercade, una consola portátil retro que apuesta por un modelo de negocio muy diferente basado en cartuchos que nos hace volver a nuestros años mozos desde que abrimos por primera vez su caja. Durante las próximas líneas vamos a hablaros de lo que nos ha parecido esta Evercade tras unas horas de uso, adelantándoos que es un producto muy especial que creemos que puede tener un buen hueco entre los coleccionistas.
Sentimientos únicos al abrir la caja
Evercade es una consola retro muy particular que nos evoca sentimientos únicos nada más abrimos su caja, con un empaquetado muy cuidado y un olor a nuevo que nos transporta a nuestra niñez, a cuando estrenábamos nuestra primera consola. Nada más coger con nuestras manos la Evercade nos damos cuenta de que es un producto con un tamaño similar al de PS Vita tanto en anchura como en grosor, aunque bastante ligera, encontrándonos con producto cómodo en las manos.
Además, tras sacar la consola por primera vez en la caja también nos encontramos con al menos, una caja de tamaño de cinta de casete con un cartucho (dependiendo de la edición que compremos puede haber más, os hablaremos de ello más adelante) acompañado de su manual de instrucciones que es toda una oda a la nostalgia.
Preparada para ejecutar juegos sin problemas
Centrándonos ya un poco más en la consola en sí nos encontramos con una pantalla LCD de 4,3 pulgadas (tamaño similar a la pantalla de PSP, por tener referencia) con resolución de 480 x 272 píxeles que cumple bien su función y que tiene una buena calidad en la muestra de color, aunque quizás hubiéramos agradecido un poco más de brillo. Los ángulos de visión óptima tampoco son demasiado amplios debido al tipo de panel, pero al estar ante una portátil enfocada en que juegue tan solo un jugador tampoco creemos que sea un aspecto demasiado importante.
A la izquierda de la pantalla nos encontramos con un D-Pad de buen tacto que reacciona bastante bien a nuestros movimientos y que se siente muy cómodo en su uso. Volviendo al tacto este nos recuerda bastante a las crucetas o D-Pad de las consolas clásicas aunque con materiales y precisión de hoy día. A la derecha de la pantalla y a la misma altura del D-PAD tenemos cuatro botones (Y, B, A, X) también de buena calidad a la vista y con sensaciones satisfactorias cuando los pulsamos.
En esta parte frontal también nos encontramos con otros tres botones extra, el botón de Menú para acceder a los menús de la consola y los típicos botones Select y Start, como los anteriores, el tacto es bueno y se sienten de calidad. Debajo de estos tres botones nos encontramos con dos altavoces con un volumen más que suficiente que nos permite escuchar la música y el sonido del juego al que estemos echando una partida en cada momento.
La parte trasera tiene un diseño bastante limpio y un gran hueco en la parte superior central en el que deberemos de insertar el cartucho de marras que nos permitirá acceder a los diferentes juegos. En la parte superior de Evercade también veremos el botón de encendido, un botón L, otro R y una salida mini HDMI para conectar la Evercade a la televisión y poder jugar a estos títulos retro en una pantalla más grande a una resolución de 720p (siempre que tengamos un cable mini HDMI-HDMI ya que no se incluye con la consola). En la parte de abajo vemos el puerto de carga USB, una salida minijack para auriculares y dos botones para controlar el volumen de salida de Evercade.
Un sistema de cartuchos muy especial
Lo que más destaca de esta consola a primera vista es el hueco del que os hemos hablado en la parte trasera para insertar los cartuchos que necesita Evercade para ejecutar los títulos a los que queramos jugar. En cada cartucho está cargada una pequeña colección de juegos y sus correspondientes emuladores para poder ejecutarlos por lo que sin ellos la consola no tiene ninguna función. De hecho, si la encendemos sin un cartucho insertado nos pedirá que carguemos uno en ella.
Algo que nos ha parecido curioso es que introducir un cartucho en Evercade es no complicado, pero sí algo "difícil" ya que aunque solo tienen una posición sí que hay que hacer cierta fuerza tanto para introducirlo como para extraerlo. La parte positiva de este para nosotros pequeño inconveniente es que estos cartuchos quedan perfectamente integrados en la consola pareciendo parte de esta, sin ningún hueco ni rendija para la entrada de polvo y sin que sobresalga por ningún lugar de la misma.
Actualmente, cada cartucho está centrado en colecciones de diferentes compañías, encontrándonos con pequeños recopilatorios de Atari, Data East, Interplay, Mega Cat Studios, Namco Museum, Piko y Technos mientras que este mismo año llegarán colecciones de Atari Lynx, The Oliver Twins y un cartucho en el que veremos dos nuevos juegos para 16 bit, XenoCrisis y Tanglewood.
Una buena emulación con la vista puesta en el futuro
Ejecutando los juegos en Evercade las sensaciones son buenas. Nosotros pudimos probar el cartucho Namco Museum Collection I que incluye un total de 11 juegos clásicos como Pacman, Galaxian, Battlecars u otros, no encontrándonos con ningún problema y con una reacción bastante buena y precisa de los controles, sin apenas retardo por lo que podíamos disfrutar de estos títulos igual de bien que en sus plataformas originales.
Como os dijimos, los emuladores están incluidos en el propio cartucho y Evercade cuenta con un SoC con un procesador ARM de cuatro núcleos a 1,2 GHz que puede mover sin ningún problema los títulos de 8-bit y 16-bit por los que actualmente apuesta Evercade aunque la idea de incluir este SoC es para que sea capaz de ejecutar sin problemas también juegos más modernos que podrían llegar a la consola en el futuro.
Evercade, como otras consolas retro del estilo, utiliza un sistema Linux personalizado del que no sabemos ningún detalle, y los emuladores utilizados no nos dan demasiadas opciones más allá de poder guardar la partida en cualquier momento, cambiar el idioma de los menús o permitirnos escoger entre jugar a los títulos con su aspecto original a 4:3 o aprovechar toda la pantalla a 16:9 con una imagen estirada (eso ya al gusto de cada uno). En general, estamos contentos con la ejecución de los juegos, aunque nos gustaría haber tenido más opciones en los emuladores como filtros de imagen u otras cuestiones. Por último, la autonomía de la batería es de algo más de cuatro horas por lo que podemos disfrutar de Evercade sin problemas durante viajes en distancias cortas o medias.
Un modelo de negocio particular
Evercade tiene una particular propuesta de modelo de negocio ya que de entrada podemos escoger por dos packs de la consola, el starter, que incluye una Evercade con su cable de carga (sin adaptador) y el cartucho Namco Collection 1 por 69,95 euros y el premium en el que además de la Evercade y el cable de carga nos encontramos 3 cartuchos en lugar de 1 (Namco Collection 1, Interplay Collection 1 y Atari Collection 1) por 89,95 euros. Además, podemos ir comprando otros cartuchos de distintas colecciones por 17,95 euros cada uno para completar una colección que actualmente se compone de 10 cartuchos a los que habrá que añadir otros cuatro que se lanzarán a lo largo de este mismo año.
Una consola retro para coleccionistas
Evercade es una consola muy especial que evoca muy bien el pasado y que nos hace sentir mucha nostalgia cuando la tenemos en las manos, cogemos la caja tamaño casete en la que vienen sus cartuchos y lo introducimos en la consola para disfrutar de algunos clásicos. La emulación y la autonomía son correctas y en líneas generales estamos ante un buen producto que, por modelo de negocio, creemos que está enfocado a los coleccionistas de productos retro.
Hemos realizado este texto tras probar una Evercade cedida por Koch Media.
