El mundo de los videojuegos está en constante cambio. Si antes la vida y el desarrollo o soporte de un título acababa tras su salida al mercado, la llegada de internet y de las nuevas formas de negocio han cambiado por completo el horizonte, modificando la manera en la que consumimos y disfrutamos del ocio electrónico. Un videojuego puede llegar a las tiendas inacabado o falto de contenido, y al poco tiempo, meses después, acabar siendo una obra completamente distinta. Hemos visto casos muy llamativos, como el de Driveclub o Battlefield 4, y pronto lo veremos con el apoyo que irá recibiendo Final Fantasy XV a lo largo de los próximos meses.
Sin entrar en si esta nueva tendencia es más o menos beneficiosa para el usuario -sobre todo cuando, en algunos casos, hay que pasar por caja a la hora de adquirir pases de temporada y contenidos anexos mediante la distribución digital-, lo cierto es que está muy presente, y como tal, queremos ofreceros una nueva visión a un título que en su día, fue muy criticado por la falta de contenido y modos de juego: Star Wars: Battlefront de DICE y EA.
Todos los contenidos descargables de Star Wars: Battlefront ya están disponibles, incluido el último basado en Rogue One: Una historia de Star Wars, la nueva película de la saga, que se estrena este jueves 15 de diciembre.
Y además de poder adquirirlos por separado o mediante el Pase de temporada, en las tiendas ya podemos encontrar Star Wars: Battlefront - Ultimate Edition, una edición definitiva del juego, que incluye todos sus contenidos descargables.
Un año después
Star Wars: Battlefront tenía el difícil papel de ser el primer gran videojuego en llegar a la nueva generación de consolas -además de a PC- con el sello de La Guerra de las Galaxias en la carátula, tras dos entregas muy queridas y con el marco del estreno de una largamente esperada película en los cines -Star Wars: El despertar de la Fuerza-. El escenario era bastante propicio para el éxito, y aunque lo cierto es que funcionó a nivel comercial -EA está muy contenta con los resultados comerciales del juego-, la comunidad, pese al apoyo, no reaccionó del todo bien a la falta de contenido y al uso de ciertas políticas en forma de pases de temporadas y similares.
El videojuego de DICE -autores y padres de Battlefield- convenció, sin lugar a dudas, sobre todo gracias a su excelente presentación, su increíble apartado audiovisual -a día de hoy sigue siendo uno de esos juegos que apabullan a propios y extraños- y a una jugabilidad tan rica como equilibrada, tanto en máquinas de sobremesa como en PC. Su propuesta, de inicio, era atractiva. Star Wars: Battlefront nos invitaba combatir codo con codo contra decenas de jugadores en variados mapas basados en la trilogía original de películas, visitando Endor, Hoth o Tatooine, mientras pilotábamos cazas TIE o X-Wing Fighter y encarnábamos a algunos de los héroes y villanos más queridos, como Darth Vader, Luke Skywalker, Han Solo o Leia.
¿Quién no puede sentirse atraído por algo así? Desgraciadamente, de salida, el título nos llegaba a pedir alrededor de unos 120 euros para obtener todo su contenido, una cantidad desorbitada y muy alta para lo que se ofrecía en primera instancia. Star Wars: Battlefront salió sin modo campaña, sin apenas opciones para jugar en solitario y con un surtido de mapas y modos de juego muy interesante, pero limitado. ¿Cómo ha evolucionado el juego un año después? ¿Merece la pena ahora teniendo en cuenta las ofertas y las ediciones existentes?
Borde Exterior, Bespin y La Estrella de la Muerte
DICE fue consciente de la situación, más allá de los paquetes de pago, realizó una hoja de ruta de contenidos gratuitos y maneras de afrontar el juego. Primero nos llegó un modo de juego, Punto de Inflexión, que nos trasladaba primero a Jakku -planeta visto en la séptima entrega cinematográfica-, y que después se adaptaría a otras localizaciones como Endor, Tatooine o Hoth. Más tarde, y junto a los contratos de Jabba the Hutt, los desarrolladores incluyeron un nuevo mapa en Hoth, el planeta helado, que nos ofrecía interesantes combates durante el crepúsculo, así como la misión de supervivencia, Cuevas de hielo.
También se mejoraron muchas de las misiones cooperativas, añadiendo contenido -como Escaramuza, que nos invitaba a combatir contra bots- y buscando la forma de suplir en cierta manera la ausencia de un modo historia o campaña, que según las propias DICE y EA, fue desechado para poder coincidir con el estreno de la última cinta dirigida por J.J. Abrams. Pero la primera gran expansión llegó con Borde Exterior. En Borde Exterior, Star Wars: Battlefront incorporaba nuevos mapas ambientados en Sullust y el salón del trono del Palacio de Jabba, en Tatooine.
Además, una de sus principales novedades era la posibilidad de tomar el control de dos nuevos héroes, como Nien Nunb y Greedo, y el añadido de un nuevo modo de juego: Escolta. En Escolta, como rebeldes, deberemos proteger una nave flotante de recursos del acecho de los imperiales, todo ello dentro del límite de tiempo establecido. El Imperio, por su parte, deberá impedir que los rebeldes lleguen al punto de extracción. Borde Exterior también incorporará el fusil Relby V-10 y con la pistola bláster DT-12 y nuevas cartas estelares, como Pistola de dispersión, Granada de dioxis y Estimulante de adrenalina.
En junio, y tras constantes actualizaciones en primavera -DICE estuvo manteniendo viva a la comunidad con fines de semana de doble experiencia, contratos Hutt y demás-, Star Wars: Battlefront estrenó su paquete titulado Bespin, con el que se sumaban cuatro nuevos mapas para los modos más populares del juego, permitiéndonos combatir a bordo de cazas estelares en Ciudad Nube, y entablar tiroteos en la cámara de carbonita -que vimos en El Imperio Contraataca-. La expansión ofrecía más armas y cartas estelares, un modo de juego y dos personajes emblemáticos: Lando Calrissian y Dengar, el cazarrecompensas.
La expansión digital Bespin incluía dos nuevos blásters, que nos ofrecían la opción de usarlos tanto en los laboratorios Bioniip como en las cámaras de congelación de carbono. También nos presentaban el rifle francotirador nocturno X-8 y los nuevo blásters EE-4, muy prácticos e ideales en situaciones de combate a distancia y en circunstancias concretas. Si bien Lando es un buen tirador, su mayor habilidad será la de la suerte y la probabilidad, mientras que Dengar, usará el DLT-19, lo que lo convierte en el primer héroe con un bláster pesado hasta la fecha en Star Wars: Battlefront.
Pero quizás el mejor contenido hasta la fecha, sea el centrado en La Estrella de la Muerte. Una de las quejas más recurrentes por parte de los usuarios a Star Wars: Battlefront, fue su ausencia de batallas espaciales, uno de los elementos más reconocibles de La Guerra de las Galaxias y de los juegos anteriores de la saga. El paquete de expansión centrado en la popular estación espacial imperial introdujo un nuevo modo de juego, que ofrecía una batalla desarrollada en tres fases distintas, cada una con un objetivo diferente. La primera fase, nos llevaba a pilotar los X-Wings, A-Wings, TIE Fighters y TIE Interceptors en el espacio, invitándonos a aniquilar los cazas rebeldes y defender la Estrella de la Muerte en el caso del Imperio y hacer lo contrario, debilitar las defensas y llamar a los bombarderos Y-Wing si optábamos por la Alianza.
La segunda fase nos llevaba a luchar dentro de la estación especial, incitándonos como rebeldes a que extraigan un droide con información confidencial, mientras los imperiales debían impedirlo. En esta fase para Star Wars: Battlefront, tendremos oportunidad de usar a Bossk y Chewbacca, los dos grandes personajes que venían con esta expansión, muy poderosos y diferentes a todos los lanzados hasta la fecha. Por último, la tercera y última fase, nos trasladaba al último esfuerzo de la Alianza por destruir a la Estrella de la Muerte. Encarnando a Luke Skywalker y a su equipo Rojo 5, avanzábamos por la popular trinchera mientras Darth Vader y su TIE Advanced y su escolta, lo intentaban impedir.
Este contenido es, a día de hoy, uno de los más divertidos y espectaculares, de los que realmente te hacen sentir que estás viviendo algunas de las escenas más memorables de la cinta original y capaz de justificar la compra de la más reciente edición o del pase de temporada en oferta si tenemos el título original. El nuevo modo de juego es muy completo -¡tres batallas en una!- y nos ofrece entretenimiento asegurado, con batallas dinámicas, muy imprevisibles, y con un diseño impecable.
El último paquete basado en Rogue One: Scarif
Para el final, DICE y EA se han guardado la gran carta, un movimiento que dada la proximidad de la película de Gareth Edwards -Rogue One: Una historia de Star Wars, que se estrenará el 15 de diciembre en cines-, puede ayudar a darle nueva vida a una comunidad que, un año después, sigue bastante activa en la mayoría de modos de juego. Scarif es un paquete de expansión ambicioso, que traslada al jugador al exótico planeta, lleno de costas de aguas cristalinas, selvas y estaciones militares imperiales de alto secreto. El contenido incluye cuatro nuevos mapas y el llamado Modo Infiltración, que recreará una de las secuencias más esperadas de la nueva cinta, en la que los rebeldes intentan robar los planos de la Estrella de la Muerte.
Infiltración es el modo de juego más lúcido de cuantos hemos visto en este año, con tres grandes fases diferenciadas. Primero nos encontraremos con un combate espacial en el que debemos evitar que los rebeldes penetren en el escudo que rodea al planeta o introducirnos con distintas maniobras de distracción en él, luego con una fase de sabotaje en el planeta y por último, con la secuencia de robo de información entre palmeras y vegetaciones tropicales.
El diseño de los mapas es impecable, con muchísimos recodos y rutas diseñadas para que nos encontremos de golpe con nuestro rival cara a cara, algo ideal para emboscadas y similares. Por otra parte, Scarif incita también al combate en campo abierto -sobre todo en aquellos modos en los que los enormes AT-AT hacen acto de aparición-. Scarif, además de todo lo citado, incorpora el nuevo y emblemático Ala-U, los TIE Striker, la pistola bláster A180 y DT-29 y nuevas cartas estelares, como el implosionador sónico. Por último, y como no podía ser de otra forma, los dos nuevos héroes jugables son la rebelde Jyn Erso y al director de división de Armamento Avanzado, Orson Krennic.
El veredicto
Star Wars: Battlefront es el epítome perfecto de lo que un videojuego puede cambiar a lo largo de un año natural. Si bien podía justificarse -con muchísimas reservas- su compra de salida, sobre todo gracias a su gran jugabilidad, su apartado audiovisual y sus pocos, aunque bien diseñados modos de juego, lo cierto es que su contenido era reducido y muy limitado, demasiado enfocado a la compra de un pase de temporada excesivo y caro.
El contenido que ha ido llegando al juego se ha demostrado de gran valía, tanto gratuito como de pago, añadiendo elementos que quizás tendrían que haber estado presentes desde mucho antes. ¿Por qué Borde Exterior y Bespin no estaban desde el principio como contenidos básicos incluidos en el disco? ¿Por qué algunos de los modos de juego más interesantes llegaron tan tarde? En cualquier caso, DICE ha sabido capear el temporal con inteligencia, manteniendo a la comunidad viva con eventos, contratos, paquetes gratuitos y muchísimo soporte. Pocos juegos tienen tanta dedicación detrás como éste.
Entonces, ¿merece la pena jugar y disfrutar de Star Wars: Battlefront un año después teniendo en cuenta el contenido publicado y su precio actual? Sí, sin lugar a dudas. En PC y Xbox One forma parte del programa EA Access y Origin Access, lo que nos permite jugar al título básico gratuitamente si somos suscriptores, y EA ha lanzado ediciones Ultimate con todo el contenido en PlayStation 4, que como os hemos relatado, también cuenta con un modo para PlayStation VR y la realidad virtual. El videojuego ha alcanzado su forma definitiva tras mucho trabajo, y ahora, sí que se encuentra en pleno funcionamiento.
Hemos realizado este texto gracias a un Pase de temporada de Star Wars Battlefront que nos ha proporcionado Electronic Arts.