En el pasado Gamelab, Shinji Mikami, creador de Resident Evil, recibió el Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias interactivas, con el cual la organización quería reconocerlo como un creador con una visión única. De él, se destacó la visión y la pasión con la que diseña sus juegos, y por supuesto, ser una referencia dentro de los juegos de terror, a pesar de haber reconocido no hace demasiado que su obra más conocida estaba inspirada en Alone in the Dark, y que sin él habría sido un juego de disparos en primera persona.
Mikami charló con varios periodistas, además de ofrecer una pequeña conferencia para los asistentes.
El diseñador, muy escueto y serio en general –no sabemos si por el filtro que suponía su traductor, igualmente parco en palabras–, respondió a multitud de preguntas sin querer mojarse demasiado, y sorprendiéndonos de vez en cuando con alguna broma que otra que rompía el tono de las entrevistas.
Mikami recordaba que jugó por primera vez a un videojuego cuando tenía unos 13 años. Entonces, un profesor lo llevó a una cafetería donde tenían Space Invaders, pero hasta que no cumplió los 20 años no volvió a jugar a nada. Explica que en aquella época era más difícil entrar en contacto con los videojuegos, por lo que en cierto modo se alegra del éxito de los juegos móviles. Piensa que han ampliado la cantidad de jugadores, y esto es algo que permite que más usuarios se acerquen a las consolas, algo que le favorece como creador. Por cierto, con respecto a este tema, nos contó un pequeño secreto inconfesable: "Me llevo todo el día jugando a LINE: Disney Tsum Tsum".
Una pregunta obligatoria era, por supuesto, saber su opinión sobre los nuevos Resident Evil. En este aspecto no quiso mojarse demasiado, afirmando que conoce la dificultad de hacer un juego de la saga, y prefiere no hablar sobre el trabajo de sus antiguos compañeros. Además, explica que no suele jugarlos demasiado, ya que si no tendría la necesidad de cambiar cosas, y como todos sabemos, la serie ya no está en sus manos.
Precisamente, Mikami abandonó Capcom en busca de libertad creativa, y explica que cada vez las editoras están oprimiendo más la creatividad. Recuerda un título como Killer7, el cual desarrolló junto a Suda51 (que también estaba en el Gamelab), y destacó que le encantaría ver una secuela de la mano de este diseñador, que ha colaborado en varios proyectos con Mikami. Eso sí, entiende que estos proyectos más arriesgados son más difíciles de financiar hoy en día, y se convierten en proyectos menores y/o, muchas veces, independientes.
Habló también de lo que le gusta crear, señalando que tiene dos extremos: las historias oscuras y las historias infantiles, pero no hay nada en medio que le genere interés. De igual modo, asegura que no le gustaría trabajar en ninguna propiedad de Zenimax, no porque no le parezcan interesantes, sino porque para él es una gran motivación el crear algo desde cero, y prefiere centrarse en estos proyectos siempre que tenga la oportunidad.
Otro tema recurrente era el estado actual del terror, que tras su gloria independiente, parecía que volvía a retornar con fuerza al terreno de los Triple A con el tristemente cancelado Silent Hills. Mikami se lamentó de esta cancelación, aunque se muestra seguro de que el género volverá a brillar en el futuro. "Como en el cine, todo tiene momentos mejores y momentos peores, y estoy seguro de que [el terror] volverá a brillar", apuntaba.
Él, por su parte, afirma seguir dedicado a asustar, a pesar de que cada vez es más difícil hacerlo. Muy en la línea de Hideo Kojima –responsable del mencionado Silent Hills, aunque nos tememos que esta vez va a ser verdad–, bromeó con sus amagos de retirada. "Dije una vez que The Evil Within iba a ser mi último juego, pero este trabajo me gusta demasiado", bromeaba. Eso sí, se negó en rotundo a hablar de su futuro y de la realidad virtual, por lo que quizás podemos interpretar eso como una pista.
Como ya os contamos, de tener que recuperar alguna de sus sagas clásicas –algo que a priori es imposible, porque ya no trabaja en Capcom– estaría interesado en volver al mundo de Dino Crisis, o de recuperar la saga de God Hand, pero transformándola en un juego de rol. En cualquier caso, como decimos, parece bastante poco probable que que se pueda materializar.
Así, Shinji Mikami ponía fin a su reconocimiento en el Gamelab, recogiendo el Premio de Honor y mostrándose muy agradecido ante un público que dedicó un intensísimo aplauso al creativo nipón.