Golpe en la mesa de Grupo Bimbo con su marca Donuts. El Tribunal Supremo ha cerrado, por fin, una batalla legal que llevaba atascada desde 2017 y que enfrenta a la empresa española con Atlanta Restauración Temática. El resultado no deja lugar a dudas: solo Bimbo podrá utilizar el término “dónut” para vender el icónico bollo redondo con agujero que todos tenemos grabado en la memoria colectiva.
Oficial: solo una empresa podrá vender dónuts en España tras una batalla legal de 10 años
La historia arranca hace casi una década, cuando Bimbo decidió acudir a los tribunales para blindar su marca. Consideraban que Atlanta, una distribuidora centrada en el sector hostelero, estaba erosionando el prestigio y la identidad comercial del producto al utilizar denominaciones como Donut, Donuts o incluso Redondoughts en su actividad. La operación, según Bimbo Donuts Iberia, suponía un uso indebido de una marca registrada y, sobre todo, un aprovechamiento de un nombre que forma parte del imaginario español.
En un primer momento, ni el juzgado ni la Audiencia Provincial les dieron la razón. Atlanta defendió que su empleo del término era mínimo, no usado como marca y además ya retirado. Para rematar, se apoyaron en un argumento especialmente delicado: el término “dónut” ha calado tanto en la sociedad española que la propia RAE lo incorporó al diccionario, lo que -a ojos de los tribunales- hacía más difícil delimitar claramente cuándo se vulneraba o no la marca.
Pero Bimbo no se rindió. Presentó dos recursos: el procesal, desestimado; y el de casación, que ha acabado inclinando la balanza. El Supremo subraya que el uso de la marca debe ser “leal” y que la actuación de Atlanta implicaba un “aprovechamiento indebido” del renombre de Donuts, con el consiguiente daño a su carácter distintivo. Además, remarcan un detalle crucial: Atlanta no usaba el término genérico de la RAE, sino el Donut con mayúscula, tal cual figura la marca comercial.
El Alto Tribunal concluye, por tanto, que Atlanta no actuó conforme a los intereses legítimos de Bimbo. Y la sentencia es rotunda: la empresa queda obligada a dejar de utilizar la marca Donuts de cualquier forma. Bimbo celebra la decisión y asegura que "sienta un precedente inquebrantable en la defensa de la propiedad intelectual en España".
La resolución deja un panorama claro: solo Bimbo podrá vender dónuts en España bajo esa denominación. Quien quiera comercializar el mismo bollo tendrá que llamarlo de otra manera. Aquí, al menos legalmente, el círculo se ha cerrado.
