Durante más de veinte años, Fast & Furious se ha mantenido como una de las sagas más reconocibles del cine de acción moderno y uno de los grandes éxitos de Universal en la taquilla. Su sello ha sido siempre el mismo: coches desafiando la gravedad, escenas imposibles y un reparto que ha terminado por convertirse en parte del imaginario popular.
Sin embargo, esa apuesta por la exageración también ha dejado momentos difíciles de digerir. El ejemplo más evidente fue la secuencia de la novena entrega en la que un coche termina alcanzando la Estación Espacial Internacional, un disparate que incluso entre los seguidores más fieles generó carcajadas y críticas a partes iguales. Tanto es así que la nueva entrega no avanza pues Universal no quiere repetir los errores del pasado y apuesta por la contención. Ahora la major confirma que se les ha ido de las manos.
Universal admite el tropiezo de ‘Fast & Furious’ y se disculpa: “Nunca debimos mandar un coche al espacio”
Lo curioso es que la longevidad de la saga no se explica únicamente por la acción desbordada. Más bien, su fuerza ha estado en saber mutar con el paso de los años, reformulando sus códigos para no quedarse atrás. Eso no implica que no haya tropiezos, y la propia Donna Langley, presidenta de NBC Universal, lo admite sin rodeos.
"Lamento haberles enviado al espacio", confesó en una charla con Cameron Bailey, director del Festival de Cine de Toronto (vía Variety). Una frase que reconoce lo evidente: la saga, en su empeño por superarse, a veces ha cruzado líneas de las que no hay vuelta atrás. Sí, la saga Fast & Furious ha sabido adaptarse a los desvaríos del mercado cinematográfico, pasando de las carreras callejeras puras y pasar al espectáculo de atracos, espionaje y aventuras de gran escala. Les salió bien -menos en las últimas entregas, donde hemos encontrado un desgaste enorme en taquilla-.
A ello se suma un elemento clave: la implicación de Vin Diesel. Langley destacó cómo el actor supo leer a su comunidad antes que nadie, utilizando redes sociales para tejer una relación directa con los fans. De esas conversaciones digitales nacieron giros de guion inesperados, como la resurrección de Letty Ortiz. “La gente nos decía: ‘¡No matéis a Letty!’. Y al final respondimos: ‘No se preocupen, nunca murió’. Esa interacción nos cambió la manera de decidir el futuro de algunos personajes”, explicó.
Otro pilar que Langley subrayó es la identidad cultural de la saga. Fast & Furious nunca fue un producto diseñado en laboratorio, sino un reflejo de Los Ángeles y de la comunidad automovilística que le dio origen, profundamente ligada a la diversidad racial y a la cultura latina. “Es inclusivo por naturaleza, siempre lo ha sido. Lo honra y lo celebra de una forma muy genuina”, señaló. Fast & Furious ha sobrevivido a base de audacia, errores y aciertos. Veremos si esta capacidad para reinventarse constantemente les encaja en la nueva entrega.
