Sam Altman está pasando un mal momento. En las últimas semanas, OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, no solo ha acaparado titulares por el lanzamiento de GPT-5, el modelo de inteligencia artificial más avanzado hasta la fecha, sino también por un cúmulo de polémicas -como la demanda por el supuesto suicidio de un joven aconsejado por su chatbot- que han puesto a su equipo directivo en el ojo del huracán.
Si hace apenas unos días la compañía reconocía que monitoreaba conversaciones privadas y las reportaba a las autoridades, ahora una filtración apunta a un clima interno cargado de desconfianza y paranoia. Según fuentes cercanas, dentro de OpenAI los ejecutivos parecen ver conspiraciones en cada esquina.
Sam Altman en mitad de una tormenta perfecta y de graves turbulencias internas en OpenAI: 'Hay paranoia y conspiraciones en cada rincón'
Un informe reciente de San Francisco Standard revela que OpenAI ha estado enviando citaciones legales a varias organizaciones dedicadas a la seguridad en IA, como Encode. Sam Altman y otros directivos sospechan que figuras mediáticas podrían estar intentando minar la compañía. Nathan Calvin, asesor legal de Encode, relató al medio cómo comenzaron a recibir llamadas extrañas durante varios días, hasta que finalmente un ayudante del sheriff de Washington D.C. les entregó formalmente la citación.
"Pensé: vaya, esto realmente está pasando", confesó Calvin. La raíz de esta situación parece estar vinculada con la ambición de OpenAI de operar con ánimo de lucro. En la citación, la firma dirigida por Altman exige a Encode que comparta cualquier información sobre la implicación de Elon Musk en la fundación original de la organización sin fines de lucro, así como cualquier intercambio que la organización hubiera tenido con Musk y con Mark Zuckerberg, CEO de Meta, presuntamente implicado en una oferta pública de adquisición que se habría planteado el pasado febrero.
Calvin aclaró que no existen documentos ni intercambios de ese tipo, y que al menos otras dos organizaciones dedicadas a la seguridad en IA han recibido requerimientos similares de OpenAI en los últimos meses. Nathan Calvin describe la situación interna como una auténtica burbuja de paranoia: "Están convencidos de que Meta intenta robarles empleados y que Elon Musk está decidido a atraparlos. Simplemente ven conspiraciones y ecos de sus enemigos donde no los hay."
Por su parte, Ann O’Leary, abogada de OpenAI, explicó que el objetivo de la compañía es clarificar “quién financia realmente a sus competidores”. Entre los nombres citados se incluyen Elon Musk, Mark Zuckerberg, Pierre Omidyar (fundador de eBay y cofundador de Facebook) y Dustin Moskovitz, inversor de Anthropic. "Se trata de transparencia: descubrir quién está detrás del capital de estas organizaciones. Pueden intentar darle mil vueltas, pero lo que importa es quién realmente los financia. Esa es la pregunta del millón de dólares", concluía. Tiempos convulsos para una de las empresas de IA más importantes.
