Prime Video ha puesto otra ficha al tablero del Yermo y calienta motores para diciembre con un nuevo vistazo a la temporada 2 de Fallout. La imagen —difundida por Empire— reúne a Lucy MacLean (Ella Purnell) y al Ghoul (Walton Goggins) en plena travesía rumbo a New Vegas, el enclave más icónico de la saga de Bethesda.
Tras el éxito fulgurante de la primera tanda de episodios —que se estrenó de golpe y aseguró renovación casi inmediata—, la plataforma redobla la apuesta: además de la segunda temporada ya en marcha, la tercera ha recibido luz verde y subraya que la franquicia ha encontrado un filón en imagen real.
El foco dramático se desplaza ahora a la relación entre la ingenuidad combativa de Lucy y el pragmatismo amoral del cazarrecompensas irradiado. Purnell lo resume con un juego de fuerzas opuestas: hay momentos de “buddy movie” puro y otros de choque frontal, con ambos personajes tratando de contaminarse el uno al otro. Las preguntas que sobrevuelan ese vínculo —¿ablandará Lucy al Ghoul?, ¿acabará ella curtiéndose hasta abrazar la oscuridad?, ¿o quedarán atrapados en un gris que los humanice a los dos?— prometen ser el hilo conductor de un viaje que alternará tensión, humor negro y una violencia seca muy de Fallout.
New Vegas como personaje: neones, facciones y política de casino
New Vegas no será solo un decorado de nostalgia para los jugadores: la serie quiere convertir la ciudad en un personaje más, con sus facciones, sus neones desvencijados y su ética del “todo se compra, todo se vende”. Si la primera temporada destacó por su arqueología visual —armaduras de la Hermandad, bóvedas retrofuturistas, criaturas y chatarra con pátina de décadas—, el reto ahora pasa por capturar el hedonismo tóxico y la política de casino que definieron aquel capítulo de la franquicia. Entre medias, el trío protagonista —Lucy, Maximus (Aaron Moten) y Cooper Howard— deberá abrirse paso entre monstruosidades mutadas, contratos imposibles y dilemas morales que no admiten tiradas de carisma.
El Ghoul como brújula cínica y el viaje de Lucy
Walton Goggins, convertido en brújula cínica de la serie, seguirá explorando las grietas del Ghoul, ese pistolero de piel curtida que, bajo la máscara, conserva retazos del pasado prebélico de Cooper Howard. Frente a él, Lucy continúa su tránsito desde la inocencia de la bóveda a una supervivencia con principios, una arcadia personal que el desierto se empeña en dinamitar a cada paso. La química entre ambos —que ya sostuvo algunos de los mejores pasajes de la primera temporada— apunta a ser el motor emocional de los nuevos episodios.
La cita ya tiene fecha: la temporada 2 se estrena el 17 de diciembre en Prime Video. Preparad RadAway, munición y, por si acaso, un par de fichas para la mesa de blackjack.















