OpenAI ha decidido dar un golpe sobre la mesa con Sora 2, la nueva versión de su modelo de generación de vídeo, que no llega sola: lo hace acompañada de una aplicación móvil con estética y dinámica de TikTok. La propuesta no solo busca deslumbrar por sus avances técnicos, sino también introducir un formato social que convierte a cualquiera en protagonista de clips hiperrealistas listos para viralizarse.
El salto respecto a la primera versión de Sora, lanzada en 2024, es evidente. Según la propia compañía, la mejora es comparable a lo que en su momento supuso el paso de GPT-3.5 a GPT-4 en el ámbito textual. Ahora los objetos y cuerpos mantienen una coherencia física mucho más creíble: una pelota rebota en el tablero en lugar de desaparecer o teletransportarse, los personajes conservan el mismo estado de un plano a otro y las instrucciones más complejas se ejecutan con mayor fidelidad. La gran novedad es que Sora 2 no solo genera vídeo, también integra voces, efectos y paisajes sonoros, abriendo la puerta a piezas completas sin necesidad de edición externa.
Una app social para crear y compartir
La aplicación que acompaña al modelo busca potenciar esa capacidad en clave social. Tras una breve verificación de rostro y voz, el usuario puede insertarse como cameo en cualquier escena, remezclar vídeos de otros y explorar un feed ajustable mediante lenguaje natural. En palabras de OpenAI, la idea no es fomentar un scroll infinito, sino incentivar la creación colaborativa. Una promesa ambiciosa que, de momento, se estrena en fase beta en iOS con acceso por invitación y únicamente en Estados Unidos y Canadá.
🔴Some Sora 2 video examples launched 10 minutes ago (via /@OpenAI) #SORA2
1/ a man rides a horse which is on another horse pic.twitter.com/dp8rQA23Xy
— Fotachu - AR GUY (@FotachuARGUY) September 30, 2025
Como era de esperar, el lanzamiento llega acompañado de un paquete de medidas de seguridad y bienestar digital. Entre ellas, limitaciones automáticas para menores, controles parentales integrados en ChatGPT, opciones para revocar el uso de la propia imagen y la supervisión de moderadores humanos para atajar abusos. Se trata de un mensaje explícito a padres, educadores y reguladores: OpenAI quiere diferenciarse de otras plataformas sociales donde la exposición descontrolada y la toxicidad del feed han sido objeto de críticas recurrentes.
Avances técnicos y límites visibles
El modelo, sin embargo, no está exento de fallos. En las demos difundidas se aprecian escenas de acción, combates de anime o exploradores en plena ventisca, con resultados que sorprenden por su verosimilitud, aunque todavía persisten incoherencias. OpenAI reconoce que la perfección está lejos y que abundan los errores, pero insiste en que ahora los fallos parecen atribuibles al propio personaje de la escena, no al algoritmo. Un matiz que puede marcar la diferencia en la aceptación del público.
The Sora 2 gymnasts are very special to me pic.twitter.com/u1WrImfhip
— Justine Moore (@venturetwins) October 1, 2025
Más allá de lo técnico, el movimiento revela la ambición de la compañía liderada por Sam Altman: convertir a Sora en un nuevo epicentro cultural, tal y como ocurrió con ChatGPT en 2022 o con las imágenes de estilo Studio Ghibli en 2023. Si la apuesta funciona, los vídeos dejarán de ser únicamente un producto de consumo para transformarse en un espacio de juego compartido, donde cualquiera puede convertirse en actor, director y guionista en apenas unos segundos.
