Antes de que el Apolo 8 de la NASA se pusiera a los humanos a orbitar la Luna, la Unión Soviética ya había dejado su huella en la historia lunar… aunque fueran huellas muy pequeñas. En septiembre de 1968, la misión Zond 5 llevó por primera vez seres vivos alrededor de nuestro satélite natural, convirtiéndose en la pionera de un viaje lunar completo con regreso seguro a la Tierra. Dos tortugas esteparias, acompañadas de larvas, moscas y semillas, se convirtieron sin saberlo en las primeras “astronautas” de la Luna.
La NASA lo confirma: la Luna fue visitada por vida antes que los humanos
La hazaña se gestó en pleno apogeo de la carrera espacial, cuando la tensión entre Estados Unidos y la URSS se trasladaba a cada experimento científico. Sin naves capaces de mantener humanos vivos durante una travesía lunar, los soviéticos optaron por un plan más modesto pero igualmente ambicioso: enviar organismos vivos para estudiar cómo reaccionaban al espacio profundo.
El lanzamiento de Zond 5 tuvo lugar el 14 de septiembre, después de que los animales fueran colocados en la cápsula el 2 del mismo mes. Durante el viaje, los reptiles no recibieron alimento, una decisión deliberada de los científicos para que los parámetros biológicos del experimento no se vieran alterados. La cápsula completó un recorrido circunlunar de cuatro días antes de iniciar su retorno y amerizar el 21 de septiembre en el océano Índico. A pesar de haber perdido algo de peso, las tortugas regresaron en perfecto estado de salud, demostrando que la vida podía sobrevivir fuera de la órbita terrestre.
Aunque eclipsada por el histórico vuelo del Apolo 8 meses después, la misión Zond 5 fue un paso fundamental en la exploración espacial. Validó la posibilidad de enviar organismos complejos alrededor de la Luna y traerlos de vuelta, allanando el terreno para futuras misiones humanas. Las tortugas soviéticas, silenciosas heroínas de las estepas de Asia Central, no solo soportaron la ingravidez y la radiación cósmica, sino que probaron que la vida podía persistir más allá de la Tierra.
Su viaje marcó un antes y un después en la biología espacial. Aunque no contaron con la notoriedad de los astronautas estadounidenses, estas pequeñas pioneras cumplieron un desafío técnico y científico que preparó el camino para la llegada de los humanos a la Luna. En la historia de la exploración espacial, las tortugas de Zond 5 fueron, sin duda, las primeras en escribir un capítulo de resistencia y supervivencia en un entorno hostil y desconocido.
