1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. Meteorólogos advierten: se acerca a España la 'nevada efecto lago' que puede dejar nieve al nivel del mar

Meteorólogos advierten: se acerca a España la 'nevada efecto lago' que puede dejar nieve al nivel del mar

No estamos ante una “gran ola de frío” en términos históricos, pero sí ante un recordatorio de que el Atlántico y el Cantábrico no son solo fondos de postal.
Meteorólogos advierten: se acerca a España la 'nevada efecto lago' que puede dejar nieve al nivel del mar
·
Actualizado: 9:37 18/11/2025
españa
nevada
tiempo

Cuando un aire gélido de origen ártico se encuentra con un mar aún templado, el resultado puede ser mucho más que “simplemente nieve”. Eso es, precisamente, lo que los meteorólogos temen que ocurra en los próximos días en el Cantábrico: un escenario propicio para las llamadas nevadas efecto lago, un fenómeno bien conocido en los Grandes Lagos de Norteamérica, pero mucho menos habitual —y por eso más llamativo— en España.

La irrupción de una masa de aire ártico marítimo tras la borrasca Claudia va a desplomar las temperaturas y, en combinación con unas aguas del Cantábrico todavía relativamente suaves para la fecha, podría disparar chubascos de nieve en cotas sorprendentemente bajas, incluso cercanas a nivel del mar en algunos enclaves del norte peninsular.

PUBLICIDAD
Ocurre cuando una masa de aire muy frío y seca se desliza durante kilómetros sobre una superficie de agua más cálida.

Las llamadas lake-effect snow —nevadas efecto lago— no son un tipo distinto de nieve, sino una forma muy particular de generarla. Ocurre cuando una masa de aire muy frío y seca se desliza durante kilómetros sobre una superficie de agua más cálida: el contraste térmico hace que el aire se cargue de humedad y se vuelva extremadamente inestable.

Ese aire se calienta desde abajo, asciende y da lugar a nubes convectivas de gran desarrollo vertical, algo así como tormentas de verano… pero en versión invernal y con cristales de hielo en lugar de gotas de lluvia. Cuando esa lengua de aire saturado choca después con la costa o con una barrera montañosa, el relieve “exprime” las nubes y provoca cortinas de nieve muy intensas en franjas relativamente estrechas de territorio.

Cuando el Cantábrico imita a los Grandes Lagos

En los Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá este mecanismo está tan estudiado que forma parte del vocabulario cotidiano en estados como Nueva York o Michigan. Las aguas de lagos como Erie u Ontario, todavía suaves a comienzos de invierno, actúan como auténticas calderas de humedad cuando irrumpe aire polar, generando bandas estrechas de precipitación capaces de acumular más de un metro de nieve en menos de 24 horas sobre ciudades muy concretas mientras zonas a pocos kilómetros apenas reciben unos copos.

Estudios del American Meteorological Society describen estas bandas como “cintas transportadoras” de nieve que pueden mantenerse casi estacionarias durante horas si el viento sopla de forma constante en la misma dirección.

En España el escenario es más modesto, pero la física es la misma. El Cantábrico no es un lago cerrado, pero sí un cuerpo de agua relativamente pequeño y rodeado de cordilleras que se elevan bruscamente desde la costa: la propia orografía de la Cornisa Cantábrica y del norte de Galicia favorece que, cuando el aire ártico marítimo entra desde el noroeste, se formen calles de nubes alineadas con el viento que descargan sobre las primeras estribaciones montañosas. De ahí que Meteored y otros servicios meteorológicos apunten estos días a la posibilidad de nevadas con cota en 500–700 metros en ciudades como Santander o Bilbao, algo que solo ocurre cuando el termómetro se hunde y el mar sigue cediendo calor a la atmósfera.

Un pequeño laboratorio del clima futuro

La clave está en el contraste térmico: cuantos más grados de diferencia haya entre la superficie del agua y la masa de aire que la sobrevuela, más “gasolina” tiene el sistema. Investigaciones recientes sobre los Grandes Lagos muestran que el calentamiento de las aguas tiende a alargar la temporada de nevadas efecto lago, y en algunos escenarios incluso a intensificarlas, aunque a más largo plazo una atmósfera global más cálida podría hacer que esas precipitaciones pasen cada vez más a lluvia.

En el caso del Cantábrico, inviernos más templados pero con irrupciones puntuales de aire polar muy intenso —como la que se espera esta semana— pueden dar lugar a episodios muy llamativos de nieve en cotas bajas, pese a que el clima medio tienda a ser menos nival.

Comentarios: 0

En forosComentar en nuestros foros

Más sobre Ciencia

RANDOM
Flecha subir