Hace unos meses, saltaba la noticia desde Francia: allí ya circulan radares capaces de controlar cuántas personas viajan dentro de un coche en carriles específicos, los denominados VAO. Estos carriles, reservados a vehículos con dos o más ocupantes, buscan incentivar un tráfico más eficiente y premiar a quienes comparten vehículo.
Según RACE, además de los coches con dos ocupantes o más, los carriles VAO están pensados para transporte público, vehículos de emergencia, pesados y coches con etiqueta ambiental ECO, C o B. Eso sí, solo se puede circular por ellos si los paneles variables así lo indican; de lo contrario, una multa puede caer sin avisar.
Los radares que ya operan en ciudades como Estrasburgo, Rennes o Lyon, y en vías como la A13 entre París y Rouen, están equipados con IA y un nivel de acierto del 95% y sí, están desplegándose en España. Esto significa que prácticamente ningún infractor se libra si decide ignorar las normas de los carriles VAO. Su misión principal: garantizar que el tráfico fluya y reducir conductas irregulares que ralentizan la circulación.
Un 95% de precisión, IA avanzada y carriles VAO: así funcionan los radares que multan sin fallar
Si este sistema se aplica a gran escala España, la sanción por usar indebidamente un carril VAO sería de 200 euros, sin pérdida de puntos. Un castigo más severo que en Francia, donde la multa asciende a 135 euros. La recomendación de los expertos es clara: antes de lanzarte a un carril VAO, asegúrate de que tus acompañantes sean visibles y estén correctamente ubicados, especialmente si viajas con niños en sillas homologadas. En caso de duda, lo más seguro sigue siendo optar por los carriles convencionales.
Con este tipo de radares, la vigilancia del tráfico da un salto cualitativo. No se trata solo de controlar la velocidad: ahora las autoridades miran dentro del coche, usando la tecnología para reducir infracciones y, en teoría, mejorar la movilidad urbana.















